ETA asesina a
1 directivo de Michelín
1 GUARDIA
CIVIL
1 concejal del PP
25 de Junio de 2011 - 09:10:01 - M.J. Grech
Categoría: NO DEBEMOS OLVIDAR
Hacia
13:30
del
25 junio 1980
42º aniversario
ETA asesinaba de un tiro en la nuca al
jefe de las oficinas
técnicas de la factoría Michelín de Vitoria.
LUIS
MARÍA HERGUETA GUINEA
El atentado se produjo cuando se disponía a entrar
en su domicilio en la calle Dato, tras haber salido de la factoría Michelín.
Momentos antes había aparcado su automóvil en
una plaza cercana y había comprado el periódico en el quiosco de la estación de
ferrocarril, situado en las proximidades.
Era su rutina diaria, que los etarras que
acabaron con su vida conocían muy bien.
Según testigos presenciales, 3 individuos se le
acercaron por la espalda y, cuando Hergueta se disponía a entrar en el portal
de su domicilio, uno de ellos efectuó dos disparos que le alcanzaron en la nuca
y le causaron la muerte en el acto.
En ese momento, numerosas personas transitaban
por la calle Dato y fueron testigos del asesinato.
Un guardia municipal desenfundó su pistola e
intentó detener a los terroristas, pero se le encasquilló el arma y no pudo
hacer nada.
Los directivos de la factoría Michelín, empresa en
la que se habían registrado diferentes conflictos laborales,
habían sufrido varios atentados y secuestros.
La dirección de la fábrica había remitido a la
comisaría de Policía de Vitoria, días antes de ese atentado, la fotocopia de
una carta en la que se hacía referencia a una conversación que se había escuchado
en un bar de Vitoria entre el familiar de un despedido de la factoría y otra
persona.
Según esa conversación, el despedido sabía
que se
estaba preparando "algo" contra Jesús Casanova y
Luis Hergueta.
Pocos días después, el 19 de febrero, mientras
las negociaciones para un nuevo convenio entre empresa y trabajadores estaban
paralizadas, fue también secuestrado Luis Abaitua,
director de la factoría alavesa.
Entre sus secuestradores estaba Arnaldo Otegi,
entonces integrado en ETA político-militar y, posteriormente, en su brazo
político, Herri Batasuna.
En los dos años de situación de conflicto
laboral en la fábrica de Vitoria -ya que la firma del convenio del año anterior
(1979) no solucionó los problemas-, Luis Hergueta y otros dos o tres directivos
se habían ganado fama de duros en la negociación de los convenios.
Fuentes laborales lo señalaron como beligerante
en los enfrentamientos producidos, en los meses anteriores, entre huelguistas y
no huelguistas, que decidieron desafiar a los grupos de trabajadores
concentrados en la puerta de la fábrica.
En 1982
fueron condenados por un delito de colaboración con banda armada 2
trabajadores de la fábrica Michelín en Vitoria: Modesto García
Marañón y su esposa, Miren Edurne García Artal.
Fueron
ellos quienes, durante el juicio, reconocieron a José Antonio Urrutikoetxea
Bengoetxea, Josu Ternera, como el
terrorista que, en compañía de otro no identificado, les pidió una fotografía
de Luis María Hergueta para poder atentar contra él.
Muchos
años después, en septiembre de 2005, mientras Josu Ternera estaba
en paradero desconocido, el juez de la Audiencia Nacional,
Santiago Pedraz, solicitó a Interpol España la busca y captura del dirigente
etarra por considerarlo autor de un delito consumado de asesinato en la persona
de Luis María Hergueta.
Urrutikoetxea,
considerado uno de los "históricos" de ETA, se encontraba en paradero
desconocido desde que en 2002, siendo parlamentario vasco, fuera citado por el
Tribunal Supremo como imputado en el atentado contra la casa cuartel de
Zaragoza.
Su
última aparición en una sesión plenaria del Parlamento Vasco se produjo el 12
de julio de 2002 y, desde noviembre de ese mismo año, pesa sobre él una orden
internacional de busca y captura.
En
diciembre de 2004, dos años y medio después, el Tribunal Superior de Justicia
del País Vasco decretó la suspensión de su condición de parlamentario.
Luis
María Hergueta Guinea tenía 52 años.
Era conocido por su afición al deporte de la
pelota, en su modalidad de pala, y de hecho se encargaba de organizar
competiciones en las que participaban trabajadores de la empresa.
Se trataba de una persona relativamente conocida
en la ciudad, al ser de ascendencia alavesa y proceder también su esposa de un
pueblo de Álava.
Luis era perito industrial, aunque desempeñaba
un nivel laboral equivalente al de ingeniero.
Fue enterrado en el cementerio de Ormaiztegui
(Guipúzcoa) tras el funeral celebrado en la Iglesia de San Miguel de Vitoria.
En
torno a las 12:00
del
lunes 25 junio 1990
32º aniversario
sargento de la Guardia
Civil
JOSÉ LUIS HERVÁS MAÑAS
Moría en un
tiroteo con 3 miembros de la banda terrorista ETA en un paraje montañoso de
Navarra conocido como la Foz de Lumbier.
Hervás Mañas formaba parte de una patrulla de
vigilancia de la Guardia Civil para proteger a los turistas que visitaban el
paraje natural de la Foz de Lumbier, pues se habían producido muchos robos a
campistas en esa zona durante los meses anteriores.
El 25 de junio los ocupantes de dos coches
todoterreno de la Guardia Civil observaron los movimientos sospechosos de tres
individuos que estaban acampados en la orilla del río Irati.
El sargento Hervás bajó por un terraplén para
pedirles la documentación y que le mostraran el contenido de sus mochilas.
En ese momento el etarra Germán Rubenach Roig, uno
de los tres sospechosos, disparó al guardia civil, provocándole la muerte.
Hervás Mañas fue alcanzado por tres disparos en el
cuello, el pecho y un brazo.
Una vez en el suelo, le robaron su arma
reglamentaria.
Rubenach estaba acompañado por Juan María
Lizarralde Urreta y Susana Arregui Maiztegui.
Los tres habían sido trasladados días antes a la
Foz de Lumbier por Javier María Goldaraz Aldaya y Juan José Zubieta Zubeldia.
Haciéndose pasar por excursionistas, estudiaban los
hábitos y rutinas de las patrullas de la Guardia Civil con el fin de atentar
contra sus miembros.
Tras asesinar al sargento Hervás, se produjo un
intercambio de disparos entre los tres terroristas, que abrieron fuego para
cubrir su fuga, y los demás guardias civiles que componían la patrulla de
vigilancia, resultando gravemente herido el sargento de la Guardia Civil José
Domínguez Piris, comandante del puesto de la cercana localidad
de Yesa.
Fue trasladado a la Clínica Universitaria de
Pamplona, donde se le intervino quirúrgicamente para intentar extraerle una
bala que le había entrado por la cadera derecha y había quedado incrustada en
la zona posterior izquierda del sacro.
Los tres terroristas huyeron a pie y en su huida
se les cayó una bolsa en la que, entre otros objetos, se encontró una pistola
del calibre
Inmediatamente se organizaron patrullas de la
Guardia Civil que acordonaron y batieron la zona, apoyadas por helicópteros.
Cerca de las 21:00 , una de las patrullas encontró
en la orilla del río Irati a un hombre con una herida de bala en la cabeza, que
poco después fue identificado como Germán Rubenach Roig, antiguo integrante del
grupo Txalupa de ETA, ya desarticulado.
El etarra fue trasladado al Hospital de Navarra donde,
a medianoche, fue intervenido quirúrgicamente.
Al día
siguiente, hacia las 9:00 horas, cuatro guardias civiles que seguían batiendo
la zona encontraron
los cadáveres de Juan María Lizarralde y Susana Arregui a
orillas del río Iratí, a unos quinientos metros de donde había sido asesinado
el sargento Hervás el día anterior.
Ambos
presentaban disparos de bala en la cabeza.
Debajo del
cuerpo de Arregui encontraron la pistola reglamentaria del sargento asesinado,
mientras que debajo del cadáver de Lizarralde se encontró una pistola marca
Browning.
Esta
última pistola es la que se había utilizado para acabar con la vida del ex
policía nacional Francisco Almagro Carmona,
asesinado en Pamplona el 3 de junio de ese mismo año.
La Guardia Civil encontró entre las pertenencias
de los terroristas abandonadas en la Foz de Lumbier (Navarra), notas
manuscritas tomadas la semana anterior sobre los movimientos por la zona de
patrullas del Instituto Armado, por lo que consideraron probable que estuvieran
preparando un atentado.
En un fallo de 1995 la Audiencia Nacional señaló
que no había pruebas sólidas para sostener que se hubiera producido ni un
suicidio colectivo, ni un "homicidio consentido" acordado entre los
tres etarras para quitarse la vida.
En 1992 Germán Rubenach Roig fue juzgado y
condenado a 57 años de reclusión por el asesinato de José Luis Hervás y el asesinato
frustrado de José Domínguez Piris, entre otros delitos.
En ese mismo fallo se condenó a Juan José Zubieta
Zubeldia a 24 años de cárcel como autor de un delito de atentado en grado de
conspiración.
En 1993 fue condenado Javier María Goldaraz Aldaya
a 23 años de cárcel como autor de los delitos de militancia en banda terrorista
y atentado en grado de conspiración.
Estos dos últimos etarras fueron los que
trasladaron a Rubenach, Lizarralde y Arregui hasta la Foz de Lumbier para que
preparasen un atentado contra la Guardia Civil.
25 junio 1998
24º
aniversario
Se consumaba la crónica de una muerte anunciada.
La banda terrorista ETA asesinaba mediante una moto-bomba a
concejal del Partido Popular en el Ayuntamiento de
Rentería
MANUEL FRANCISCO
ZAMARREÑO
VILLORIA
En el
atentado resultaron heridos
1 ertzaina escolta del edil
2 vecinas del lugar.
Los hechos ocurrieron sobre las 11:10 horas de
la mañana en el barrio de Capuchinos de Rentería.
Manuel Zamarreño, acompañado por su escolta,
acababa de comprar el pan en un establecimiento que dista unos trescientos
metros de su domicilio, tal y como hacía habitualmente.
Apenas había caminado unos metros cuando explotó
una moto-bomba, cargada con tres kilos de amonal, aparcada en la acera y
accionada a distancia.
La moto era tipo scooter y fue activada desde una
ladera cercana, desde la que se podía vigilar los pasos de Zamarreño en lo que
era su rutina habitual.
Manuel Zamarreño, que vivía en el número 6 de la
calle de Basanoaga, solía bajar a buscar el pan entre las once y la una del
mediodía.
De vez en cuando, el concejal popular compraba
el periódico en un quiosco próximo a su domicilio, y tampoco era extraño verle
paseando por el barrio, en los últimos meses acompañado de un escolta, según
relataron algunos vecinos.
La explosión afectó de lleno al edil, que quedó
tendido sin vida entre dos coches aparcados en batería.
Juan
María Quintana, el escolta, se encontraba a unos cinco metros del edil cuando se
produjo la explosión.
El cadáver de Manuel Zamarreño, 7 concejal del
Partido Popular muerto en atentado en poco más de 3 años, permaneció tumbado en
el suelo, cubierto por una manta, por espacio de 2 horas y media, hasta que el
juez ordenó su levantamiento.
Manuel llevaba poco más de un mes en la
concejalía que había ocupado José Luis Caso, pues tomó
posesión de la misma el 21 de mayo.
Ambos habían sido compañeros en Astilleros
Luzuriaga durante 24 años.
Por amistad con José Luis, Manuel se había
afiliado al PP en 1995 y había aceptado ir 3 en las listas de Rentería, una
localidad con fuerte presencia de proetarras radicales.
Poco antes de morir, Zamarreño explicó el motivo
por el que decidió sustituir a José Luis: "Es un homenaje a mi amigo y
compañero José Luis.
Lo tenía decidido desde el principio, lo dije en
su día, cuando me lo propusieron en Irún, y no he cambiado de opinión en ningún
momento.
No he tenido ninguna duda, siempre he estado
convencido."
En la toma de posesión, Zamarreño
acusó directamente a los 5 ediles de Herri Batasuna de
haber facilitado información a la banda terrorista para llevar a cabo el
asesinato de su antecesor en el puesto.
Según denunció Zamarreño, Caso no era conocido
en Rentería, ya que residía en Irún, una población cercana, por lo que los
concejales de HB habían tenido que actuar como un "comando
de información de ETA" para que la banda lo
asesinase.
Estas acusaciones dieron lugar a la presentación
contra Zamarreño de una demanda por calumnias de los ediles de HB, lo que
retrasó la toma de posesión de su cargo.
Desde el momento en que decidió sustituir a
Caso, Zamarreño sufrió todo tipo de amenazas y coacciones, una auténtica
campaña de acoso y derribo que desembocó en su asesinato.
Primero le quemaron su vehículo.
Después, siguió una campaña de difamación, el
reparto de carteles vejatorios con su fotografía, pintadas con su nombre en una
diana...
Ante esta situación, Zamarreño declaró a la
prensa: "Aquí
he nacido y aquí me quedo".
Manuel tuvo el coraje de quedarse en Rentería, a
pesar del asesinato de su amigo José Luis y de que la edil popular, Concepción
Gironza, tuvo que marcharse del País Vasco después de que ETA
colocara una bomba en su domicilio particular, y en el de otros cuatro cargos
públicos del PP, el 1 de abril de ese mismo año.
Es la
triste realidad de muchos cargos público del PP, realidad que, por desgracia,
no ha cambiado.
El 20 de
mayo de 2011, María Ángeles Bastos, concejal del PP en el
Ayuntamiento de Rentería, denunció en COPE la situación que vive desde hace
trece años.
Desde el
momento en que entró en política, la han despedido de todos los empleos.
A sus 54
años trabaja
limpiando casas y ha tenido que buscar empleo como
asistenta fuera de su pueblo.
Tiene
que asistir a esas casas donde limpia acompañada por sus guardaespaldas.
"Trabajo
fuera de Rentería, en Rentería no puedo trabajar, si alguna vez me han ofrecido
un trabajo, me he tenido que buscar una excusa para no hacerlo.
Trabajo
fuera y nadie sabe quién soy", declaró en la emisora. María
Ángeles Bastos es, junto a Lucía Peralta, una de las dos concejalas del PP en
Rentería.
Bastos
tomó la decisión de presentarse al Ayuntamiento de su pueblo en una época en
que acababan
de asesinar a Manuel Zamarreño y, al igual que él, ha
sufrido los ataques de los proetarras, que le han quemado el coche y han
llenado de pintadas su fachada.
En el
asesinato de Manuel Zamarreño participó, presuntamente, uno de los etarras más
sanguinarios de la banda
Francisco Javier García Gaztelu, alias Txapote.
Con mayor o menor grado de participación, las Fuerzas de Seguridad le consideran implicado en catorce asesinatos, entre ellos, y como autor material, en el de Miguel Ángel Blanco.
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