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viernes, 29 de julio de 2022

29 JULIO

 




Categoría: NO DEBEMOS OLVIDAR

 

 

 

Horas después del asesinato de los policías nacionales

 

   Emilio López de la Peña

     

      Miguel Ángel Saro Pérez

 

En  torno a las 23:45 del 28 de julio de 1979, ETA ametrallaban desde un Peugeot 404 la casa cuartel de la Guardia Civil en el barrio donostiarra de Herrera, alcanzando a 3 agentes.

 

Dos de ellos

 

 

Brigada 

 

MOISÉS CORDERO LÓPEZ 



Agente

 

ANTONIO PASTOR MARTÍN 








Fallecieron  horas después

 

 

29  julio  1979

 

43º   aniversario

 

 

En  la residencia Nuestra Señora de Aránzazu de San Sebastián.

 

 

HERIDO

 

      José Álvarez Hillos

 

La ofensiva iniciada por ETA militar el día anterior en Bilbao y San Sebastián, con el asesinato de 2 policías y 2 guardias civiles, la continuó el 29 de julio de 1979 en Madrid la rama político-militar de la banda asesina con una cadena de atentados indiscriminados en el 

   Aeropuerto  de Barajas

   Estación  de tren  Atocha

   Estación  de tren  Chamartín 

Que  dejarían 7 víctimas mortales y más de 100 heridos.

En sólo 14  minutos  ETA sembró el caos, el pánico y el terror en Madrid-ESPAÑA

Resultaba ciertamente paradójico que una de las ramas de ETA asesinaba para oponerse al Estatuto de Guernica, mientras la otra ponía en marcha su campaña de "Con el Estatuto, los presos a la calle" con 3 bombas consecutivas en Madrid.

 

  bomba  explotaba 

A  las 13.01 horas

En  la consigna de equipajes de llegadas nacionales del aeropuerto de Barajas de Madrid-ESPAÑA, causando la muerte en el acto del

 

 SUBMARINISMO

JOSÉ MANUEL AMAYA PÉREZ




Delegado  del equipo de submarinismo de Tenerife que se disponía a coger un avión de vuelta a la isla tras participar en un campeonato en Oviedo.

Se trataba de una maleta-bomba, cargada con 6 kilos de amonita, situada cerca de la pared interior de la consigna contigua a los servicios.

 

HERIDOS

Varios miembros del equipo de submarinismo resultaron alcanzados por la onda expansiva y heridos de gravedad: 

      Francisco Rodríguez

      Luis Ulé

      Juan Antonio Galindo.

Otras 4 personas también resultaron gravemente heridas.

 

Pocos minutos más tarde,

 

A  las 13:11 horas

 

Explotaba  la 2º bomba, esta vez colocada en las taquillas automáticas de la estación de Chamartín-MADRID-ESPAÑA, causando la muerte en el acto de la

 

 

estudiante danesa 

 

DOROTHY FERTIG



 

Que  fue decapitada por la onda expansiva.

 

La maleta llena de explosivos, igual que la de Barajas con unos seis kilos de amonita, estaba en una de las taquillas automáticas del armario central de la consigna, junto a la sala de espera llena de viajeros y muy cerca de las cafeterías de la planta baja.

 

La explosión provocó medio centenar de heridos, entre ellos una joven alemana compañera de Dorothy Fertig.

 

Casi todos los heridos fueron trasladados al Hospital de La Paz.

 

Uno de ellos, el joven atleta José Manuel Juan Boix, falleció casi 3 semanas después, el 18 de agosto de 1979.

 

Hubo, además, cuantiosos daños materiales, y el servicio ferroviario tuvo que ser interrumpido durante horas.

 

Cuatro minutos después, a las 13.15 horas

 

3º bomba explotaba en la oficina de facturación de coches-cama en la estación de Atocha-MADRID-ESPAÑA, detrás de la caseta de información a los viajeros y, como las otras dos, en una cabina de consigna de equipajes.

 

La explosión provocó la muerte en el acto del

 

 

guardia civil 

 

JUAN LUNA AZOL





 

Del  ama de casa 

 

GUADALUPE REDONDO VIAN



Joven  

 

JESÚS EMILIO PÉREZ PALMA



Que  falleció pocas horas después en la residencia sanitaria Primero de Octubre.

 

El marido de Guadalupe, Dionisio Rey Amez, falleció cuatro días después, el 2 de agosto.

 

HERIDOS

 

También resultó herida grave la hija de ambos, Carmen Rey Redondo.

 

Esta tercera explosión provocó más de cuarenta heridos, alguno en estado grave o muy grave, que fueron trasladados al Hospital Primero de Octubre.

 

A partir de ese momento el caos y la confusión de los instantes iniciales dieron paso a la movilización de efectivos sanitarios y de ciudadanos particulares que acudían masivamente a la llamada de las emisoras de radio pidiendo sangre.

La respuesta ejemplar de los madrileños hizo que se cubriesen enseguida las necesidades y que las emisoras de radio tuviesen que pedir que no acudiese nadie más a los hospitales.

Barajas, Chamartín y Atocha temblaron con unos seis kilos de explosivos de alta velocidad que, en los tres casos, se había colocado en maletas con temporizadores.

Los tres atentados dejaron un saldo de siete muertos (dos de ellos en días posteriores) y ciento trece heridos, algunos muy graves, que se repartieron entre La Paz, Primero de Octubre, el Francisco Franco y la casa de socorro de Retiro-Mediodía.

Veinte heridos menos graves fueron atendidos en el botiquín de las instalaciones de Renfe.

Entre los heridos más graves trasladados a

 

HOSPITAL  LA  PAZ

     

      Agustina Rubia Carballo

      Ángel Galindo Gutiérrez

      Francisco la Rubia Baena

      Eladio Vallina Mayo

      Manuel Gallardo Mera

      Francisco Rodríguez Padón

      Luis Hanle

      José Francisco Espejo Roig

      Javier Rodríguez Villarino

      Eusebio García Martín

      Ildefonso Gallardo Serrano.

 

Hospital Francisco Franco

 

Magdalena Olmedia Márquez

Francisca Pico Gómez

Nicolás Peñaranda Romero

Juan Díaz Martínez

Gerardo Cuesta Recio

Consuelo Alina de Juanes

Francisco Alcaide Carmona

Los  británicos

Benjamín Patrick Gaunt

Thomas Murty

Los  canadienses

Georget Alace Dagon

Angeles Lapace.

En el Primero de Octubre

Isabel García Sánchez (mutilada)

Gonzalo Joaquín Viana

José María (Chema) Arconada Blanca

María Rosales Mazachin.

 

29  julio  1985

37º  ANIVERSARIO

 

ETA ametrallaban al,

 

vicealmirante de la Armada y director general de Política de Defensa

FAUSTO ESCRIGAS ESTRADA




A  su chófer, Francisco Marañón García, que quedó gravemente herido.

El atentado se produjo a unos cien metros del domicilio del vicealmirante, que se dirigía en ese momento al Ministerio de Defensa, para incorporarse a su despacho tras pasar varios días de descanso en Puentedeume (La Coruña).

 

Iñaki de Juana Chaos, Belén González Peñalva y Juan Manuel Soares Gamboa cruzaron su vehículo en la confluencia de las calles Comandante Zorita y Dulcinea, cortando de esta forma el paso del vehículo en el que iban el militar y su chófer.

En ese momento, Soares Gamboa ametralló el vehículo oficial con varias ráfagas, matando en el acto al vicealmirante Escrigas, que recibió doce impactos de bala, e hiriendo a Francisco Marañón, que fue alcanzado en la cabeza y las piernas.

El terrorista efectuó, al menos, dos ráfagas de metralleta por la parte derecha del automóvil oficial, y posteriormente realizó otra por la parte izquierda.

Las dos ventanillas laterales derechas y la lateral delantera izquierda quedaron destrozadas.

A continuación, se montó en el vehículo donde esperaban De Juana y González Peñalva, dándose a la fuga.

El automóvil utilizado por los terroristas fue abandonado, con cinco kilogramos de explosivo en su interior, en la calle de Anastasio Herrero, poco transitada, estrecha y situada aproximadamente a un kilómetro del lugar del atentado.

El coche fue dejado en doble fila e impedía el paso de otros coches, por lo que algunos automovilistas, ayudados por empleados de un taller próximo, lo estuvieron moviendo y empujándolo incluso con otro coche para retirarlo y facilitar el tránsito.

El coche fue localizado desde un helicóptero policial poco antes de las nueve de la mañana. En su interior, la Policía observó que había una bolsa de deportes junto a los pedales del conductor y otra en el maletero.

Toda la zona contigua fue acordonada por la Policía y desalojadas las casas cercanas. Varios artificieros inspeccionaron el vehículo y lograron desactivar un sistema de relojería que hubiera provocado la explosión del artefacto hacia las 13:05 horas.

"Cuando muera, en la lápida deberían poner: ‘Ahí tenéis un trozo de carne con ojos’, porque eso es lo que soy yo, un trozo de carne con ojos", dijo Francisco Marañón, uno de los protagonistas del documental Trece entre mil, de Iñaki Arteta y Alfonso Galletero (2005) y uno de los testimonios recogido en Olvidados, de los mismos autores (Adhara, 2006):

"Y lo que digo yo, a los caballos de carreras cuando no sirven, cuando se han roto una pata, pum, un tiro y a dejar de sufrir. Así tendrían que hacer conmigo y adiós a los dolores (...) Era un 29 de julio de 1985, de eso me acuerdo perfectamente. Yo, como siempre, iba hablando con el almirante. Teníamos la costumbre de ir con la ventanilla bajada, pero él siempre sacaba el brazo y yo no hacía más que decirle: ‘Almirante, meta el brazo para dentro que un día viene un coche y se lo corta’. ‘Anda, anda, cállate y no digas burradas’, recuerdo que me dijo. 

Y llegamos al semáforo. Luego ya no recuerdo nada más que un ‘ta ta ta ta’, ‘ta ta ta ta’, durante años estuve escuchando el sonido de aquella metralleta (...) Aquel día, creo que fue aquel día o uno de aquellos días, le dije al ayudante del almirante: ‘Le voy a pedir permiso al almirante para irme de vacaciones’. ‘Espérate’, me dijo, ‘le vas a llevar a Pontedeume, lo dejas, te vienes para acá y te vas con permiso. Ya te avisaré yo’. Lo tenía todo para irme de permiso. Nos íbamos a ir en una roulotte que había comprado aquel año. No la llegué a estrenar. 

De lo que aún me acuerdo con nitidez es de que mi mujer me había dicho: ‘A ver si esta noche vienes antes porque el nieto hace seis años’. 

Mi mujer era muy golosa y había comprado una tarta enorme. Le dije: ‘No te apures que vendré a tiempo de celebrar el cumpleaños’. ¡Qué seis años tuvo mi pobre nieto! (...) Yo ya no me enteré de nada hasta tres o cuatro meses después. No sé ni cuanto tiempo estuve en la UVI. 

El médico dijo que me quedaría ciego o tonto, pero se equivocó, aunque me tuvieron que enseñar de nuevo a hablar (...) Cuando desperté y me enteré en la situación en la que me encontraba lo único que deseaba era morirme. Y el caso es que intenté tirarme por la ventana, pero como no podía andar tuve que utilizar una silla de estas y antes de alcanzar la ventana me caí. Me tuvieron que atar. Mi pobre mujer era la que peleaba conmigo. Yo lloré mucho aquellos días y mi mujer lloraba conmigo. Nada me quita de la cabeza que la enfermedad que cogió ella en el pecho fue por los disgustos que tenía. 

Al final la operaron (...) Murió el 11 de diciembre de 1987. El cáncer de mama se la llevó (...) Ahora, por la mañana viene Betty y estoy acompañado por ella. Luego me acuesta y me quedo ahí. 

Los domingos no me levanto de la cama porque nadie me acuesta, no hay nadie para acostarme. Y sólo puedo esperar".

 

En 1995 la Audiencia Nacional condenó a 48 años de reclusión mayor a

   Inés del Río Prada por su colaboración en el atentado que acabó con la vida del vicealmirante Escrigas Estrada e hirió gravemente a Francisco Marañón.

Por la misma sentencia fueron condenados

   Iñaki de Juana Chaos

   Esteban Esteban Nieto a 55 años cada uno. En 1996 fue condenado

   Juan Manuel Soares Gamboa a 27 años y en 2006

   Belén González Peñalva, extraditada por Francia en 2005, fue condenada a un total de 53 años.

 

29  julio  1985

37º  ANIVERSARIO

 

ETA asesinaba en Vitoria-PAÍS VASCO-ESPAÑA, de un tiro en la nuca al,

 

subcomisario del Cuerpo Superior de Policía 

AGUSTÍN RUIZ FERNÁNDEZ DE RETANA 




Cuando  se dirigía en compañía de unos amigos a un bar del centro de Vitoria. 

Varios individuos le abordaron por detrás y uno de ellos le disparó un único tiro en el cuello. 

La víctima cayó mortalmente herida, en medio de un gran charco de sangre, mientras los agresores emprendían la huida a pie.

El cuerpo de Agustín fue recogido por miembros de la propia Policía Nacional, que lo trasladaron hasta el Hospital General Santiago Apóstol, de Vitoria, donde ingresó cadáver.

En el momento de producirse el atentado la calle, situada en las inmediaciones del casco antiguo de Vitoria, estaba muy concurrida. 

Uno de los amigos que iba con él esa noche, y que presenció su asesinato desde unos metros detrás de él, señaló que "se trataba de una persona maravillosa, incapaz de hacer mal a nadie, y a quien todos querían mucho. 

Todos los días tomaba vinos por esta zona, y nunca nos había comentado que tuviera miedo o se sintiera amenazado". 

Agustín solía ir desarmado cuando salía por las noches, a pesar de que había recibido amenazas de ETA. 

Al frecuentar siempre la misma zona de bares de la capital alavesa, era un blanco fácil de la banda asesina.

 

En 1987 la Audiencia Nacional condenó a los etarras

 

   Ricardo Izaga González, alias Txomin

 

   Jesús Díaz de Heredia Ruiz de Arbulo, alias Josu, a 29 años de reclusión mayor por el asesinato del subcomisario de Policía.

 

Ambos fueron detenidos en febrero de 1986 en Vitoria.

 

   Izaga González fue excarcelado en 2002.

 

   Jesús Díaz de Heredia Ruiz de Arbulo tenía fijada la fecha de excarcelación para octubre de 2009, pero la aplicación de la doctrina Parot ha retrasado su salida hasta febrero de 2016.

 

 

El 29 de julio de 1994 ETA hizo estallar un coche-bomba en Madrid al paso del vehículo en el que viajaba el 


teniente general del Ejército y director general de Política de Defensa, 

FRANCISCO VEGUILLAS ELICES






Que  había sucedido en el puesto al vicealmirante Fausto Escrigas Estrada, asesinado el mismo día nueve años antes.

La explosión provocó la muerte casi en el acto del teniente general Veguillas y de su chófer,

 

Conductor  civil del Ministerio de Defensa

FRANCISCO JOAQUÍN MARTÍN MOYA




Además  de la de 


Tramoyista de la Compañía de Ballet Clásico de Madrid

CÉSAR GARCÍA CONTONENTE


Operario  de una compañía de danza que se encontraba en esos momentos trabajando en la zona.

La onda expansiva reventó a César García y parte de su cuerpo quedó colgando de uno de los balcones próximos.

Los responsables del Instituto Anatómico Forense tardaron casi cuatro horas en identificar los tres cadáveres, ya que los cuerpos quedaron totalmente destrozados y carbonizados.

 

HERIDOS

Otras diecinueve personas resultaron también heridas por la onda expansiva, dos de ellas de gravedad.

Entre los heridos se encontraban dos policías municipales que patrullaban la zona, tres guardias civiles, escoltas del teniente general que viajaban en otro vehículo, y otros tres operarios de Los Ballets de Madrid que trabajaban junto a su compañero César García.

 

En torno a las ocho y media de la mañana, el etarra Mikel Azurmendi Peñagaricano, alias Hankas, tras ser avisado por Juan Arri Pascual, alias Carlos y Munipa, de la llegada a la plaza del vehículo oficial blindado procedente de la calle Arenal, accionó el mando a distancia que activó el mecanismo del artefacto cuando el coche del objetivo de ETA pasaba a la altura del coche-bomba.

 

Además de los muertos y heridos, la explosión de los 49 kilos de amosal y dos de amerital, metidos en dos ollas de cocina y con dos bidones de gasolina, provocó daños en cuarenta viviendas y locales, además de en sesenta y cinco vehículos estacionados en las proximidades.

Algunos trozos de los turismos fueron arrancados de cuajo y lanzados por el aire a varias decenas de metros, como el techo de un automóvil que apareció en el tejado de una casa.

El vehículo utilizado por los terroristas para cometer el atentado había sido robado días antes en Madrid. Probablemente, los etarras aparcaron el vehículo minutos antes del atentado, en la plaza de Ramales esquina con la calle Santiago, puesto que estaba mal estacionado y sobresalía un poco de la esquina.

El triple asesinato fue ampliamente cubierto por la prensa española, en un momento en el que estaba en cuestión la política de reinserción de etarras, incluidos aquellos con delitos de sangre, puesta en marcha desde que, el 5 de mayo de 1994, Juan Alberto Belloch había asumido la doble cartera ministerial de Justicia e Interior. 


Por ello ABC tituló al día siguiente "ETA da las gracias a Felipe González por la reinserción de terroristas con delitos de sangre".

 

 

Mikel Azurmendi Peñagaricano, alias Hankas, fue detenido en marzo de 1998 en Sevilla, cuando ya estaba integrado en el grupo Andalucía de ETA.

 

En febrero de 2001 la Audiencia Nacional lo condenó a 208 años de prisión mayor por el atentado de la plaza de Ramales.

 

En abril de 2003 es extraditado por

 

   Francia Álvaro Juan Arri Pascual, alias Carlos y Munipa.

 

En diciembre de 2005 la Audiencia Nacional lo condena a 208 años de reclusión por su participación directa en el mismo atentado. El tribunal considera probada su integración desde 1992 en el grupo Madrid de ETA, junto a Mikel Azurmendi y otros.

 

En noviembre 2003 es también extraditada por Francia la etarra Idoia Martínez García, alias Francisca y Olga, presuntamente implicada en este atentado según fuentes del Ministerio del Interior.

 

 

 

Pasadas las 11:30 del

 

29  julio  2000

 

22º aniversario

 

 

ETA asesinaba en Tolosa-Guipúzcoa-país vasco-españa al,

 

 

directivo de Aldeasa y ex gobernador civil de Guipúzcoa 

 

JUAN MARÍA JÁUREGUI APALATEGUI





 

Jáuregui recibió dos disparos en la nuca cuando se encontraba sentado en una de las mesas del Bar-restaurante Frontón, en compañía del periodista de la televisión autonómica Euskal Telebista, Jaime Otamendi, con el que mantenía una estrecha relación.

Una hora antes hizo explosión un coche que habia sido robado como siempre en Villabona, localidad próxima a Tolosa, siendo el vehículo utilizado por los terroristas en su huida.

Juan María Jáuregui había salido de su casa, situada en su localidad natal de Legorreta, alrededor de las once de la mañana y se dirigió directamente en su coche al bar del frontón Beobide, donde acostumbraba a acudir los sábados cuando estaba de visita en el País Vasco.

Según explicó un empleado del local los dos terroristas entraron un cuarto de hora antes de que dispararan contra el ex gobernador civil, cuando la víctima ya se encontraba en el bar.

Los dos etarras pidieron una consumición y permanecieron en la barra hasta que, en un momento dado, uno de ellos fue al cuarto de baño.

Tras salir, disparó por la espalda a la víctima. Después de disparar, los pistoleros abandonaron el lugar corriendo y continuaron la huida en un coche donde les esperaba un tercer terrorista.

 

En febrero de 2004 la Audiencia Nacional condenó a

 

   Patxi Xabier Makazaga

   Ibon Etxezarreta a 39 años de cárcel, y a

   Luis María Carrasco a 36 años.

Los tres eran miembros del grupo Buruntza de ETA a los que dirigentes de la banda, sabiendo que Jáuregui estaba en Guipúzcoa, les encargaron que lo asesinaran. Lo intentaron el 22 de julio, pero desistieron al encontrarse en El Frontón personas que les conocían. Sí lo consiguieron una semana más tarde, el 29 de julio. Mientras Etxezarreta se quedaba a la espera en el vehículo en el que luego emprenderían la huida, Carrasco y Makazaga entraron en el bar y pidieron unas consumiciones. Cuando se cercioraron de que era factible, Makazaga se acercó a Jáuregui y le disparó por la espalda dos tiros en la cabeza

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