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jueves, 5 de mayo de 2022

5 MAYO

 




Categoría: NO DEBEMOS OLVIDAR

 

 

A las 08:00 del

 

5  mayo  1982

 

40º ANIVERSARIO

 

 

ETA asesinaba en BILBAO-PAÍS VASCO-ESPAÑA, al

 

 

ingeniero 

 

ÁNGEL PASCUAL MÚGICA






 

Director  de proyectos de la central nuclear de Lemóniz.

 

El 5 de mayo salió conduciendo su propio vehículo para dirigirse a las oficinas centrales de Iberduero.

En el asiento del copiloto iba su hijo Íñigo, de dieciocho años, al que llevaba a la parada del autobús escolar.

Detrás del coche del ingeniero iban dos vehículos con dos escoltas cada uno.

La densidad del tráfico hizo que Ángel circulase muy despacio.

Al llegar a la altura del número 5 de la calle Virgen de Begoña, dos terroristas se situaron en el lateral del coche, por el lado del conductor, y abrieron fuego contra él.

Los escoltas, pertenecientes a una empresa privada contratada por Iberduero, repelieron la agresión disparando contra los etarras, pero éstos consiguieron huir en un automóvil que les esperaba con un tercer terrorista en su interior.

Ángel recibió varios disparos mortales, mientras su hijo Íñigo sufrió heridas leves en una mano.

El coche, alcanzado en la parte trasera y costado izquierdo, y con las ventanillas destrozadas, chocó contra una tapia.

El vehículo utilizado por los terroristas fue localizado poco después por la Policía en el barrio bilbaíno de La Cruz.

Había sido robado media hora antes de cometer el atentado, en torno a las 7:30 horas.

Tanto en el coche usado por los etarras como en la calle por la que iniciaron la huida, la Policía encontró restos de sangre, lo que significa que alguno de los terroristas fue alcanzado por los disparos de los escoltas.

Pocos días antes se había acordado la creación del Ente Vasco de Energía, organismo del que iba a depender la central de Lemóniz, y el mismo día del asesinato de Ángel se constituía en Vitoria la Sociedad de Gestión de la Central Nuclear de Lemóniz, Sociedad del Gas de Euskadi y Ente Vasco de Energía.

El 13 de mayo la empresa rescindió los contratos de ejecución de obras, suministros y servicios con sus contratas en la central y sólo mantuvieron unos mínimos por seguridad y mantenimiento.

El asesinato de Ángel Pascual tuvo como consecuencia que en septiembre el Gobierno central asumiese la intervención de la central para la continuación y la realización de las obras por parte del Estado.

Sin embargo, un mes más tarde el PSOE ganó las elecciones generales y no se reanudaron las obras, que fueron paralizadas definitivamente por el Ejecutivo de Felipe González.

La moratoria nuclear decretada en 1984 paralizó no sólo las obras de Lemóniz I y Lemóniz II, sino también la de otras tres centrales nucleares que se estaban construyendo en España: Valdecaballeros I y II y Trillo I.

Lemóniz quedó convertida en una especie de fantasmagórico monumento funerario que sirve sólo de recuerdo a las víctimas que ETA se cobró, y especialmente para las familias de los asesinados

   Sus  5 viudas

   Los  17 huérfanos:

     3 de Alberto Negro

     5 de Ángel Baños

     5 de José María Ryan

     4 de Ángel Pascual.

La última víctima de Lemóniz se produjo poco después del asesinato de Ángel.

Fue el niño de 10 años Alberto Muñagorri, herido gravemente el 26 de junio de 1982 en Rentería al dar una patada a una bolsa-bomba colocada por la banda en la puerta de un almacén de Iberduero, propietaria de la central.

Alberto estuvo muchas semanas debatiéndose entre la vida y la muerte, perdió el pie izquierdo y quedó ciego de un ojo.

Además del desastre económico y de las víctimas que ETA provocó por la central, Lemóniz ha quedado también como un monumento que recuerda la claudicación de un Estado ante ETA, una cesión vergonzosa ante una banda asesina que había fagocitado la causa antinuclear de aquellos que se paseaban por el País Vasco con los carteles de "ETA, mátalos".

Y lo que es peor aún: alentada por esta victoria a base de asesinatos, la banda terrorista utilizó su falsa sensibilidad ecologista para oponerse, también violentamente, a la autovía de Leizarán, entre Pamplona y San Sebastián, consiguiendo con complicidades nacionalistas que se variase su trazado.

Previamente, la banda se había cobrado la vida de cuatro personas (dos empresarios y dos policías nacionales) y había realizado más de 200 atentados y actos de sabotaje.

En este caso, los terroristas unieron a la causa ecologista un argumento delirante: la autopista tenía fines bélicos, es decir, servía para que los tanques españoles llegaran antes al País Vasco en caso de un hipotético golpe de Estado.

Su última "causa" ha sido su frontal oposición a la construcción del Tren de Alta Velocidad.

Su hijo Íñigo Pascual Ramos sería años más tarde concejal de Sartaguda por el partido Unión del Pueblo Navarro.

 

Entre 2003 y 2007 fue alcalde de la localidad.

 

Cuando en diciembre de 2008 ETA asesinó a Ignacio Uría Mendizábal, empresario que trabajaba en la construcción del Tren de Alta Velocidad vasco, declaró en El Correo que "cada vez que estos sinvergüenzas cometen un asesinato, te vuelven a abrir la herida. Entonces empiezas a pensar en la mujer y los hijos de ese señor y en lo que tú viviste en ese momento".

 

 

A LAS 15:00 DEL

 

5 MAYO 1987

 

35º ANIVERSARIO

 

Moría  

miembro de la Unión General de Trabajadores (UGT) y uno de los heridos en el atentado cometido el 25 de abril de 1987 contra la Casa del Pueblo de Portugalete

 

FÉLIX PEÑA MAZAGATOS





Que  fue atacada con cócteles molotov.

La noche del atentado se encontraba tomando un vino con un amigo en la Casa del Pueblo de Portugalete.

Uno de los cócteles molotov lanzados al interior de la sede socialista le explotó junto a los pies, prendiéndole fuego en la ropa.

Igual que Maite Torrano Francia, que falleció tres días después, Félix sufrió gravísimas quemaduras en el 50% de su cuerpo.

 

Además, tenía quemaduras internas como consecuencia de la inhalación del humo provocado por el incendio.

 

Se mantuvo durante varios días en estado muy grave en el Hospital de Cruces de Baracaldo.

Tras experimentar una ligera mejoría en su gravísimo estado, los médicos se animaron a intervenirle para efectuarle injertos en el 14% de su superficie corporal el mismo día 5 de mayo.

Al final de la operación sus constantes eran estables, pero falleció a las 14:45 horas.

 

La capilla ardiente con los restos mortales de Félix Peña quedó instalada al día siguiente, 6 de mayo, en la sede socialista de Portugalete.

 

El ataque a la Casa del Pueblo de Portugalete fue cometido por un grupo de terroristas callejeros, autodenominado Mendeku, considerado en medios de la Seguridad del Estado como una organización que hace "los trabajos sucios a Herri Batasuna".

 

 

5 de los integrantes del Colectivo Mendeku fueron condenados en 1991 a 20 años de reclusión menor.

 

 

Fueron

 

   José Antonio Basterra Urrutia

 

   Carlos Ciriaco Lázaro

 

   Miguel Ángel Guerra Falcón

 

   José Andrés Uribarrena Ochoa

 

   José Manuel Vázquez Centeno.

 

   Jesús López Santa Coloma, que entonces tenía 17 años, fue condenado a 12 años de prisión menor.

 

Un séptimo participante

 

   Aitor Calvo Barreras, fue puesto a disposición del Tribunal Tutelar de Menores y absuelto posteriormente.

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