Categoría: NO
DEBEMOS OLVIDAR
Minutos antes de las 21:00 del
19 noviembre 1991
31º
ANIVERSARIO
Juan Carlos Iglesias
Chouzas, alias Gadafi, asesinaba de dos tiros por la espalda
sargento
de la Guardia Civil
PEDRO CARBONERO FERNÁNDEZ
Mientras paseaba con su novia, Gracia Oliva, por
Galdácano-Vizcaya-PAÍS VASCO-ESPAÑA.
El sargento cayó al
suelo herido y Gadafi lo remató con un tiro en la cabeza.
A continuación se
montó en un taxi robado como siempre, donde le esperaba Javier Martínez
Izaguirre, y emprendieron la huida.
Trasladado urgentemente al Hospital de Galdácano
por la asociación de ayuda en carretera Detente y Ayuda (DYA) ingresó en el
hospital con parada cardiorrespiratoria y tres heridas por arma de fuego: una
con orifico de entrada en la nuca y salida en la frente y dos impactos más en
los costados, a la altura de la axila.
Los médicos certificaron su fallecimiento una
hora después de su ingreso en el hospital.
Los asesinos abandonaron el taxi a dos
kilómetros del lugar de los hechos, en la calle Larrazabal de Basauri. Hasta
ahí se trasladaron artificieros del Cuerpo Nacional de Policía que
inspeccionaron cuidadosamente el vehículo, sin resultados, en previsión de que
pudiera albergar explosivos.
Como pudo
confirmarse posteriormente, gracias a la investigación policial y judicial que
llevó a la detención y puesta a disposición judicial de los autores materiales
y su cómplice, Juan Manuel Tobalina Rodríguez, los terroristas seguían los pasos
del sargento y conocían muy bien su costumbre de dar una vuelta por la
localidad antes de regresar a la casa cuartel.
En 1996 la Audiencia Nacional condenó a
Javier Martínez Izaguirre, como autor
responsable del asesinato del sargento Carbonero, a la pena de de 30 años de reclusión mayor.
La misma sentencia
condenó a
Juan Manuel Tobalina Rodríguez en concepto
de encubridor a 10 años de prisión mayor.
Once años después, en
enero de 2007
la Audiencia Nacional condenó a
Juan Carlos Iglesias Chouzas, Gadafi, a 30 años
de prisión mayor como autor material del asesinato.
Según el relato de los
hechos recogido en las dos sentencias, Martínez Izaguirre e Iglesias Chouzas
planificaron, con la ayuda de Tobalina Rodríguez, asesinar al sargento Carbonero
en noviembre de 1991.
Tras someterlo a
vigilancia previa para confirmar sus itinerarios y rutinas, intentaron cometer
el atentado el día anterior, 18 de noviembre.
Ese día, por la tarde,
fueron trasladados por Juan Manuel Tobalina en un vehículo
hasta Galdácano, donde Gadafi y Martínez Izaguirre tomaron un taxi.
Instantes después de iniciado el trayecto se identificaron al conductor como
miembros de ETA y le obligaron a que los llevara hasta el barrio de Elejalde,
"donde le hacen descender, continuando aquellos con el vehículo".
Sin embargo no
localizan al sargento y regresan al lugar donde habían dejado al taxista,
"obligándole a llevarles hasta Basauri, donde Iglesias Chouzas y Martínez
Izaguirre se apean, entregan al conductor 3.000 pesetas (unos
18 euros) y le advierten que no denuncie lo sucedido".
Al día siguiente, 19
de noviembre, ambos volvieron a trasladarse hasta Galdácano.
Sobre las 20:40 horas
tomaron un taxi y, tras amenazar al conductor mostrándole una pistola, le
dijeron "somos miembros de ETA" y le
obligaron a que se bajara del coche en las proximidades del Ayuntamiento.
A continuación los dos
se dirigieron hacia la calle Juan Bautista Uriarte y, a la altura del número
53, localizaron a Carbonero, que regresaba hacia el cuartel de la Guardia Civil
en compañía de su pareja.
Gadafi se bajó del taxi
y, situándose detrás del sargento de la Guardia Civil, le disparó dos tiros que
le alcanzaron en la zona izquierda del tórax.
Una vez en el suelo,
el asesino lo remató con otro disparo a bocajarro en la región occipital.
A continuación,
huyeron del lugar y se refugiaron en el domicilio de Juan Manuel Tobalina.
En enero de 2008 el Tribunal Supremo rechazó el
recurso presentado por la Asociación de Víctimas del Terrorismo en nombre de la
novia y los cuatro hijos del sargento asesinado.
La sentencia de 2007 establecía una indemnización
de 180.000 euros para la pareja de Pedro Carbonero y una cantidad igual para
los cuatro hijos, a la que tendrían que hacer frente solidariamente Iglesias
Chouzas y Martínez Izaguirre.
La familia del sargento asesinado interpuso el recurso por considerar que existía un agravio comparativo en relación a otras indemnizaciones establecidas a otras víctimas del terrorismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario