Categoría: NO DEBEMOS
OLVIDAR
En torno a las 14:30 del
13 junio 1979
44º ANIVERSARIO
ETA asesina al
Montador de la empresa Tamoin que trabajaba en la central
nuclear de Lemóniz (Vizcaya)-PAÍS VASCO-ESPAÑA, en el momento en que se
producía el cambio de turno.
ÁNGEL BAÑOS ESPADA
Ángel Baños, que iniciaba
entonces su trabajo en el turno de tarde, se encontraba en ese momento sobre
una pequeña plataforma en la parte superior de un tanque de aceite destinado a
la refrigeración de la turbina.
Algunos de sus compañeros
informaron que Ángel acostumbraba a cambiarse de ropa en dicho lugar, aunque no
supieron explicar la razón por la que seguía en el interior del pabellón tras
la orden de desalojo.
La bomba, colocada en la
parte inferior del tanque, de forma cilíndrica y con un diámetro de unos tres
metros, estalló en esos momentos.
El tanque no sufrió
desperfectos visibles, aunque sí algunos de los materiales auxiliares situados
en su entorno.
Ángel recibió el impacto de
la onda expansiva cayendo por la parte trasera del tanque, entre éste y la
pared exterior del edificio.
Así, para desplazarse por el interior de la
planta era preciso portar una credencial nominal, que era examinada por los
servicios de seguridad cada vez que se traspasaban las barreras que separan las
distintas partes de la obra.
Sin embargo, la banda terrorista
ETA siguió cometiendo atentados contra la central y las personas relacionadas
con la misma.
13
junio 1982
41º ANIVERSARIO
ETA asesinaba de un tiro en la cabeza en la
localidad guipuzcoana de Pasajes (Guipúzcoa)-PAÍS VASCO-ESPAÑA
guardia civil
JOSÉ LUIS FERNÁNDEZ PERNAS.
Eran las 21:00 y José Luis se encontraba con otro guardia
civil prestando servicio de vigilancia ante la caseta de control situada en la
entrada del puerto de Pasajes.
Los etarras realizaron un único
disparo con un rifle Winchester de mira telescópica que le alcanzó en el
parietal y le provocó la muerte en el acto.
Los cristales de la garita
saltaron hechos añicos por el impacto de la bala, ocasionando leves rasguños al
compañero del guardia civil asesinado.
Los terroristas
efectuaron el disparo desde un punto situado en el Alto de Capuchinos, a varios
cientos de metros de la caseta de la Guardia Civil, pero desde el que tenían a
tiro a los dos agentes.
Previamente habían
robado un taxi y, tras introducir al conductor en el maletero, se dirigieron al
Alto de Capuchinos, en una zona cercana al barrio de Beraun desde la que se
domina los puestos de control de la Guardia Civil en el puerto de Pasajes.
El propietario del taxi
permaneció en el maletero de su coche mientras se cometía el atentado y fue
localizado poco después en una calle de Rentería.
El cuerpo de José Luís
Fernández Pernas, cuya muerte se produjo de forma instantánea, fue trasladado
inicialmente al Hospital Militar de San Sebastián y, posteriormente, al
Gobierno Civil de Guipúzcoa en cuyas dependencias se instaló la capilla
ardiente.
La garita atacada estaba situada en la misma
entrada del puerto, junto a la barrera que controla el paso de vehículos.
Los etarras dejaron el rifle en el
suelo, así como varios proyectiles, para que las fuerzas de seguridad los
encontraran.
La utilización de una mira telescópica
confería una particularidad a este atentado, según informaron fuentes
policiales, quienes contraponen esta acción con otras efectuadas casi a
bocajarro por la banda terrorista.
ETA pretendía sembrar el pánico entre los
agentes destinados a custodiar la entrada del puerto, pues el modus operandi mostraba la
vulnerabilidad en la que se encontraban los guardias civiles encargados de la vigilancia del mismo.
Al día siguiente, 14 de
junio, se celebró el funeral por el alma de Fernández Pernas.
Cuando el féretro era
portado a hombros de miembros de las fuerzas de seguridad, un grupo de mujeres
gritó "Abajo el Gobierno", después de que el resto de los presentes
corease vivas a España, al Rey y a la Guardia Civil.
Al acto, presidido por el general
subinspector de la Guardia Civil, Antonio Hermosilla, asistieron Francisco
Javier Cerezeda, general de la Quinta Zona de la Guardia Civil; el
subsecretario del Ministerio del Interior, Juan José Izarra del Corral; el
delegado del Gobierno central en el País Vasco, Marcelino Oreja; el presidente
de la Diputación de Guipúzcoa, Santiago Aizarna; el alcalde de San Sebastián,
Jesús María Alcay, así como mandos militares de los tres ejércitos y
representantes del PSE-PSOE y de la UCD vasca.
El cuerpo del guardia civil
fue trasladado posteriormente en avión al aeropuerto de Peinador, en Vigo, de
donde fue conducido a la localidad pontevedresa de Tomillo.
En 1983 la Audiencia Nacional condenó
a
José Javier Beloqui Cortajarena, autor del
disparo, y a su acompañante,
José Aparicio Sagastume, a 29 años de
reclusión mayor por un delito de atentado con resultado de muerte.
Ambos pertenecían
al grupo Sega de la banda terrorista ETA. El 27 de septiembre de 1982 un tercer
miembro de este grupo, Fernando Barrio Olano, resultó muerto en un
enfrentamiento a tiros con la Policía en San Sebastián. Fuentes de la lucha
antiterrorista le consideran también implicado, presuntamente, en el asesinato
de Fernández Pernas.
Poco antes de las 11:00 del
13
junio 1990
33º ANIVERSARIO
ETA asesina en el Paseo de La Concha de San
Sebastián-PAÍS VASCO-ESPÀÑA de un disparo en la cabeza al
coronel de
Infantería DEL EJERCITO DE ESPAÑA, retirado
JOSÉ LASANTA MARTÍNEZ.
El etarra disparó al coronel a la
altura del Hotel Londres y, a continuación, salió corriendo hacia la calle
Zubieta.
La víctima presentaba un orificio
de entrada por el ojo y otro de salida por la nuca, con pérdida de masa
encefálica.
El militar,
trasladado inmediatamente al Hospital de la Cruz Roja, falleció una hora
después.
En un comunicado recordaron que no se puede
olvidar a aquellos que con su silencio o apoyo alimentan la violencia.
Los autores materiales del asesinato de José
Lasanta no han sido juzgados.
Sí fue condenado en 1995 como cómplice
a 23 años de reclusión mayor Francisco Javier
Balerdi Ibarguren, que en este atentado actuó como informador de la
banda terrorista realizando varios seguimientos de la víctima que propiciaron
su asesinato.
Cuando fue detenido, en junio de
1992, el etarra trabajaba en el seno del grupo municipal de Herri Batasuna en
el Ayuntamiento de San Sebastián.
Hacia las 17:00 del
13
junio 1991
32º
ANIVERSARIO
ETA asesina al
guardia civil
RICARDO COUSO RÍOS
En la
localidad vizcaína de Valle de Trápaga. Ricardo había estacionado su coche
frente al colegio Franciscanas de Montpellier y permanecía dentro del mismo
mientras esperaba a que su hijo pequeño saliera del colegio.
Carolina, que tenía catorce años, había
salido antes y se dirigió a casa.
El niño
se entretuvo un poco más en la salida y, justo cuando subía al coche de su
padre, un miembro del
grupo Vizcaya de ETA se acercó al vehículo y disparó 6 tiros a través de la
luna delantera.
El guardia civil se desplomó sin
vida dentro de su automóvil en presencia del pequeño de 9 años.
"Pero
nadie tuvo el valor, ni la decencia, de coger a ese niño de nueve años y
acercarse a darle un mimo después de haber visto el asesinato de su padre.
El autor de los
disparos se montó en un taxi, robado previamente a punta de pistola, donde le
esperaban otros terroristas.
El propietario del
taxi fue abandonado atado a un árbol en el mismo término municipal donde se
cometió el atentado.
El vehículo fue
localizado poco después en Portugalete.
El funeral
oficial por Ricardo Couso se celebró en la Iglesia de los Padres Agustinos de
Bilbao, presidido por el gobernador civil de Vizcaya, Daniel Vega, y por el
director general de la Guardia Civil, Luis Roldán.
La hija mayor,
de 14 años, tuvo que ser llevada en volandas, pues no cesaba de llorar y apenas
podía caminar.
En Galicia se
ofició un segundo funeral al día siguiente en la Iglesia de San Francisco de
Santiago de Compostela.
Después del acto
religioso, el féretro con los restos mortales del guardia civil fue portado por
sus compañeros hasta el cementerio de Boisaca, donde fue enterrado.
Las investigaciones policiales determinaron
que los autores del asesinato de Ricardo Couso fueron los etarras:
Jesús Mendinueta Flores
Juan Carlos Iglesias Chouzas,
alias Gadafi
Juan Manuel Ormazábal Ibarguren,
alias Turco.
Este último no pudo ser juzgado,
pues resultó muerto en un tiroteo con agentes de la Ertzaintza en Bilbao en
agosto de 1991.
En 1996, la Audiencia Nacional condenó a 28 años de
cárcel por su participación en el asesinto del guardia civil al etarra
Mendinueta Flores.
En 2006, y por los mismos hechos,
fue condenado
Iglesias Chouzas a 29 años.
Según declaración policial del
primero, cuando fue detenido en 1991, el autor de los disparos que acabaron con
la vida de Ricardo fue Ormazábal Ibarguren, el muerto.
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