CATEGORÍA: NO DEBEMOS
OLVIDAR
En torno a las 15:00 del
17 marzo 1978
45º aniversaro
Hizo
explosión una bomba en uno de los tres
generadores existentes junto a la vasija del primer reactor de la central
nuclear de, lemóniz-Vizcaya-PAÍS
VASCO-ESPAÑA en construcción.
La
explosión provocó la muerte de los,
Obreros, empleados de Ibemo, empresa de montaje
contratada por la central
ALBERTO NEGRO VIGUERA
ANDRÉS GUERRA PEREDA
Ambos
quedaron materialmente destrozados..
5
días antes del atentado decenas de manifestantes protestaban en las cercanías
de la central nuclear vizcaína, en la que se corearon gritos tan demagógicos
como Irresponsables: "ETA, Lemóniz,
Goma2".
Francisco Letamendía, diputado de Euskadiko Ezkerra, que junto a Bandrés
apoyaba la campaña contra la central, llegó a afirmar que David Álvarez, un
terrorista herido el 19 de diciembre, y que posteriormente falleció en el
hospital, "había sido el primer mártir de Lemóniz".
Sobre esta campaña, María del Mar Negro, hija de Alberto, contó
en Olvidados, el libro de
Iñaki Arteta y Alfonso Galletero, lo siguiente:
Una de las peores características de la banda
terrorista ETA es que emponzoñan, pervierten
todo lo que tocan.
Puede parecer un hecho menor frente a las bombas,
el tiro en la nuca, el 'impuesto revolucionario' o la 'kale borroka', pero no
lo es.
La mafia hace lo mismo que ETA, por ejemplo, pero no van
por la vida de buenos samaritanos, de defensores de causas nobles. (...)
Ocurrió con su postura contraria a la autopista de
Leizarán, con su lucha contra la droga o con su defensa antinuclear.
En todos los casos recogieron causas, que podían
ser nobles y justas, y causaron estragos, dolor y crímenes de gente inocente.
En una de estas luchas, el ataque a la central
nuclear de Lemóniz, asesinaron a mi padre, Alberto Negro, y no fue el único.
Conclusión: para,
supuestamente, preservar el medio ambiente, se recurría al asesinato.
En este atentado la banda contó con colaboración interna, tal y como reflejó la
sentencia de la Audiencia Nacional de 1981 por la que se condenó a
José Antonio Torre Altonaga,
alias Medius, a 20 años de
reclusión menor.
El etarra Torre Altonaga, detenido en diciembre de 1978, trabajaba como
electricista para la empresa Elecnor en las instalaciones de la central.
Fue él quien investigó durante tres meses, por orden de Argala, la forma de llevar a cabo el
atentado. Después, siguiendo indicaciones de Juan Lorenzo Lasa Michelena,
alias Txikierdi, se reunió
con tres terroristas en la Plaza del Sagrado Corazón.
Estos eran
Miguel Ángel Goyenechea Fradua,
alias Txo, Martín Apaolaza Azcargorta,
alias Apolo
Emilio Martínez de
Marigorta Fernández, alias Gasteiz.
Los tres etarras aparecen en la sentencia, a efectos meramente narrativos,
como "Miguel", "Martín" y "Emilio", porque no
fueron condenados en este proceso, ni posteriormente.
En este sentido, resulta sorprendente que María del Mar Negro, hija de
Alberto, contase en Telemadrid (Víctimas:
la historia de ETA) que "del asesinato de mi padre sólo
se conoció un nombre, en el resto de la sentencia sólo aparecen alias".
Y es sorprendente porque, casualmente, lo que Mari Mar cree que son alias
coinciden con el nombre de pila de los tres etarras, tal y como se recogen en
el sumario 1/1979, del que se deriva la sentencia 55/1981.
Sea
como fuere, estos tres terroristas se habían hecho con monos y cascos similares
a los utilizados por la empresa Tamoin, que también realizaba trabajos para la
central.
Haciéndose
pasar por trabajadores de la obra y guiados por Torre Altonaga, colocaron los
36 kilos de explosivos en el interior de uno de los generadores de vapor.
La
bomba se programó para que estallase a las 14:55.
Torre
Altonaga acabó su turno a las 14:00 horas, y sobre las 14:40 horas llamó a la
central desde una cabina telefónica del puente de Plencia para avisar de la
colocación de la bomba.
Las
dos primeras veces se cortó la comunicación. A la tercera pudo avisar, pero la
bomba estalló tres minutos después, a las 14:53 horas.
Torre Altonaga, el único condenado
por el asesinato de Andrés y Alberto, salió a la calle en febrero de 1998, tras
cumplir algo más de 19 años de condena.
En 1999 se presentó como concejal de Herri Batasuna en el municipio de
Munguía.
También estuvo en la presentación de la nueva marca de Batasuna, Sortu, el
8 de febrero de 2011.
17 marzo 2001
22º ANIVERSARIO
Es asesinado en, rosas-Gerona-CATALUÑA-ESPAÑA,
mosso d´Esquadra
SANTOS SANTAMARÍA
AVENDAÑO
Coche-bomba activado por un temporizador.
El
vehículo fue robado en la localidad francesa de Tarbes, con matrícula doblada
con la placa que correspondía a un coche matriculado en Gandía.
En
esta localidad también dejaron otro coche-bomba, que fue explotado de forma
controlada por artificieros de la policía a las 4:30 horas de la madrugada en
la playa, bajo la supervisión personal del director general de la
Policía, Juan Cotino, que se encontraba en Valencia con motivo de las
Fallas, acompañado, precisamente, por el comisario francés Roger
Marion,
máximo responsable de la lucha antiterrorista en el país vecino.
El
director general de la Policía lo había invitado personalmente, pese al
malestar que en el Ministerio de Interior provocó la supuesta negligencia de
las autoridades francesas en la custodia de la dinamita robada por ETA en
Grenoble.
El
mosso d´Esquadra Santos Santamaría estaba libre de servicio y se presentó de forma
voluntaria a sus superiores para trabajar en el acordonamiento del lugar,
evacuación de posibles víctimas, coordinación de desalojos y en todo aquello
que se juzgara necesario para preservar la seguridad de los ciudadanos de
Rosas.
La
explosión le alcanzó a Santos y a un policía municipal, Carlos
Ruiz Borrego,
precisamente mientras establecían el cordón de seguridad y desalojaban el Hotel
Montecarlo, frente al que los etarras habían dejado el coche-bomba.
Ambos
fueron trasladados al Hospital de Figueras.
Santos
fue alcanzado por un amortiguador del vehículo, que se le incrustó en el
abdomen y murió pocos minutos después de ingresar en el hospital.
También
resultó herida una ciudadana francesa.
La
explosión causó, además, numerosos desperfectos materiales en inmuebles y
vehículos.
El relato de hechos probados
de la sentencia
de la Audiencia Nacional de 2005 señala que los autores del atentado fueron
Eider Pérez Aristizabal
Aitor Olaizola Baseta, integrantes
del grupo Sugoi de ETA.
Ambos celebraron, desde mediados del año 2000, diferentes reuniones en
Francia con los dirigentes etarras Ainhoa Múgica Goñi, Juan Antonio Olarra
Guridi y Lorenza Beyrie Chembero (en rebeldía), en las que estos últimos les
fijaron hoteles de la Costa Brava como objetivos contra los que atentar.
En una de estas reuniones, Múgica les dijo que debían colocar un vehículo
con explosivos en la zona del Hotel Montecarlo, en la urbanización Santa
Margarita de Rosas.
Para ello, les hizo entrega de un Ford Escort cargado con 50 kilos de
explosivos preparados para ser activados.
El día de los hechos, el 17 de marzo de 2001, Aitor Olaizola precedió con su
motocicleta a Eider Pérez, quien a su vez conducía el vehículo que portaba la
bomba.
El coche fue aparcado con su maletero orientado hacia la entrada del Hotel
Montecarlo.
La sentencia añade que "con la finalidad de causar el
mayor número de daños personales y materiales y con la misma finalidad de aparentar una falta
de peligro y conseguir una excusa falsa", una persona, de forma anónima
pero en nombre de ETA, avisó al diario Gara, a la DYA y a los Bomberos de Barcelona de la colocación
del coche-bomba.
Por ello, la Policía Local de Rosas y los Mossos d'Esquadra se dirigieron al
lugar y, una vez comprobaron la existencia del vehículo, comenzaron a desalojar
a las personas que se encontraban en los alrededores.
Mientras las fuerzas policiales desarrollaban esta labor, sobre las 22:56
horas se produjo la explosión, cuatro
minutos antes de lo previsto. La misma ocasionó un socavón de
Asimismo, "como consecuencia de la anticipación de la explosión respecto
de la hora indicada por el comunicante anónimo", la onda expansiva y la
metralla alcanzaron al mosso d'Esquadra Santos Santamaría Avendaño, que se
hallaba a
La distancia no impidió que se le incrustase un amortiguador del
coche-bomba en el cuerpo, lo que provocó su fallecimiento.
La
sentencia indica que, en el momento de la explosión, se encontraba aparcado un
autocar de dos pisos entre el coche-bomba y el Hotel Montecarlo que actuó como
parapeto de la misma "evitando mayores daños en la estructura del hotel y
en las personas que en el mismo se encontraban y aún no habían podido ser
desalojadas".
La Sección Primera de la Audiencia considera que la "preparación y
cualificación" de los procesados en el manejo de los explosivos lleva a
establecer que la diferencia horaria entre el momento
anunciado de la explosión y el momento en el que realmente se produjo "no
fue una mera coincidencia o error fatídico", sino que los terroristas "temporizaron la
explosión de forma que causara el mayor daño, anticipando
la misma".
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