martes, 8 de noviembre de 2022

8 NOVIEMBRE

 






Categoría: NO DEBEMOS OLVIDAR

 

 

A  las 07:45 horas del

jueves 8  noviembre 1984

38º aniversario

 

3  miembros de la banda terrorista ETA asesinaban al,

 

electricista 

JUAN SÁNCHEZ SIERRO 




En  la localidad de Cestona-Guipúzcoa-país vasco-españa, disparándole tres tiros en la cabeza, uno de los cuáles le alcanzó en la nuca provocándole la muerte en el acto.

Ese día Juan Sánchez salió de su domicilio, situado en el centro de Cestona, para pasear a su perro tal y como era su costumbre.

 

Cerca de su vivienda Juan fue abordado por uno de los terroristas, que le preguntó si era conocido en el pueblo como maixu txikia –pequeño maestro–, a lo que Juan respondió afirmativamente.

 

Tras la confirmación, Juan Sánchez fue obligado a subir a un coche robado como siempre, aparcado en las inmediaciones.

 

Su  propietario estaba retenido en el interior junto con dos terroristas que lo vigilaban.

 

José María Arregi, el dueño del coche, trabajaba en el turno nocturno de una fábrica y regresaba a su vivienda en Cestona cuando fue asaltado por dos miembros del grupo Goyerri-Costa de ETA.

 

Los 3 terroristas aseguraron a los rehenes que eran miembros de ETA que únicamente iban a llevar a cabo un atraco en Zumaya, pero que no pensaban hacerles daño.

 

Llevaron el coche a una cantera cercana, en el barrio de Aizarna, cerca de Zarauz, con los dos hombres retenidos y el perro de Juan Sánchez.

 

Al llegar a la cantera los etarras indicaron al dueño del coche robado que se alejara del lugar, caminando hacia unas rocas cercanas, en dirección contraria.

 

Acto seguido, y según relató José María Arregi, se oyeron tres fuertes detonaciones: los terroristas habían obligado a Juan Sánchez Sierro a recorrer unos cuantos metros antes de dispararle tres veces a quemarropa, atravesándole la cabeza y causándole la muerte instantánea.

 

Tras el asesinato los etarras se dirigieron a José María Arregi diciéndole "Éste es el hijo de Maistesu –Maitúa según otras fuentes–, ¿no? Pues ahí se ha quedado tumbado por chivato y mentiroso", después de lo cual se dieron a la fuga en el Renault 5 robado.

La pregunta hacía referencia a que el padre de la víctima sufrió un atentado de la banda siete años antes, tras el cual abandonó el País Vasco, como tantos otros tuvieron que hacerlo durante décadas de extorsión, amenazas, secuestros y asesinatos de la banda.

Tras provocar varias explosiones controladas, los agentes terminaron por encontrar e inutilizar el verdadero artefacto, escondido entre las piedras y compuesto por un kilo de Goma-2 y otro kilo de metralla en forma de tornillos.

En  1989, la Audiencia Nacional condenaba a

 

   José Antonio López Ruiz, alias Kubati, a una pena de 30 años de reclusión mayor

 

   José Miguel Latasa Guetaria, alias Fermín

 

En  concepto de cómplice, a una pena 20 años de reclusión menor.

 

Según los terroristas, Juan Sánchez fue asesinado porque "estaba colaborando con las fuerzas de ocupación españolas".

 

Durante el juicio y sin mostrar el más mínimo arrepentimiento, Kubati amenazó abiertamente a los familiares de los guardias civiles diciendo: "Avisamos a los que tengan familiares en los cuarteles que los retiren, porque son objetivo de primer orden para nosotros".

 

López Ruiz demostraba con sus palabras que, en los numerosos asesinatos de mujeres y niños cometidos por ETA en las casas-cuartel de la Guardia Civil, no ha habido más que premeditación y decisión expresa de asesinar.

 

En 2001 la Audiencia Nacional condenaba a

 

   Miguel Ángel Gil Cervera, alias Kurika

   

   Ignacio Bilbao Beascoetxea, alias Iñaki de Lemona, a penas de 42 años de cárcel por un         delito de asesinato y otro de utilización ilegítima de vehículo a motor con toma de rehenes, sentenciándolos a cumplir 30 años de reclusión mayor.

 

Ignacio Bilbao habría sido, según la sentencia, quien efectuó los tres disparos que acabaron con la vida de Juan Sánchez Sierro.

 

En 1996, durante el primer mandato del Partido Popular y con Jaime Mayor Oreja como ministro del Interior, Begoña Uzcudun Echenagustia, alias Margarita, fue uno de los treinta y dos presos de ETA que se beneficiaron de las medidas de reagrupamiento en cárceles del País Vasco o provincias próximas.

 

En concreto Begoña Uzcudun era uno de los doce terroristas beneficiados por tales medidas que había cometido delitos de sangre, sin constar arrepentimiento alguno por su parte.

 

En 2005, la Audiencia Nacional confirmaba la negativa a una solicitud de reducción de penas solicitada por los abogados de Miguel Ángel Gil Cervera, Kurika.

 

La solicitud de redención tenía como base los trabajos realizados por el etarra, pero la Audiencia avaló la decisión del Juzgado Central de Vigilancia Penitenciaria, que previamente había anulado la redención concedida por la Junta de Tratamiento del Centro Penitenciario de Zaragoza, donde estaba recluido Gil Cervera. Según la Audiencia, para que un preso viera reducida su pena "deben concurrir razones de especial laboriosidad, disciplina y rendimiento, más allá de las debidas y a cuyo cumplimiento está obligado el penado".

 

 

 

En torno a las 13:50 del

 

8 noviembre 2000

 

22º aniversario

 

 

Fallecía  el,

 

Conductor  de autobús de la EMT de Madrid 

 

JESÚS SÁNCHEZ MARTÍNEZ 






 

 

A  consecuencia de las gravísimas heridas sufridas nueve días antes, el 30 de octubre, en el atentado que la banda terrorista ETA llevó a cabo contra el vehículo en el que viajaban el general José Francisco de Querol y Lombardero, el chófer Armando Medina Sánchez y el policía nacional Jesús Escudero García.

 

Tras una lenta agonía de más de una semana Jesús Sánchez no pudo superar las graves lesiones ocasionadas por la explosión del coche-bomba, convirtiéndose así en la cuarta víctima mortal del atentado. Desde el momento de su ingreso en el Hospital Ramón y Cajal, la víctima no llegó a abandonar la Unidad de Cuidados Intensivos en ningún momento, falleciendo finalmente en dicha unidad especializada. Su estado fue complicándose a medida que pasaban los días y los médicos se mostraron poco esperanzados desde el primer momento.

El día del atentado, Jesús iba conduciendo el autobús municipal cuando la bomba hizo explosión, provocándole un traumatismo craneoencefálico con pérdida de masa encefálica.

Una vez en el hospital Jesús Sánchez fue sometido a una intervención en la que se le extrajo parte del lóbulo frontal izquierdo del cerebro.

Al día siguiente de su ingreso fue sometido a una traqueotomía, en la que sería la segunda de tres intervenciones quirúrgicas.

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