Categoría: NO DEBEMOS OLVIDAR
Hacia
las 16:45 horas del
7
noviembre 1991
31º
aniversario
La bomba
colocada por Juan Carlos Iglesias Chouzas y Francisco Javier Martínez Izaguirre
en los bajos del vehículo particular del
Guardia
civil
Antonio Moreno Chica
Estalló
cuando entraban en Erandio-Vizcaya-país
vasco-españa, matando en el acto a su hijo de 2 años
FABIO MORENO ASLA
Hiriendo a
su hermano gemelo, Alexander –que sufrió quemaduras en una pierna y perforación
en un tímpano–, y al propio agente de la Guardia Civil, que tardaría 852 días
en curar sus heridas.
Tres días antes los
asesinos habían colocado el artefacto bajo el asiento del copiloto sabiendo
perfectamente que Antonio Moreno utilizaba ese vehículo exclusivamente
para los desplazamientos con su familia, pues para ir y venir a
su trabajo en la Comandancia de la Guardia Civil de Bilbao utilizaba el tren.
Mientras Martínez
Izaguirre vigilaba, Iglesias Chouzas, alias Gadafi,
había forzado la puerta delantera derecha para colocar el artefacto explosivo
bajo el asiento del copiloto.
"La bomba llevaba en el coche tres días, lo que pasa es que en tres días
no lo habíamos usado.
El coche sólo se utilizaba para la familia, para llevar a los críos a
la piscina, al monte...
Cuando se puso esa bomba se sabía que el daño iba a ser para la
familia, que no iba a ser sólo para mí", contó en 2006
Antonio Moreno Chica (Trece entre mil, Iñaki Arteta).
Antonio Moreno había recogido a sus gemelos en
una piscina cubierta de Guecho en la que habían estado con su madre.
En una curva cerrada a la entrada de Erandio el
artefacto explotó. Fabio murió en el acto, con la cabeza destrozada y un brazo
prácticamente desgajado del cuerpo:
Al abrir la parte de atrás del coche saqué a Alex, que estaba bien, lo
malo fue cuando fui a sacar a Fabio, que lo tuve que coger a trozos. No sabes cómo
sujetarlo porque se te cae por todos los sitios.
Al reventar la bomba me reventó los tímpanos.
No oía nada, no sabía lo que estaba pasando (...) Lo primero que
piensas es por qué a mi hijo y no a mí.
Si en teoría el malo de la película diríamos que soy yo (Trece entre
mil, Iñaki Arteta).
Abrazado al cadáver de su hijo que acababa de
sacar de la chatarra del vehículo, Antonio Moreno Chica repetía: "Ya me
lo han matado esos hijos de puta".
Él y Alexander fueron llevados al Hospital de
Cruces de Baracaldo, donde se les diagnosticó rotura de tímpanos.
En 1995 la Audiencia Nacional condenó a
Un total de 85 años de prisión al etarra
Martínez Izaguirre.
Coincidiendo con este
juicio, Arantxa
Asla, la madre de Fabio, manifestó que ella lo
condenaría a "la muerte, que no es ni más ni menos lo que
ellos hicieron a mi hijo, matarle.
Ojo por ojo y diente
por diente (...)
Yo no puedo olvidar
lo que ellos le han hecho a mi hijo y a mi familia, y tampoco puedo
perdonarles.
Sé que hay personas
que afirman haber perdonado a los asesinos de sus familiares.
En 2003 fue condenado
Juan Carlos Iglesias Chouzas, alias Gadafi, a un total de 82 años por este atentado.
Sin embargo fue
absuelta de su participación en el asesinato de Fabio la etarra Rosa María
Arana Txakartegi, pese a que el Ministerio Fiscal había
solicitado las mismas penas que para Gadafi y
por los mismos delitos.
El tribunal aplicó a
la etarra el principio in dubio pro reo,
justificando esta decisión por no haber podido reconstruir de manera
absolutamente clara la participación de Arana en el atentado.
Y eso a pesar de que
la principal prueba de cargo aportada por la Fiscalía era una nota manuscrita
que se le incautó a Arana cuando fue detenida en 1992 y en la que se decía:
"Yo había estado con ellos controlando cuando abrieron la puerta y
colocaron la bomba en el coche del padre de Fabio".
Arana fue detenida en
febrero de 2001 cuando salía de su turno de trabajo en una fábrica de Guernica
bajo la acusación de ser quien dio la orden de atentar contra Antonio Moreno.
En septiembre de
2005 Gadafi pidió su
traslado a España, para seguir cumpliendo sus condenas aquí, quizás porque
intuía que en España la situación podría serle más favorable.
Cuando llegó a
España, el padre de Fabio fue entrevistado en ABC y señaló algo que, lamentablemente, se está
produciendo en estos momentos, que es la criminalización de las víctimas.
Preguntado sobre qué
pensaba de que Gadafi viniese
a cumplir su condena a España "para estar más cerca de su familia, su
novia y su hijo", Antonio Moreno contestó:
Sentí vergüenza de tener los gobernantes que tenemos.
Anoche no pegué un puñetero ojo.
Estaba viendo por televisión la llegada a España de esta alimaña y se
me quitaron hasta las ganas de vivir. Ha llegado para reírse de nosotros y lo
hace con el asentimiento del Gobierno.
Y si yo ahora voy y mato a su hijo, ¿estamos en paz? Si
yo fuera una alimaña como él podría matar a su hijo tranquilamente. ¿Y me van a
dar los mismos privilegios que a él?, pregunto.
Lo único cierto es que él va a tener a su hijo y yo no. Además, sé lo
que va a pasar: pondrán a ‘Gadafi’ como buque insignia de la negociación,
negociaremos todos, todos a las cárceles del País Vasco, y, en cuatro días, a
la calle, eso sí, con una sonrisa.
Y si las víctimas no nos reímos también nos dirán que somos
unos desgraciados, unos rencorosos que no queremos la paz. ¿Es
que somos tontos?
Siempre las víctimas tienen que hacer los esfuerzos, y los gobiernos
como éste que tenemos y los terroristas, ¡al cachondeo! ¿Para que no haya más
víctimas? Eso sólo se arregla con buena presión policial, como les estaban
haciendo (...)
Van a venir todos [los presos] porque va a haber una negociación
y todos
a la calle en cuatro días. Y si no, les darán algún régimen
especial y a vivir.
Otra vez se van a reír de nosotros.
Nadie nos apoya.
El anterior Gobierno empezó a apoyarnos y comenzábamos a sentirnos
respetados; pero ha vuelto esta gente y sientes de nuevo la bofetada con la
negociación y el acercamiento de presos a sus familias.
Además de su padre, el abuelo paterno del niño
también fue guardia civil y había estado destinado en Vizcaya.
El matrimonio era muy conocido en Erandio, donde
los padres de Arantxa regentaron durante años un bar.
Además de los gemelos Fabio y Alexander tenían
otro hijo, Marco, que tenía 10 años cuando asesinaron a
su hermano.
Antonio tuvo que dejar la Guardia Civil por las
secuelas que le quedaron tras el atentado.
Si ningún padre puede superar y olvidar la
muerte de un hijo, en el caso de Fabio ha sido imposible, porque su gemelo
Alex les recuerda siempre al niño asesinado:
Veo a Alex, un tiarrón de
Alex perdió el habla tras el asesinato de su
gemelo, y tardó cuatro meses en recuperarla.
Su hermano Marco recordaba en 2010 durante un
homenaje a Fabio en el Ayuntamiento de Erandio cómo se enteró de todo:
"Me lo dijo mi tío en el ascensor con estas palabras: 'Tu padre y
Alex están bien, pero Fabio ha muerto'".
Al entrar en casa, la desolación.
Su madre, "llorando".
Su padre, hundido en el sofá. Mucha gente pululando por la vivienda y
su hermano muerto por culpa del "fanatismo".
7
noviembre 2001
21º aniversario
ETA asesinaba a tiros en Guecho-Vizcaya-país vasco-españa, al
Magistrado de la Audiencia Provincial de Vizcaya
JOSÉ MARÍA LIDÓN CORBI
A las 7:25 horas dos terroristas a cara
descubierta descerrajaron cinco tiros al magistrado cuando éste se disponía a
salir, acompañado
por su mujer, del garaje de su domicilio para dirigirse a su
trabajo.
Dos terroristas se situaron frente al vehículo y
junto a la puerta izquierda, y le descerrajaron cinco disparos a bocajarro.
El juez fue alcanzado por tres impactos, uno de
ellos en la nuca.
Además de su mujer, fue testigo
del asesinato uno de sus hijos, Íñigo, que en ese momento
aguardaba en su vehículo fuera del aparcamiento a unos diez metros del lugar de
los hechos.
Íñigo salió de su vehículo y acudió rápidamente
al coche de sus padres.
Los pistoleros de la banda se quedaron
paralizados por unos instantes al escuchar sus gritos para, a continuación,
emprender la huida a pie.
Tras encontrarse con la escena de su madre con
un shock nervioso y su padre agonizando, subió a su domicilio para llamar a la
Ertzaintza y advertir a su hermano mayor de lo sucedido. "Han matado a
nuestro padre".
A los pocos minutos
del atentado, una UVI móvil llegó al lugar, aunque para entonces el médico sólo
pudo confirmar el fallecimiento de José María Lidón.
Poco antes de las
diez de la mañana el juez de guardia de Guecho ordenó el levantamiento del
cadáver.
Los presuntos autores materiales del asesinato del
juez Lidón,
Hodei
Galárraga Irastorza
Egoitz
Gurrutxaga Galarza, no pudieron ser juzgados al fallecer ambos en septiembre de
2002 cuando les explotó la bomba que transportaban en un vehículo por las
calles de Bilbao.
Sí fue juzgado Orkatz Gallastegi Sodupe, chivato
de la banda que facilitó a ETA la información necesaria para asesinar al
magistrado.
En 2005 la Audiencia Nacional lo condenó a 26 años de prisión como autor criminalmente responsable de un delito de asesinato terrorista.
No hay comentarios:
Publicar un comentario