CATEGORÍA: no debemos olvidar
28 DE ABRIL DE 1979
43º ANIVERSARIO
ETA asesinan en Durango-VIZCAYA-PAÍS
VASCO-ESPAÑA, al
POLICIA MUNICIPAL DE DURANGO
PEDRO RUIZ RODRÍGUEZ
Eran aproximadamente las 11:30 y el agente
dirigía el tráfico en el cruce de la Magdalena cuando 3 individuos lo
ametrallaron desde un coche.
Recibió dos ráfagas de metralleta a escasa
distancia que le provocaron la muerte casi en el acto.
Sin embargo, ya herido Pedro trató de ponerse
a salvo en la acera, pero cayó muerto junto a los letreros indicadores del
cruce de carreteras. Nada se pudo hacer por salvarle la vida y murió allí mismo
desangrado.
Los pistoleros huyeron en dirección a Bilbao
en un coche robado como siempre
Por el asesinato de Pedro fueron condenados en 1981, como autores
materiales
Juan Antonio Olagorta Arana
Juan Carlos Gorrindo Echeandia a sendas
penas de 29 años de reclusión mayor.
También fueron condenados
como cómplices
José Antonio Echevarri Ayesta (14 años de
reclusión menor)
Juan Miguel Iturriaga Omar (12 años de
reclusión menor).
A LAS 14:00 DEL
28 ABRIL 1980
42º ANIVERSARIO
Es asesinado en San Sebastián-PAÍS
VASCO-ESPAÑA, al
GUARDIA CIVIL
RUFINO MUÑOZ ALCALDE.
Era guardia civil y estaba destinado en el
Gobierno Militar de la capital guipuzcoana.
Rufino regresaba a su casa en Fuenterrabía en
un autobús de línea desde San Sebastián.
En la misma parada se subió el policía
nacional Hipólito Rodríguez Ramos y su esposa.
Tanto Rufino como Hipólito iban vestidos de
paisano y se sentaron en diferentes asientos del autobús.
En el alto de Gaintxurisketa, a unos cinco
kilómetros de Rentería, subieron al autobús tres individuos.
Poco después de reanudarse la marcha,
dispararon a bocajarro contra Rufino, que se encontraba en la parte delantera
del vehículo hablando con el conductor.
Rufino Muñoz se desplomó, sangrando
abundantemente. Murió casi en el acto.
Los tres etarras ordenaron entonces al
conductor que parase el autobús y comenzaron a descender apresuradamente.
En ese momento Hipólito Rodríguez Ramos,
el policía de paisano y sin armas que viajaba con su mujer en el autobús, se
abalanzó contra el último de los terroristas intentando detenerlo.
En el forcejeo el policía nacional le aplicó
una llave de judo sobre la muñeca de la mano derecha, en la que aún conservaba
la pistola.
La pistola del etarra se disparó, alcanzándole
en el pecho.
Se trataba de Francisco Javier Aranzeta
Eguizabal, alias Lepo.
Se había acogido en 1976 al decreto de
amnistía, tras el cual pasó a residir al otro lado de la frontera del Bidasoa
y se reintegró a la actividad terrorista.
Un año antes las autoridades francesas le
habían negado la carta de refugiado político.
Los otros dos terroristas, antes de huir,
dispararon al policía, que resultó herido por cuatro disparos: dos en el tórax,
otro en la muñeca izquierda y el cuarto en la cabeza, aunque este último sólo
le produjo una rozadura.
El conductor del autobús, una vez restablecida
la calma entre los escasos viajeros, se dirigió al puesto de la Cruz Roja de
Rentería, donde atendieron al policía nacional herido, que fue internado más
tarde en la residencia sanitaria de la Seguridad Social Nuestra Señora de
Aránzazu, en San Sebastián.
28 ABRIL 1987 FALLECÍA
35º ANIVERSARIO
AMA DE CASA
MARÍA TERESA TORRANO FRANCIA
Ama de casa y militante socialista que había
resultado gravemente herida en el ataque con cócteles molotov que siete etarras
llevaron a cabo contra la Casa del Pueblo de Portugalete (Vizcaya) el 25 de
marzo.
El martes 25 de abril, un grupo de terroristas
callejeros, autodenominado Mendeku (Venganza en euskera) atacaba la
Casa del Pueblo de Portugalete, arrojando cócteles molotov contra sus ventanas
con intención de incendiarla.
En ese momento unas quince personas estaban en
la sede socialista.
María Teresa Torrano Francia, que se
encontraba mirando hacia la calle, pudo ver al grupo de jóvenes con una botella
incendiaria en la mano, preparada para lanzarla, y tuvo tiempo de advertir a
sus compañeros para que se agachasen.
Sin embargo, tres de las bombas incendiarias
alcanzaron el interior del local e hirieron gravemente a seis personas, entre
ellas a María Teresa, causándole gravísimas quemaduras en más del 50% de
su cuerpo. Otros tres cócteles molotov cayeron fuera del recinto. Un séptimo
explosivo fue localizado por la Policía entre unos arbustos próximos a la sede
socialista ya que, al parecer, uno de los terroristas optó por ocultar su
botella inflamable.
María Teresa fue ingresada en el Hospital de
Cruces de Baracaldo, pero no pudo superar las graves heridas sufridas y murió
el día
El parte médico facilitado a primeras horas de
la mañana del día siguiente precisaba que había fallecido como consecuencia
"de una parada respiratoria de la que no se recuperó, a pesar del
tratamiento".
Otro compañero, Félix Peña Mazagatos, murió el 5 de mayo.
También resultaron heridos graves con
importantes quemaduras María Teresa Olalde Bustinza, María Jesús
García del Valle y José Luis Villanueva, además de Jesús Ramos,
el marido de María Teresa.
Jesús Ramos, manifestó que "los asesinos,
cobardes, que han asesinado a mi mujer vilmente, si con eso piensan que van a
arrugar la moral y la lucha, lo tienen bien claro. Me han dado mucha más moral
para seguir luchando; bastante más de la que tenía".
Mientras, Rosario Francia, madre de la fallecida, afirmaba que no sólo no
perdonaría jamás a los culpables de la muerte de su hija, sino
que "si pudiese, los quemaría vivos".
La condena del ataque contra la sede
socialista de Portugalete, que causó un enorme impacto en la localidad, se
extendió a todas las fuerzas políticas y sociales vascas, incluida Herri
Batasuna, que lo hizo tras morir Félix Peña el 5 de mayo.
La ejecutiva del PSE-PSOE, en un comunicado
hecho público tras el atentado, anunció que ejercería la acusación particular
en el proceso que se abriese para esclarecer el atentado, mientras que la
oficina federal de Prensa del PSOE denunciaba en otro comunicado "la
barbarie neofascista de quienes, bajo el amparo de las siglas de Herri
Batasuna, atentan contra la vida de las personas".
Sorprendentemente, Herri
Batasuna condenó el atentado al tiempo que manifestó su repulsa en
relación al grupo Mendeku, intentando desmarcarse de sus
activiadades.
El citado grupo, decía su comunicado, "ha
sido y es enemigo ideológico y político de Herri Batasuna, como lo puede ser de
otras formaciones políticas y del resto de organizaciones del movimiento de
liberación vasco".
Expresaba, además, la "más sincera
condolencia" por la muerte de María Teresa y su deseo de que los demás
heridos en el atentado se recuperasen rápidamente. HB añadía en su nota su
"esperanza de que hechos condenables de esta naturaleza no se vuelvan a
repetir jamás".
Sin embargo, la actitud de los batasunos no
pareció convencer al secretario general de los socialistas
vizcaínos, Ricardo García Damborenea, que exigió en rueda de prensa la
ilegalización de la formación, porque "estamos padeciendo un acoso
permanente por parte de HB, que es el brazo político de ETA, aunque en
esta ocasión el atentado haya sido cometido por militantes de la propia
coalición abertzale y no por miembros de su organización armada". Más
suave, en contraste con la actitud de los socialistas vascos en 1987, fue la
mantenida en abril de 2007 por Patxi López, con motivo del vigésimo
aniversario del ataque a la Casa del Pueblo.
Dijo que María Teresa y Félix fueron "dos
compañeros asesinados por la acción criminal, estúpida e irresponsable
de jóvenes contaminados por la ideología totalitaria de ETA".
El que Herri Batasuna condenase este atentado
no puede esconder la relación de estos terroristas callejeros con la formación
política. El Colectivo Mendeku toma el nombre de uno de los
Comandos Autónomos Anticapitalistas más sanguinarios de la banda terrorista.
Este grupo destacó, precisamente, por
una campaña contra objetivos socialistas entre 1983 y 1984, en venganza
por las acciones de los GAL.
Además de ataques contra las Casas del Pueblo,
fueron los autores del asesinato del senador Enrique Casas.
El 22 de marzo de 1984, los cinco integrantes
del Mendeku fueron abatidos por la Policía Nacional en Pasajes, lo
que supuso su total desaparición. Posteriormente, un grupúsculo de
proetarras se constituyó en el Colectivo Mendeku. Y fueron estos los que
atacaron la Casa del Pueblo de Portugalete asesinando a dos personas. Según uno
de los integrantes, José Manuel Vázquez Centeno, alias El Patas, el motivo
fue que "se habían producido unas extradiciones y había que dar una
respuesta".
Por otra parte, en agosto de
1987 ABC publicó que Herri Batasuna rifaba papeletas para
recaudar fondos con el fin de conseguir la libertad provisional de El
Patas.
Las papeletas costaban 50 pesetas, el premio
era una cantidad de hachís y se vendían en Portugalete y Algorta.
Al alcalde en funciones de Portugalete, el
socialista Miguel Cabieces, manifestó el dolor y el bochorno que le producía
ver el apoyo que HB prestaba a los autores de dos asesinatos.
Cinco de los integrantes del
Colectivo Mendeku fueron condenados en
Fueron José Antonio Basterra Urrutia, Carlos
Ciriaco Lázaro, Miguel Ángel Guerra Falcón, José Andrés Uribarrena Ochoa y José
Manuel Vázquez Centeno. Jesús López Santa Coloma, que entonces tenía 17 años, fue
condenado a 12 años de prisión menor.
Un séptimo participante, Aitor Calvo Barreras,
fue puesto a disposición del Tribunal Tutelar de Menores y absuelto
posteriormente.
La Audiencia Nacional se inhibió del caso a
favor de la Audiencia de Bilbao.
El fiscal en sus conclusiones pedía penas que
sumaban 1.378 años para los seis por un delito de estragos, dos delitos de
asesinato y ocho delitos de asesinato en grado de frustración.
En sus fundamentos jurídicos los magistrados
rechazaron la tipificación de los hechos como asesinato, pedida por fiscal y
acusación, y la de imprudencia con resultado de muerte, presentada por la
defensa, inclinándose por el delito de homicidio.
Los condenados a 20 años sólo cumplieron 12 de
prisión efectiva. Un caso que ejemplifica el fracaso de la bondad del
sistema penitenciario con los etarras y proetarras es el de José
Andrés Uribarrena Ochoa.
En junio de 2008 agredió a Bixen Itxaso,
concejal del PSE en Pasajes.
El motivo: la aprobación de una moción ética
contra ANV tras el asesinato de Isaías Carrasco. En julio de 2010 el Tribunal
Supremo confirmó la condena a dos años y cuatro meses por la agresión al edil
del PSE contra Uribarrena.
Para entonces Uribarrena no era ya "un
joven contaminado", como los calificó Patxi López, pues tenía 41 años.
El nulo arrepentimiento y el odio seguían
igual que cuando asesinaron a María Teresa y a Félix. Los matones proetarras
han convertido Pasajes, al igual que ocurre en el resto de lugares donde
gobierna ANV "en un parque temático de ETA", como narraba Pablo
Ordaz en una terrible crónica en El País (08/06/2008):
Hay más asesinos de ETA que, después de pasar
una temporada en la cárcel, no muestran señales de arrepentimiento.
Uno de ellos, trabajador en uno de los barcos
atracados en el muelle, deja sus quehaceres cuando ve aparecer a un concejal
socialista y a sus escoltas.
Se pone de pie.
Los mira desafiante.
Y no les quita la vista de encima hasta que
desaparecen.
Otro ejemplo del fracaso de la reinserción es
el de Jesús López Santa Coloma.
Sólo fue condenado a 12 años de prisión menor
porque se le aplicó el eximente de ser menor de edad en el momento del ataque a
la Casa del Pueblo.
En cuanto salió a la calle, volvió a
participar en acciones de terrorismo callejero. En febrero de 1998 fue detenido
en una operación contra Herri Batasuna en Portugalete por la relación de esta
formación política con los llamados "grupos Y" de apoyo a ETA.
Además de a López Santa Coloma, se detuvo a
Fernando Landaburu, concejal de esta formación política en Portugalete, y a
Ernesto Sánchez del Arco, encargado de la sede social de la coalición.
Los detenidos habían participado en actos de
violencia callejera en diversas localidades vizcaínas, como Bilbao, Portugalete
y Santurce.
María Teresa Torrano Francia tenía 37
años. Estaba casada con Jesús Ramos, secretario de la agrupación
socialista de Portugalete, que también resultó herido en el mismo atentado.
Dejaba dos hijos, Iván y Saoia, de 13 y 11 años, respectivamente.
María Teresa era militante socialista desde
1977 y había participado en ocasiones como monitora en los campamentos de
verano que organiza el PSE-PSOE.
La capilla ardiente con su cuerpo se instaló
en la misma sede socialista de Portugalete que sufrió el atentado y su entierro
se celebró al día siguiente en el cementerio de la localidad.
La familia de María Teresa constituyó
la Fundación Maite Torrano para preservar la memoria de la víctima e
impulsar las libertades en el País Vasco.
A LAS 08:00 DEL
28 ABRIL 1994
28º ANIVERSARIO
3 miembros de ETA, dos hombres y una
mujer, asesinaban en la localidad de Valle de
Trápaga-VIZCAYA-PAÍS VASCO-ESPAÑA, al
guardia
civil
JOSÉ BENIGNO
VILLALOBOS BLANCO
Que recibió dos impactos de bala en la
cabeza cuando se dirigía a su trabajo vestido
de
paisano.
Benigno había salido de su casa, en la calle
José Rufino Olaso de la localidad minera, a unos diez kilómetros de la capital
vizcaína.
Pretendía dirigirse a su trabajo en
Aparcavisa, Centro de Control de Transportes Internacionales, donde realizaba
labores de vigilancia.
Iba solo y vestido de paisano.
Se dirigió a coger el coche aparcado frente a
su casa y, en el momento en que acababa de introducir la llave en la puerta, se
le acercaron los terroristas, hiriéndole mortalmente en la cabeza.
Según testigos presenciales, fueron dos los
terroristas que dispararon contra el guardia civil, en tanto que otro les
esperaba al volante de un vehículo situado en las inmediaciones.
Los terroristas huyeron en un turismo robado
como siempre, que abandonaron en la calle Vicente Durañona del barrio de
Repélega de Portugalete, cerca de una gasolinera.
Los autores materiales del atentado fueron miembros del grupo Vizcaya de
ETA:
Ángel Irazabalbeitia, que fue quien disparó
los tres tiros que acabaron con la vida de José; Lourdes Churruca Medinabeitia
José Luis Martín Carmona.
En los preparativos del
atentado participaron los etarras
Jorge Martínez Aedo
Aitor Bores Gutiérrez.
Todos ellos fueron
condenados en diferentes sentencias, salvo
Ángel
Irazabalbeitia que falleció en noviembre de 1994 en Lujua (Vizcaya) en un
enfrentamiento con miembros de la Ertzaintza al resistirse a ser detenido.
En 1997 la Audiencia Nacional condenó a sendas penas de 38 años a
Churruca Medinabeitia
Martín Carmona.
En 2000 fue condenado
A 28 años, como cómplice
Aitor Bores Gutiérrez, y en 2004, tras ser
entregado temporalmente por Francia, fue condenado
Jorge Martínez Aedo a 32 años por un delito de asesinato
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