lunes, 29 de mayo de 2023

29 MAYO

 





ETA

BANDA

ASESINA


Categoría: NO DEBEMOS OLVIDAR

 

A las 19:05 del

29  mayo  1991

32º ANIVERSARIO

 

ETA lanzaba un coche-bomba contra la casa cuartel de la Guardia Civil en Vic-Barcelona-CATALUÑA-ESPAÑA, que quedó totalmente destruida.

La explosión provocó la muerte directa de 9 personas.

 

2 guardias civiles: 

JUAN CHINCOA ALÉS


JUAN SALAS PÍRIZ





 

2  mujeres: 

NURIA RIBÓ PARERA

 

Mujer  del guardia civil Juan Chincol

MAUDILIA DUQUE DURÁN

 

Suegra  del guardia civil

Juan Salas, también fallecido

 

5 menores de edad:

FRANCISCO CIPRIANO DÍAZ SÁNCHEZ, de 17 años


 

MARÍA PILAR QUESADA ARAQUE, de 8 años

 

ANA CRISTINA PORRAS LÓPEZ, de 10 años

 

ROSA MARÍA ROSA MUÑOZ, de 14 años

 

 VANESSA RUIZ LARA, de 11 años.

 

 

Además, el guardia civil en la reserva 

RAMÓN MAYO GARCÍA 

 

 

Falleció  al ser atropellado por una ambulancia que evacuaba a los heridos mientras prestaba auxilio a los afectados por la explosión.

El vehículo utilizado, un Renault 6 cargado con 216 kilos de explosivos (doce bombonas con dieciocho kilos de amonal cada una), fue proyectado aprovechando la ligera pendiente de una de las calles laterales en las que se encontraba ubicada la casa cuartel.

Una vez que el coche-bomba estuvo dentro del patio de la casa cuartel, el etarra Juan Carlos Monteagudo activó el explosivo con un telemando.

En la casa cuartel de Vic vivían:

14         Agentes de la Guardia Civil

13Mujeres 

22    Niños

 

44 personas resultaron con heridas de diversa consideración, algunas de ellas muy graves, con importantes mutilaciones (a una de las niñas heridas tuvieron que amputarle una pierna) y secuelas.

Entre los heridos muy graves que consiguió sobrevivir, el niño de 2 años Rafael Reinoso Sánchez, que sufrió fractura de la base del cráneo.

Debido al estado en el que quedó el edificio se tuvieron que utilizar grúas y perros adiestrados para localizar a las víctimas bajo los escombros.

A las diez de la noche los servicios de rescate lograron sacar con vida a una joven de 18 años y a una niña con su chupete en la boca.

En el chalé se incautaron numerosos efectos (armas, explosivos, útiles para la confección de artefactos...) y documentación.

 

Entre ésta destaca el informe que los asesinos estaban haciendo para el entonces máximo dirigente de la banda asesina, Francisco Múgica Garmendia, alias Pakito.

 

En primer lugar, como objetivo militar, ver si era posible meter un kamikaze [coche-bomba teledirigido] en el patio del cuartel.

 

Como segundo objetivo, esta vez político, destruir el cuartel sin afectar demasiado al colegio que está al lado.

 

El primer apartado tenía varias variables.

 

La primera, ver si era posible otra...". Aquí se interrumpió bruscamente el informe al irrumpir por sorpresa la Guardia Civil en el chalé.

 

En junio de 1993 la Audiencia Nacional condenó a

   Juan José Zubieta Zubeldia

A una pena total de 1.311 años como autor material.

El fiscal Ignacio Gordillo calificó el atentado como "uno de los más bárbaros, alevosos y cobardes" que se han juzgado en la Audiencia Nacional, cuya única finalidad fue la de "provocar el mayor número de muertes posibles", y acusó a Zubieta de ser "autor directo" de nueve asesinatos y otros 44 asesinatos frustrados.

En diciembre de ese mismo año, se le condenó a otros 28 años y 6 meses de prisión por los delitos de depósito de armas de guerra y tenencia de explosivos.

En la misma sentencia se condenó a

   Pilar Ferreiro Bravo

   Jordi Mas Trullenque

A  8 y 6 años respectivamente, por su colaboración con el grupo Barcelona de ETA.

   Ferreiro Bravo alojó en su domicilio a

   Zubieta Zubeldia

   Monteagudo Povo

   Erezuma Uriarte.

Además, convenció a

   Mas Trullenque, con el que mantenía relaciones sentimentales, de que alquilara el chalé de Llissá de Munt, donde los etarras se ocultaron y prepararon la masacre de Vic.


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