Categoría: NO DEBEMOS OLVIDAR
A
las 22:15 del
6
septiembre 1980
42º ANIVERSARIO
ETA asesinaba de un disparo en la cabeza , al
capitán de la
Policía Nacional
BASILIO ALTUNA FERNÁNDEZ DE ARROYABE
Mientras presenciaba un baile en la plaza de la localidad
alavesa de Erenchun, a doce kilómetros de la capital, en compañía de un grupo
de familiares y amigos.
El proyectil le atravesó la cabeza y le provocó
la muerte en el acto.
El autor del atentado aprovechó la confusión
para huir en un automóvil que le esperaba en una de las calles del pueblo.
El cadáver permaneció en el suelo durante dos
horas hasta que el juez ordenó su levantamiento.
Según señalaron varios vecinos del pueblo,
Basilio Altuna estaba amenazado desde hacía cuatro años, coincidiendo con su
permanencia en Vitoria como teniente durante los sucesos de
marzo de 1976, en los que perdieron la vida cinco trabajadores
durante una huelga general por disparos de la Policía.
ETA político-militar señaló este suceso como
justificación del asesinato del capitán Altuna en una llamada telefónica hecha
a medios de comunicación vascos en la que asumía la autoría del atentado.
Además, la banda asesina acusaba a
Altuna de participar en actividades ligadas a organizaciones ultraderechistas.
La viuda e hijos de la víctima remitieron a los
medios de comunicación vascos una carta en la que emplazaban a los asesinos a
que demostrasen que Basilio Altuna tuviese alguna responsabilidad en los hechos
de marzo de 1976.
En la carta, la familia del capitán asesinado
subrayaba que ETA pm no escapaba a las contradicciones que paralizaban a la
sociedad, y que la complejidad de los problemas actuales no podía resolverse en
una película de buenos y malos.
"Bien sabemos que nuestra
verdad poco podrá hacer contra la gran mentira que lleva el sello de una
organización tan prestigiada, pero no por ello vamos a callar".
Tras indicar que el servicio de información de
ETA pm había contado con largos años para elaborar datos en torno a la figura
del capitán Altuna –"aunque no se ha preocupado de hacerlo con
objetividad"-, la familia reconocía que participó en las jornadas de
febrero y marzo de 1976 en Vitoria, en los que resultaron muertos cinco
trabajadores.
La familia desmentía asimismo la acusación de
que fuese organizador de las actividades de la extrema derecha, señalando que
constituía una afrenta a su propia dignidad.
ETA, como no podría ser de otra forma, guardó
silencio de forma cobarde, como siempre que ha asesinado y justificado después
el asesinato con falsas acusaciones.
AUNQUE
A DÍA DE HOY NO HA SIDO JUZGADO
NI CONDENADO NINGÚN ASESINO DE LA BANDA TERRORISTA ETA POR
ESTE ATENTADO
En
la madrugada del
6
septiembre 1983
39º ANIVERSARIO
ETA asesinaba a tiros en la localidad de Hernán-GUIPUZCOA-PAÍS VASCO-ESPAÑA, al
industrial
hostelero
ARTURO QUINTANILLA SALAS
El atentado fue
perpetrado por dos terroristas en el momento en el que Quintanilla Salas, su
mujer y su hija mayor, de 15 años, se introducían en su coche para dirigirse al
domicilio familiar, después de haber cerrado el Bar Jose Mari de su propiedad.
Su hija, testigo
presencial del asesinato, contó a El País cómo fue el atentado:
"Mi padre
estaba arrancando, cuando se acercó un coche oscuro, de color azul o negro; al
colocarse a nuestro lado, el que estaba sentado junto al conductor bajó el
cristal de la ventanilla, asomó la cabeza y el brazo y empezó a dispararnos a
poquísima distancia, ya que la calle es muy estrecha y apenas caben dos coches.
Con el primer
disparo mi padre cayó reclinado a un costado, y mi madre y yo sentimos en la
cara como nos rozaban las balas; pudieron habernos matado a los tres.
El que disparaba
vestía una cazadora oscura, gafas negras y llevaba el pelo corto".
Arturo Quintanilla
había sido amenazado por ETA militar y había recibido avisos de colocación de
artefactos explosivos en el bar de su propiedad.
Según contó su hija
tras el asesinato había intentado pagar, en dos ocasiones, el denominado
"impuesto revolucionario".
En
1985 la Audiencia Nacional condenó a
José
Antonio Pagola Cortajarena como integrante del grupo que acabó con la vida de
Arturo Quintanilla Salas a más de 23 años de cárcel.
El etarra salió de prisión en octubre de 2003,
tras cumplir 19 años de los 78 totales a los que fue condenado por su actividad
terrorista.
En relación con este
asesinato, fue juzgado y absuelto por la Audiencia Nacional, por falta de
pruebas, el etarra
Rosario Picabea Ugalde, alias Errota, extraditado
a España en noviembre de 1996.
Picabea fue detenido
en Francia junto a Iñaki Bilbao Beascoechea, alias Iñaki de Lemona, y
el terrorista chileno Bernardo Mella Durán, cuando supuestamente se disponía a
reorganizar y encabezar la nueva cúpula de la banda terrorista ETA tras la
captura de la dirección etarra en Bidart.
Del mismo grupo terrorista que Pagola Cortajarena y Picabea Ugalde, el Tximistarri, formaban parte Manuel Arteaga, alias Manu, y Juan María Ormazabal, alias Turko, etarra fallecido en un enfrentamiento con la Ertzaintza en agosto de 1991 que acabaría con el asesinato del ertzaina Alfonso Mentxaca Lejona.
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