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DEBEMOS OLVIDAR
A las 15:00 del
23
septiembre 1978
44º ANIVERSARIO
ETA asesinaba al
agente
de la Policía Armada
JOSÉ ANTONIO FERREIRO GONZÁLEZ
Mediante una bomba trampa colocada en las proximidades
del puerto de Vitoria-PAÍS VASCO-ESPAÑA
HERIDOS
Javier Arranz Freire
Amancio Gutiérrez Álvarez
Valeriano Arroyo Bernal
Luis Más Pérez.
Por lo tanto, el
capitán Luis Más organizó un destacamento para dirigirse a la zona, e inmediatamente
se desplazaron al lugar miembros de la Policía Armada y del Cuerpo General de
Policía.
Al parecer, según
algunas versiones, el comunicante anónimo habría añadido que al presunto
secuestrado se le había adherido una bomba en el pecho.
Este sería el motivo
por el que en el destacamento enviado hubiese un equipo de desactivación de
explosivos
Al
llegar al lugar indicado, el artificiero de la Policía Armada José Antonio
Ferreiro vio una cadena con un candado y otros objetos al pie de un árbol.
Tras una
primera inspección ocular, Luis Más dio la orden de retirada, dando por sentado
que la persona que buscaban había logrado escapar. En ese momento, Ferreiro se
agachó y fue entonces cuando se produjo la explosión.
En el
lugar de la explosión se abrió un cráter de dos metros de diámetro y uno de
profundidad y los restos del buzo del policía fallecido quedaron esparcidos por
los arbustos próximos.
Inmediatamente se
personaron en el lugar altos mandos de la Policía Armada y la Guardia Civil,
mientras las ambulancias evacuaban a los heridos al Hospital Civil de Santiago,
en Vitoria, donde también fue llevado el cadáver del agente asesinado.
La banda terrorista
ETA asumió la autoría del atentado el 26 de septiembre mediante un comunicado
enviado a varios medios de comunicación del País Vasco.
A las 11:45 del
23 septiembre 1979
43º
ANIVERSARIO
ETA asesinaba en el
paseo de La Concha de San Sebastián-PAÍS VASCO-ESPAÑA de un tiro en la sien al
gobernador
militar de Guipúzcoa, general
LORENZO GONZÁLEZ-VALLÉS SÁNCHEZ
El atentado tuvo
lugar cuando el general González-Vallés salió de su vivienda en el Gobierno
Militar con intención de acudir a misa dando un paseo, aproximadamente media
hora antes del atentado. Acompañado de su esposa, Josefina Seco, y de uno de
sus hijos, se encaminó hacia el paseo de La Concha, que bordea la playa del
mismo nombre.
Cuando había
recorrido unos seiscientos metros y se encontraba aproximadamente en mitad del
mismo, Lorenzo se detuvo junto a la barandilla.
Eran las 11:45
horas.
En ese momento un
terrorista, al que acompañaba otro miembro de la banda ETA, se acercó al
matrimonio y, sin mediar palabra, hizo disparó a bocajarro en la
sien a Lorenzo González-Vallés, que cayó fulminado al
suelo.
El proyectil le
había salido por la frente y murió en el acto.
En ese momento había
muchas personas que paseaban por La Concha, pero la rapidez con la que se
cometió el atentado hizo que casi nadie pudiese percatarse de qué ocurrió.
Aprovechando la
primera reacción de sorpresa y la confusión, los dos asesinos de la banda
huyeron corriendo hasta la calle Urbieta, que va a desembocar en la plaza de
Zaragoza -frente al hotel Orly-, donde les esperaba un tercer terrorista a
bordo de un coche robado como siempre
El coche sería
encontrado hora y cuarto después abandonado en la calle Marina, a poco más de
dos manzanas de distancia del lugar del atentado.
El vehículo había
sido sustraído a punta de pistola a las 09:00 en la calle Secundino Esnaola, en
el barrio de Gros.
El propietario se encontraba limpiando el coche cuando dos etarras le intimidaron con sus armas, recomendándole que no denunciara el robo hasta pasadas las dos y media de la tarde.
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