ETA
ASESINA
CONRADA MUÑOZ
ETA, otra
vez destrozando familias,
y no lo
olviden
que de una manera siguen
destrozando
familias
Categoría: NO DEBEMOS OLVIDAR
A
la 13:30 del
11
agosto 1989
33º
ANIVERSARIO
ETA asesinaba en el pueblo granadino de
Montillana-GRANADA-ANDALUCIA-ESPAÑA, mediante una carta-bomba, a
CONRADA MUÑOZ HERRERA
Madre del
funcionario de prisiones Dionisio Bolívar Muñoz, destinado en ese momento en el
centro penitenciario del Salto del Negro en Las Palmas de Gran Canaria.
El etarra José María Arregui Erostarbe,
considerado por entonces el jefe del aparato logístico de la banda asesina ETA,
había preparado dos artefactos explosivos que simulaban ser sendos libros.
Francisco Múgica Garmendia entregó los artefactos
a Henri Parot y Jacques Esnal, que fueron los encargados de remitirlos a dos
funcionarios de prisiones: Dionisio Bolívar y Juan Antonio
Piñero, funcionario de la prisión de Murcia.
El 10 de agosto, Juan Antonio Piñero recibió un
paquete que le resultó sospechoso, por lo que lo llevó al centro penitenciario
de Murcia para pasarlo por el detector de objetos extraños.
Allí mismo la Policía procedió a desactivarlo
con éxito.
El 11 de agosto, Conrada Muñoz recibió un
paquete en su casa del pueblo, a unos
50 Km de Granada, donde estaba
pasando las vacaciones de verano.
En principio, el sobre lo habían remitido a su
domicilio habitual de Granada, y de allí alguien lo reenvió a Montillana.
El destinatario era su hijo Dionisio, que ya no
vivía en Granada pero que, un año antes, había registrado esa dirección postal
como propia cuando estaba destinado en la prisión de Murcia.
A pesar de que otro de sus hijos, José María,
mostró reservas al ver el paquete, que venía remitido "De tu mejor amigo
de Murcia", Conrada decidió abrirlo.
Nada más quitar el envoltorio, el artefacto,
compuesto por
Trasladada urgentemente al Hospital de Granada,
ingresó cadáver.
HERIDOS
José
María
Una sobrina, Laura Deus Vaqueiro
El destinatario de la carta-bomba, Dionisio
Bolívar, no mantenía ningún contacto con los cinco etarras que, en el momento
de atentado, estaban recluidos en la prisión del Salto del Negro en Las Palmas,
pues llevaba sólo un año de servicio en la galería de delincuentes juveniles de
la mencionada prisión, donde había sido trasladado desde la de Murcia.
En
1995 la Audiencia Nacional condenó por este atentado a 98 años de prisión mayor
a
Henri
Parot.
En 2002 fueron condenados a sendas penas de 83
años
Múgica
Garmendia
Arregui
Erostarbe.
Por su parte, el etarra
Jacques Esnal cumple condena a perpetuidad desde 1997 en Francia por la comisión de veintiún atentados en España entre 1978 y 1989.
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