Categoría: NO DEBEMOS
OLVIDAR
4 ABRIL 1976
46º ANIVERSARIO
inspectores de Policía
nacional
JESÚS MARÍA GONZÁLEZ ITUERO
JOSÉ LUIS MARTÍNEZ MARTÍNEZ
Fueron secuestrados por ETA en Hendaya-FRANCIA
Jesús María y José Luis llevaban sólo 6 meses en la
Policía.
Destinados en una comisaría de San Sebastián, habían
cruzado a pie la frontera, tras comer en una pizzería de Guipúzcoa.
Dejaron sus armas en el puesto de control aduanero
de Irún, y de ahí se dirigieron al cine Varietés en Hendaya.
Aquí fue donde los vieron vivos por última vez.
Tras comprobarse que los dos amigos no habían
recogido sus armas en la aduana, se dio la voz de alarma.
Al día siguiente, el cónsul de España en Bayona
presentaba una denuncia por secuestro de los dos inspectores ante las
autoridades francesas.
La Policía francesa realizó una gran operación
para intentar localizarlos.
Hubo cerca de cuarenta detenidos, pero todo fue en
vano.
Parecía que a José María y a José Luis se les
hubiese tragado la tierra.
El único resultado positivo logrado por las fuerzas
de seguridad francesas fue el hallazgo de la documentación de ambos
agentes en el domicilio de un miembro de ETA.
Un mes después de la desaparición de los dos
policías se publicaba en la prensa la noticia de que varias personas afirmaban
haber presenciado cómo dos jóvenes, cuya descripción concordaba con la de los
desaparecidos, habían sido abordados a la entrada de un cine de Hendaya
por un grupo de hombres armados que les habían obligado a introducirse en
un coche.
Ante la falta de resultados, el asunto quedó
prácticamente archivado.
Semanas antes de la aparición de los cuerpos, el
padre de Jesús María González dirigió una carta al Rey rogándole que hiciese
todo lo posible por esclarecer el asunto.
Algo más de un año después de la
desaparición, el 18 de abril de 1977, sus cadáveres
aparecieron torturados y con un tiro en la nuca en la playa vasco-francesa
de La Chambre d'Amour, en el término municipal de Anglet, entre Biarritz y
Bayona.
Los cadáveres, en avanzado estado de descomposición,
fueron encontrados por 5 adolescentes en un antiguo búnker construido por
los alemanes durante la Segunda Guerra Mundial.
Los jóvenes estaban buscando con palas material
bélico, que en dicha zona se encuentra con cierta facilidad debido a que los
alemanes construyeron durante la Segunda Guerra Mundial varias fortificaciones
en la costa.
El grupo dio con una masa oscura que resultó ser un
cadáver, a tan sólo 15 cm de profundidad.
A escasa distancia se encontraba el otro cuerpo.
Inmediatamente dieron aviso a la Policía que procedió a levantar los cadáveres
en presencia del juez.
En sus ropas podían apreciarse restos de etiquetas
españolas, primera pista de que podía tratarse de los policías españoles.
Aparecieron con los pies y las manos atadas, mutilaciones
en los dedos y un tiro en la nuca.
La autopsia revelaría que uno de ellos había muerto
de dos disparos en la cabeza, efectuados a quemarropa, mientras su compañero
presentaba un único impacto de bala.
La banda terrorista, como hizo otras veces,
llegó a señalar que se trataba de una operación montada desde el Ministerio de
la Gobernación para desatar una campaña represiva en Francia contra los
refugiados vascos.
Por otra parte, cierta información de prensa
apuntó a las conexiones que podría haber entre el secuestro y
asesinato de Jesús María y José Luis, y la desaparición del etarra Eduardo
Moreno Bergaretxe, alias Pertur.
Según esta versión, Pertur no habría
sido asesinado por la banda terrorista ETA, sino por algún grupo de la extrema
derecha en un contexto de colaboración entre organizaciones fascistas a escala
internacional.
Según estas informaciones, en los días
inmediatamente posteriores a la desaparición de Pertur, el comisario jefe
de la Policía de Irún, Eduardo López Maturana, detuvo a su madre, Marta
Bergaretxe, cuando trataba de cruzar la frontera en busca de noticias sobre su
hijo.
El comisario la retuvo ilegalmente 3 días en
su propio domicilio con la excusa de que quería protegerla de una amenaza que
no precisó.
Al mismo tiempo que el jefe de la Policía de
Irún retenía a la madre de Pertur, dos gendarmes comunicaban a Pierre
Larzabal, el cura de Sokoa, y al letrado Abeberry, conocidos nacionalistas
vasco-franceses, la propuesta, trasladada expresamente desde la comisaría de
Irún, de que si aparecían los policías José Luis Martínez Martínez y Jesús
María González Ituero, la madre de Pertur recobraría su libertad.
Esta versión, en todo caso, abundaría en
la autoría etarra del secuestro y asesinato de
Jesús María y José Luis, aunque añadiría
nuevas dudas sobre la desaparición de Moreno Bergaretxe
EN TORNO A LAS 16:00
4 ABRIL 1990
32º ANIVERSARIO
Es tiroteado
en Pasajes-GUIPÚZCOA-PAÍS VASCO-ESPAÑA el
guardia civil
BENJAMÍN QUINTANO
CARRERO
Cuando regresaba a su domicilio.
Varios disparos, efectuados a corta distancia por 2
miembros del grupo Donosti de ETA, le causaron la muerte prácticamente en el
acto
El atentado tuvo lugar en la calle Blas de
Lezo, a menos de
Benjamín fue alcanzado por cinco de los seis
disparos realizados.
4 ABRIL 1994
28º ANIVERSARIO
La banda
terrorista asesinó en Bilbao-PAÍS VASCO-ESPAÑA al
guardia civil
FERNANDO JIMÉNEZ PASCUAL
Hacía 2 meses que ETA no cometía ningún atentado
mortal.
Fernando había acudido ese día a su trabajo con el
vehículo de su padre.
Tras regresar a su domicilio, aparcó el coche y se
dispuso a montar en el suyo, esperando a que bajara su familia.
Vio un objeto sospechoso debajo del asiento y lo
cogió, momento en que se produjo la explosión.
El techo y el morro del vehículo, arrancados de
cuajo, fueron proyectados a veinte metros de distancia.
Entre los hierros retorcidos del habitáculo,
destrozado por la explosión, quedó el cadáver del guardia civil.
Fuentes de la lucha antiterrorista indicaron
tras el atentado que, en fechas recientes, se había recomendado a los miembros
de las Fuerzas de Seguridad del Estado (FSE) destacados en el País Vasco que
extremasen las medidas de seguridad durante la Semana Santa, en previsión de
posibles atentados de ETA.
Esta tesis se vio reforzada
hacía 1 semana, cuando el etarra
José María Igerategi Gilisagasti,
alias Ijitu
Moría destrozado en pleno centro de Vitoria al
estallar, por causas desconocidas, los 30 k de
plosivo que transportaba en
una bolsa.
Por el asesinato del agente
fueron condenados en 1997 como autores materiales
Carlos Emilio Cristóbal Martínez
José Luis Martín Carmona
Lourdes Churruca Medinabeitia.
También fue condenado en la
misma sentencia
Andoni Ugalde Zubiri
En concepto de cómplice.
Un año más tarde, en 1998,
fue condenada
María Teresa Pedrosa Barrenechea
También como autora del atentado.
Todos ellos formaban parte
del grupo Vizcaya de ETA.
Presuntamente también
participó otro miembro de este grupo etarra
Salvador Gaztelumendi Gil, alias Andoni
Que pese a tener causa abierta en al Audiencia Nacional por este atentado, no pudo ser juzgado al fallecer en un enfrentamiento con la Guardia Civil en Bilbao en septiembre de 1997.
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