lunes, 4 de abril de 2022

4 ABRIL

 




Categoría: NO DEBEMOS OLVIDAR

 

4  ABRIL  1976

46º ANIVERSARIO

 

inspectores de Policía nacional 

JESÚS MARÍA GONZÁLEZ ITUERO



JOSÉ LUIS MARTÍNEZ MARTÍNEZ 





Fueron  secuestrados por ETA en Hendaya-FRANCIA

Jesús María y José Luis llevaban sólo 6 meses en la Policía.

Destinados en una comisaría de San Sebastián, habían cruzado a pie la frontera, tras comer en una pizzería de Guipúzcoa.

Dejaron sus armas en el puesto de control aduanero de Irún, y de ahí se dirigieron al cine Varietés en Hendaya.

Aquí fue donde los vieron vivos por última vez.

Tras comprobarse que los dos amigos no habían recogido sus armas en la aduana, se dio la voz de alarma.

Al día siguiente, el cónsul de España en Bayona presentaba una denuncia por secuestro de los dos inspectores ante las autoridades francesas. 

La Policía francesa realizó una gran operación para intentar localizarlos.

Hubo cerca de cuarenta detenidos, pero todo fue en vano.

Parecía que a José María y a José Luis se les hubiese tragado la tierra.

El único resultado positivo logrado por las fuerzas de seguridad francesas fue el hallazgo de la documentación de ambos agentes en el domicilio de un miembro de ETA.

Un mes después de la desaparición de los dos policías se publicaba en la prensa la noticia de que varias personas afirmaban haber presenciado cómo dos jóvenes, cuya descripción concordaba con la de los desaparecidos, habían sido abordados a la entrada de un cine de Hendaya por un grupo de hombres armados que les habían obligado a introducirse en un coche.

Ante la falta de resultados, el asunto quedó prácticamente archivado.

Semanas antes de la aparición de los cuerpos, el padre de Jesús María González dirigió una carta al Rey rogándole que hiciese todo lo posible por esclarecer el asunto. 

Algo más de un año después de la desaparición, el 18 de abril de 1977, sus cadáveres aparecieron torturados y con un tiro en la nuca en la playa vasco-francesa de La Chambre d'Amour, en el término municipal de Anglet, entre Biarritz y Bayona.

Los cadáveres, en avanzado estado de descomposición, fueron encontrados por 5 adolescentes en un antiguo búnker construido por los alemanes durante la Segunda Guerra Mundial.

Los jóvenes estaban buscando con palas material bélico, que en dicha zona se encuentra con cierta facilidad debido a que los alemanes construyeron durante la Segunda Guerra Mundial varias fortificaciones en la costa.

El grupo dio con una masa oscura que resultó ser un cadáver, a tan sólo 15  cm  de profundidad.

A escasa distancia se encontraba el otro cuerpo. Inmediatamente dieron aviso a la Policía que procedió a levantar los cadáveres en presencia del juez.

En sus ropas podían apreciarse restos de etiquetas españolas, primera pista de que podía tratarse de los policías españoles.

Aparecieron con los pies y las manos atadas, mutilaciones en los dedos y un tiro en la nuca.

La autopsia revelaría que uno de ellos había muerto de dos disparos en la cabeza, efectuados a quemarropa, mientras su compañero presentaba un único impacto de bala.

La banda terrorista, como hizo otras veces, llegó a señalar que se trataba de una operación montada desde el Ministerio de la Gobernación para desatar una campaña represiva en Francia contra los refugiados vascos.

 

Por otra parte, cierta información de prensa apuntó a las conexiones que podría haber entre el secuestro y asesinato de Jesús María y José Luis, y la desaparición del etarra Eduardo Moreno Bergaretxe, alias Pertur.

 

Según esta versión, Pertur no habría sido asesinado por la banda terrorista ETA, sino por algún grupo de la extrema derecha en un contexto de colaboración entre organizaciones fascistas a escala internacional.

 

Según estas informaciones, en los días inmediatamente posteriores a la desaparición de Pertur, el comisario jefe de la Policía de Irún, Eduardo López Maturana, detuvo a su madre, Marta Bergaretxe, cuando trataba de cruzar la frontera en busca de noticias sobre su hijo.

 

El comisario la retuvo ilegalmente 3 días en su propio domicilio con la excusa de que quería protegerla de una amenaza que no precisó.

 

Al mismo tiempo que el jefe de la Policía de Irún retenía a la madre de Pertur, dos gendarmes comunicaban a Pierre Larzabal, el cura de Sokoa, y al letrado Abeberry, conocidos nacionalistas vasco-franceses, la propuesta, trasladada expresamente desde la comisaría de Irún, de que si aparecían los policías José Luis Martínez Martínez y Jesús María González Ituero, la madre de Pertur recobraría su libertad.

 

Esta versión, en todo caso, abundaría en la autoría etarra del secuestro y asesinato de

Jesús María y José Luis, aunque añadiría nuevas dudas sobre la desaparición de Moreno Bergaretxe




 

EN TORNO A LAS 16:00

4  ABRIL  1990

 

32º ANIVERSARIO

 

 

 

Es  tiroteado en Pasajes-GUIPÚZCOA-PAÍS VASCO-ESPAÑA el

 

 

guardia civil 

 

BENJAMÍN QUINTANO CARRERO 









Cuando  regresaba a su domicilio.

 

Varios disparos, efectuados a corta distancia por 2 miembros del grupo Donosti de ETA, le causaron la muerte prácticamente en el acto

 

El atentado tuvo lugar en la calle Blas de Lezo, a menos de 50 m   del domicilio de la víctima

Benjamín fue alcanzado por cinco de los seis disparos realizados.

 


4  ABRIL   1994

 

28º ANIVERSARIO

 

La  banda terrorista asesinó en Bilbao-PAÍS VASCO-ESPAÑA al

 

 

guardia civil 

 

FERNANDO JIMÉNEZ PASCUAL








Hacía 2 meses que ETA no cometía ningún atentado mortal.

 

Fernando había acudido ese día a su trabajo con el vehículo de su padre.

Tras regresar a su domicilio, aparcó el coche y se dispuso a montar en el suyo, esperando a que bajara su familia.

Vio un objeto sospechoso debajo del asiento y lo cogió, momento en que se produjo la explosión.

El techo y el morro del vehículo, arrancados de cuajo, fueron proyectados a veinte metros de distancia.

Entre los hierros retorcidos del habitáculo, destrozado por la explosión, quedó el cadáver del guardia civil.

Fuentes de la lucha antiterrorista indicaron tras el atentado que, en fechas recientes, se había recomendado a los miembros de las Fuerzas de Seguridad del Estado (FSE) destacados en el País Vasco que extremasen las medidas de seguridad durante la Semana Santa, en previsión de posibles atentados de ETA.

 

Esta tesis se vio reforzada hacía 1 semana, cuando el etarra 

 

   José María Igerategi Gilisagasti, alias Ijitu

Moría  destrozado en pleno centro de Vitoria al estallar, por causas desconocidas, los 30 k de

 

 

plosivo que transportaba en una bolsa.

 

Por el asesinato del agente fueron condenados en 1997 como autores materiales

 

   Carlos Emilio Cristóbal Martínez

 

   José Luis Martín Carmona

 

   Lourdes Churruca Medinabeitia.

 

También fue condenado en la misma sentencia     

   Andoni Ugalde Zubiri

En  concepto de cómplice.

 

Un año más tarde, en 1998, fue condenada

   María Teresa Pedrosa Barrenechea

También  como autora del atentado.

 

Todos ellos formaban parte del grupo Vizcaya de ETA.

 

Presuntamente también participó otro miembro de este grupo etarra

 

   Salvador Gaztelumendi Gil, alias Andoni

Que  pese a tener causa abierta en al Audiencia Nacional por este atentado, no pudo ser juzgado al fallecer en un enfrentamiento con la Guardia Civil en Bilbao en septiembre de 1997.

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