miércoles, 15 de febrero de 2023

DEL CÁNCER INFANTIL

 

Categoría: DÍA MUNDIAL

 

MUNDO  MÉDICO

 

 

 

 

TUMORES INFANTILES MÁS FRECUENTES

 

 

 

Leucemia mieloide crónica

 

La leucemia mieloide aguda (LMA) o leucemia mielocítica aguda

Es  un tipo de cáncer producido en las células de la línea mieloide de los leucocitos, caracterizado por la rápida proliferación de células anormales que se acumulan en la médula ósea e interfieren en la producción de glóbulos rojos normales.

La LMA es el tipo de leucemia aguda más común en adultos y su incidencia aumenta con la edad.

Aunque la LMA es una enfermedad relativamente rara a nivel global, es responsable de aproximadamente el 1,2 % de las muertes por cáncer en los Estados Unidos, ​ y se espera un aumento de su incidencia a medida que la población envejezca.

Los síntomas de la LMA son causados por la invasión de la médula ósea normal, que va siendo reemplazada poco a poco por células leucémicas, lo que conlleva un descenso de glóbulos rojosplaquetas y leucocitos normales.

Los principales síntomas incluyen fatiga, dificultad para respirar, aparición de hematomas, dificultades en la coagulación y un aumento del riesgo de infección.

Al igual que en las demás leucemias agudas, la LMA progresa rápidamente y puede ser fatal en semanas o meses si no es adecuadamente tratada.

La causa principal, recientemente descubierta por científicos australianos (5-10-11), es la mutación del gen GATA2, que predispone a padecer la LMA.

La LMA es una enfermedad potencialmente curable. Sin embargo, sólo una minoría de pacientes son tratados con la terapia actual.

El tratamiento inicial consiste en la administración de quimioterapia, cuyo objetivo es inducir una remisión de las células cancerígenas.

Algunos pacientes pueden llegar a recibir un trasplante de médula ósea, si se logra encontrar alguna persona compatible.

Actualmente, la investigación relacionada con la LMA se está centrando en elucidar la causa de la LMA, en la identificación de mejores marcadores de diagnóstico, en el desarrollo de nuevos métodos para detectar la enfermedad residual tras el tratamiento y en el desarrollo de nuevas drogas y de terapias dirigidas a dianas específicas.

 

Tumores cerebrales

 

Un tumor cerebral 

Es  un crecimiento descontrolado de células derivadas de componentes cerebrales (tumores primarios) o de células tumorales localizadas en otras áreas del organismo (metástasis).

Los tumores pueden ser benignos o malignos, dependiendo de la rapidez de su crecimiento y de si logran resecarse o curarse mediante el tratamiento neuroquirúrgico.

A diferencia de los tumores de otros tejidos, la distinción entre manifestaciones benignas y malignas no es tan clara, por ejemplo, algunas lesiones benignas pueden infiltrar regiones enteras con comportamiento clínico maligno. Las neoplasias malignas producen metástasis, lo cual constituye un hecho excepcional.

Las metástasis hacia el SNC provienen, en orden de frecuencia, del pulmón, mama, piel (melanoma), riñón y gastrointestinal y tienden a crecer entre la unión de la corteza y la sustancia blanca.

 

Linfomas

 

Son  un conjunto de neoplasias hematológicas que se desarrollan en el sistema linfático, que también forman parte del sistema inmunitario del cuerpo.

A los linfomas también se les llama tumores sólidos hematológicos para diferenciarlos de las leucemias.

 

 

Sistema nervioso simpático

 

 

El sistema nervioso simpático 

Es  una de las divisiones del sistema nervioso autónomo.

Regula de forma involuntaria numerosas acciones, entre ellas la contracción de los músculos lisos y la secreción de muchas glándulas.

Sus efectos generalmente opuestos a los del sistema nervioso parasimpático.

Los neurotransmisores más importantes del sistema simpático son la adrenalina y noradrenalina.

Su acción principal está relacionada con una respuesta de lucha o huida ante estímulos externos que puedan poner en peligro al organismo, por este motivo aumenta la frecuencia y fuerza de los latidos del corazón, dilata los bronquios del pulmón, dilata la pupila, aumenta la presión arterial, dilata los vasos sanguíneos que aportan sangre a los músculos esqueléticos de todo el cuerpo y estimula la producción de sudor por las glándulas sudoríparas. Este conjunto de acciones pueden considerarse como una preparación para la lucha o huida, pero se desencadenan de forma automática ante cualquier estímulo intenso como un sobresalto, un dolor punzante o una situación generadora de ansiedad.

 

Tumores óseos

 

El cáncer óseo primario es un tipo de cáncer poco común que afecta al esqueleto humano. A diferencia del secundario, se origina en el hueso y no es consecuencia de un cáncer de otra parte del cuerpo diseminado al hueso.

Su síntoma más frecuente es el dolor aunque puede causar también inflamación, fracturas, pérdida de movilidad, fiebreanemia, etc.

Hay tres tipos de cáncer óseo:

·            Osteosarcoma: es la variante más común. Se desarrolla en el tejido nuevo de los huesos en crecimiento (osteoide).

·            Condrosarcoma: se origina en el cartílago entre las edades de 50 y 60 años.

·            Sarcoma de Ewing: nace en el tejido nervioso inmaduro, generalmente en la médula ósea. Es más frecuente en la edad de crecimiento.

Los factores de riesgo son: ser de corta edad (excepto en el condrosarcoma), haber recibido radioterapia o quimioterapia, padecer la enfermedad de Paget y en algunos casos puede haber un componente hereditario.

 

Sarcomas de partes blandas

 

El sarcoma de partes blandas

Es  un sarcoma generado en los tejidos blandos orgánicos (conectivo fibroso, músculos lisos y estriados, tejido adiposo, nervios, vasos sanguíneos...).

Se conoce también como el tumor del joven adulto porque suele atacar a individuos desde los 15 a los 35 años.

Se presenta más frecuentemente en las extremidades superiores e inferiores (brazos, manos, piernas, pies).

Precisamente debido a la posición cercana a huesos, a veces es difícil hacer una intervención quirúrgica. De hecho, hasta hace pocos años normalmente se amputaba la extremidad comprometida.

Los avances de la cirugía y quimioterapia preoperatoria permiten intentar exégesis del tumor sin recurrir al tratamiento mutilante, pero sigue siendo necesario por la índole de diseminación del tumor, quitar no solamente el sarcoma, sino un buen margen de tejido sano (de 1 a 1,5 centímetros alrededor).

En el caso de manos y pies, debido al menor tamaño de estos, se retira solo el sarcoma, procediendo luego a tratamiento de radioterapia postoperatoria sobre el lecho tumoral y la cicatriz, con amplio margen.

Resulta evidente que esta cirugía ha de ser realizada por un equipo multidisciplinar y que el diagnóstico se haga a tiempo, pues resulta fácil confundir el tumor con un quiste benigno.

 

Tumores renales

 

El carcinoma de células renales es la forma más frecuente de cáncer de riñón, especialmente en adultos, originado de los túbulos renales. Los síntomas de la enfermedad tardan mucho en aparecer y, como resultado, las personas con carcinoma de células renales a menudo tienen una enfermedad avanzada cuando se la descubre.

Los síntomas iniciales de carcinoma de células renales a menudo incluyen sangre en la orina.
El tratamiento inicial es 
quirúrgico pues tiene la peculiaridad de ser resistente a la radioterapia y la quimioterapia, aunque algunos casos han respondido favorablemente a la inmunoterapia.

El tratamiento inicial suele ser la extracción parcial o completa del o los riñones afectados.

Cuando el cáncer no ha hecho metástasis, es decir cuando no se ha diseminado a otros órganos o cuando se encuentra ubicado más profundamente en los tejidos del riñón, la tasa de supervivencia a cinco años es del 65 al 90%,​ pero esto disminuye considerablemente cuando el cáncer se ha diseminado.
El advenimiento de la inmunoterapia y terapias antitumorales dirigidas, tales como 
sunitinibtemsirolimusbevacizumab y sorafenib, ​ ha mejorado las pautas de tratamiento para esta enfermedad. 

 

 

Tumores de células germinales

 

Un tumor de células germinales es una neoplasia derivada de las células germinales, las cuales normalmente se encuentran dentro de las gónadas (los ovarios y los testículos).

Aquellos tumores de células germinales que ocurren fuera de las gónadas se desarrollaron por razón de defectos congénitos resultado de errores en el desarrollo del embrión.

 

 

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