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jueves, 17 de marzo de 2022

17 MARZO

 




CATEGORÍA: NO DEBEMOS OLVIDAR

 

 

 

 

En torno a las 15:00 del

17  marzo  1978

44º aniversarIo

Hizo  explosión una bomba en uno de los tres generadores existentes junto a la vasija del primer reactor de la central nuclear de, lemóniz-Vizcaya-PAÍS VASCO-ESPAÑA en construcción.

La explosión provocó la muerte de los,

 

Obreros, empleados de Ibemo, empresa de montaje contratada por la central 

ALBERTO NEGRO VIGUERA


ANDRÉS GUERRA PEREDA





Ambos quedaron materialmente destrozados.. 

 

5 días antes del atentado decenas de manifestantes protestaban en las cercanías de la central nuclear vizcaína, en la que se corearon gritos tan demagógicos como irresponsables: "ETA, Lemóniz, Goma2". Francisco Letamendía, diputado de Euskadiko Ezkerra, que junto a Bandrés apoyaba la campaña contra la central, llegó a afirmar que David Álvarez, un terrorista herido el 19 de diciembre, y que posteriormente falleció en el hospital, "había sido el primer mártir de Lemóniz". 

Sobre esta campaña, María del Mar Negro, hija de Alberto, contó en Olvidados, el libro de Iñaki Arteta y Alfonso Galletero, lo siguiente:

Una de las peores características de la banda terrorista ETA es que emponzoñan, pervierten todo lo que tocan.

Puede parecer un hecho menor frente a las bombas, el tiro en la nuca, el 'impuesto revolucionario' o la 'kale borroka', pero no lo es. 

La mafia hace lo mismo que ETA, por ejemplo, pero no van por la vida de buenos samaritanos, de defensores de causas nobles. (...)

Ocurrió con su postura contraria a la autopista de Leizarán, con su lucha contra la droga o con su defensa antinuclear.

En todos los casos recogieron causas, que podían ser nobles y justas, y causaron estragos, dolor y crímenes de gente inocente.

En una de estas luchas, el ataque a la central nuclear de Lemóniz, asesinaron a mi padre, Alberto Negro, y no fue el único.

Conclusión: para, supuestamente, preservar el medio ambiente, se recurría al asesinato.

En este atentado la banda contó con colaboración interna, tal y como reflejó la sentencia de la Audiencia

Nacional de 1981 por la que se condenó a

 

   José Antonio Torre Altonaga, alias Medius, a 20 años de reclusión menor.


El etarra Torre Altonaga, detenido en diciembre de 1978, trabajaba como electricista para la empresa Elecnor en las instalaciones de la central.

Fue él quien investigó durante tres meses, por orden de Argala, la forma de llevar a cabo el atentado.

Después, siguiendo indicaciones de Juan Lorenzo Lasa Michelena, alias Txikierdi, se reunió con tres terroristas en la Plaza del Sagrado Corazón.

Estos eran


   Miguel Ángel Goyenechea Fradua, alias Txo,                 Martín


 Apaolaza Azcargorta, alias Apolo


   Emilio Martínez de Marigorta Fernández, alias Gasteiz.



Los tres etarras aparecen en la sentencia, a efectos meramente narrativos, como "Miguel", "Martín" y "Emilio", porque no fueron condenados en este proceso, ni posteriormente.

 

En este sentido, resulta sorprendente que María del Mar Negro, hija de Alberto, contase en Telemadrid (Víctimas: la historia de ETA) que "del asesinato de mi padre sólo se conoció un nombre, en el resto de la sentencia sólo aparecen alias".

Y es sorprendente porque, casualmente, lo que Mari Mar cree que son alias coinciden con el nombre de pila de los tres etarras, tal y como se recogen en el sumario 1/1979, del que se deriva la sentencia 55/1981.

Sea como fuere, estos tres terroristas se habían hecho con monos y cascos similares a los utilizados por la empresa Tamoin, que también realizaba trabajos para la central.

Haciéndose pasar por trabajadores de la obra y guiados por Torre Altonaga, colocaron los 36 kilos de explosivos en el interior de uno de los generadores de vapor.

La bomba se programó para que estallase a las 14:55.

Torre Altonaga acabó su turno a las 14:00 horas, y sobre las 14:40 horas llamó a la central desde una cabina telefónica del puente de Plencia para avisar de la colocación de la bomba.

Las dos primeras veces se cortó la comunicación. A la tercera pudo avisar, pero la bomba estalló tres minutos después, a las 14:53 horas.

   Torre Altonaga, el único condenado por el asesinato de Andrés y Alberto, salió a la calle en febrero de 1998, tras cumplir algo más de 19 años de condena.

En 1999 se presentó como concejal de Herri Batasuna en el municipio de Munguía.

También estuvo en la presentación de la nueva marca de Batasuna, Sortu, el 8 de febrero de 2011.

17  marzo  2001

21º ANIVERSARIO

 

Es  asesinado en, rosas-Gerona-CATALUÑA-ESPAÑA,

 

mosso d´Esquadra 

SANTOS SANTAMARÍA AVENDAÑO




Coche-bomba activado por un temporizador.

 

El vehículo fue robado en la localidad francesa de Tarbes, con matrícula doblada con la placa que correspondía a un coche matriculado en Gandía.

En esta localidad también dejaron otro coche-bomba, que fue explotado de forma controlada por artificieros de la policía a las 4:30 horas de la madrugada en la playa, bajo la supervisión personal del director general de la Policía, Juan Cotino, que se encontraba en Valencia con motivo de las Fallas, acompañado, precisamente, por el comisario francés Roger Marion, máximo responsable de la lucha antiterrorista en el país vecino.

El director general de la Policía lo había invitado personalmente, pese al malestar que en el Ministerio de Interior provocó la supuesta negligencia de las autoridades francesas en la custodia de la dinamita robada por ETA en Grenoble.

El mosso d´Esquadra Santos Santamaría estaba libre de servicio y se presentó de forma voluntaria a sus superiores para trabajar en el acordonamiento del lugar, evacuación de posibles víctimas, coordinación de desalojos y en todo aquello que se juzgara necesario para preservar la seguridad de los ciudadanos de Rosas.

La explosión le alcanzó a Santos y a un policía municipal, Carlos Ruiz Borrego, precisamente mientras establecían el cordón de seguridad y desalojaban el Hotel Montecarlo, frente al que los etarras habían dejado el coche-bomba.

Ambos fueron trasladados al Hospital de Figueras.

Santos fue alcanzado por un amortiguador del vehículo, que se le incrustó en el abdomen y murió pocos minutos después de ingresar en el hospital.

También resultó herida una ciudadana francesa.

La explosión causó, además, numerosos desperfectos materiales en inmuebles y vehículos. 

El relato de hechos probados de la sentencia

 

de la Audiencia Nacional de 2005 señala que los autores del atentado fueron

 

   Eider Pérez Aristizabal




   Aitor Olaizola Baseta, integrantes del grupo Sugoi de ETA.




 

Ambos celebraron, desde mediados del año 2000, diferentes reuniones en Francia con los dirigentes etarras Ainhoa Múgica Goñi, Juan Antonio Olarra Guridi y Lorenza Beyrie Chembero (en rebeldía), en las que estos últimos les fijaron hoteles de la Costa Brava como objetivos contra los que atentar.

 

En una de estas reuniones, Múgica les dijo que debían colocar un vehículo con explosivos en la zona del Hotel Montecarlo, en la urbanización Santa Margarita de Rosas.

 

Para ello, les hizo entrega de un Ford Escort cargado con 50 kilos de explosivos preparados para ser activados.


El día de los hechos, el 17 de marzo de 2001, Aitor Olaizola precedió con su motocicleta a Eider Pérez, quien a su vez conducía el vehículo que portaba la bomba.

 

El coche fue aparcado con su maletero orientado hacia la entrada del Hotel Montecarlo.

La sentencia añade que "con 
la finalidad de causar el mayor número de daños personales y materiales y con la misma finalidad de aparentar una falta de peligro y conseguir una excusa falsa", una persona, de forma anónima pero en nombre de ETA, avisó al diario Gara, a la DYA y a los Bomberos de Barcelona de la colocación del coche-bomba.

Por ello, la Policía Local de Rosas y los Mossos d'Esquadra se dirigieron al lugar y, una vez comprobaron la existencia del vehículo, comenzaron a desalojar a las personas que se encontraban en los alrededores.

 

Mientras las fuerzas policiales desarrollaban esta labor, sobre las 22:56 horas se produjo la explosión, cuatro minutos antes de lo previsto. La misma ocasionó un socavón de 40 centímetros de profundidad y dos metros de ancho.

Asimismo, "como consecuencia de la anticipación de la explosión respecto de la hora indicada por el comunicante anónimo", la onda expansiva y la metralla alcanzaron al mosso d'Esquadra Santos Santamaría Avendaño, que se hallaba a 105 metros del lugar de la explosión, colaborando en las tareas de desalojo del hotel.

 

La distancia no impidió que se le incrustase un amortiguador del coche-bomba en el cuerpo, lo que provocó su fallecimiento.

 

La sentencia indica que, en el momento de la explosión, se encontraba aparcado un autocar de dos pisos entre el coche-bomba y el Hotel Montecarlo que actuó como parapeto de la misma "evitando mayores daños en la estructura del hotel y en las personas que en el mismo se encontraban y aún no habían podido ser desalojadas".

La Sección Primera de la Audiencia considera que la "preparación y cualificación" de los procesados en el manejo de los explosivos lleva a establecer que 
la diferencia horaria entre el momento anunciado de la explosión y el momento en el que realmente se produjo "no fue una mera coincidencia o error fatídico", sino que los terroristas "temporizaron la explosión de forma que causara el mayor daño, anticipando la misma"

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