martes, 13 de junio de 2023

13 JUNIO

 



 

 

 

Categoría: NO  DEBEMOS  OLVIDAR

 

En torno a las 14:30 del

 

13  junio  1979

 

44º ANIVERSARIO

 

 

 

ETA asesina al 

 

Montador  de la empresa Tamoin que trabajaba en la central nuclear de Lemóniz (Vizcaya)-PAÍS VASCO-ESPAÑA, en el momento en que se producía el cambio de turno.

 

ÁNGEL BAÑOS ESPADA

 

Ángel Baños, que iniciaba entonces su trabajo en el turno de tarde, se encontraba en ese momento sobre una pequeña plataforma en la parte superior de un tanque de aceite destinado a la refrigeración de la turbina.

Algunos de sus compañeros informaron que Ángel acostumbraba a cambiarse de ropa en dicho lugar, aunque no supieron explicar la razón por la que seguía en el interior del pabellón tras la orden de desalojo.

La bomba, colocada en la parte inferior del tanque, de forma cilíndrica y con un diámetro de unos tres metros, estalló en esos momentos.

El tanque no sufrió desperfectos visibles, aunque sí algunos de los materiales auxiliares situados en su entorno.

Ángel recibió el impacto de la onda expansiva cayendo por la parte trasera del tanque, entre éste y la pared exterior del edificio.

Así, para desplazarse por el interior de la planta era preciso portar una credencial nominal, que era examinada por los servicios de seguridad cada vez que se traspasaban las barreras que separan las distintas partes de la obra.

 

Sin embargo, la banda terrorista ETA siguió cometiendo atentados contra la central y las personas relacionadas con la misma.

 

 

 

13  junio  1982

 

41º ANIVERSARIO

 

 

ETA asesinaba de un tiro en la cabeza en la localidad guipuzcoana de Pasajes (Guipúzcoa)-PAÍS VASCO-ESPAÑA

 

guardia civil 

 

JOSÉ LUIS FERNÁNDEZ PERNAS.

 

 

Eran las 21:00  y José Luis se encontraba con otro guardia civil prestando servicio de vigilancia ante la caseta de control situada en la entrada del puerto de Pasajes.

 

Los etarras realizaron un único disparo con un rifle Winchester de mira telescópica que le alcanzó en el parietal y le provocó la muerte en el acto.

 

Los cristales de la garita saltaron hechos añicos por el impacto de la bala, ocasionando leves rasguños al compañero del guardia civil asesinado. 

 

Los terroristas efectuaron el disparo desde un punto situado en el Alto de Capuchinos, a varios cientos de metros de la caseta de la Guardia Civil, pero desde el que tenían a tiro a los dos agentes.

Previamente habían robado un taxi y, tras introducir al conductor en el maletero, se dirigieron al Alto de Capuchinos, en una zona cercana al barrio de Beraun desde la que se domina los puestos de control de la Guardia Civil en el puerto de Pasajes.

El propietario del taxi permaneció en el maletero de su coche mientras se cometía el atentado y fue localizado poco después en una calle de Rentería.

El cuerpo de José Luís Fernández Pernas, cuya muerte se produjo de forma instantánea, fue trasladado inicialmente al Hospital Militar de San Sebastián y, posteriormente, al Gobierno Civil de Guipúzcoa en cuyas dependencias se instaló la capilla ardiente.

La garita atacada estaba situada en la misma entrada del puerto, junto a la barrera que controla el paso de vehículos.

 

Los etarras dejaron el rifle en el suelo, así como varios proyectiles, para que las fuerzas de seguridad los encontraran.

 

La utilización de una mira telescópica confería una particularidad a este atentado, según informaron fuentes policiales, quienes contraponen esta acción con otras efectuadas casi a bocajarro por la banda terrorista.

 

ETA pretendía sembrar el pánico entre los agentes destinados a custodiar la entrada del puerto, pues el modus operandi mostraba la vulnerabilidad en la que se encontraban los guardias civiles encargados de la vigilancia del mismo.

 

Al día siguiente, 14 de junio, se celebró el funeral por el alma de Fernández Pernas.

Cuando el féretro era portado a hombros de miembros de las fuerzas de seguridad, un grupo de mujeres gritó "Abajo el Gobierno", después de que el resto de los presentes corease vivas a España, al Rey y a la Guardia Civil.

Al acto, presidido por el general subinspector de la Guardia Civil, Antonio Hermosilla, asistieron Francisco Javier Cerezeda, general de la Quinta Zona de la Guardia Civil; el subsecretario del Ministerio del Interior, Juan José Izarra del Corral; el delegado del Gobierno central en el País Vasco, Marcelino Oreja; el presidente de la Diputación de Guipúzcoa, Santiago Aizarna; el alcalde de San Sebastián, Jesús María Alcay, así como mandos militares de los tres ejércitos y representantes del PSE-PSOE y de la UCD vasca.

El cuerpo del guardia civil fue trasladado posteriormente en avión al aeropuerto de Peinador, en Vigo, de donde fue conducido a la localidad pontevedresa de Tomillo.

 

En 1983 la Audiencia Nacional condenó a

   José Javier Beloqui Cortajarena, autor del disparo, y a su acompañante,

   José Aparicio Sagastume, a 29 años de reclusión mayor por un delito de atentado con resultado de muerte.

Ambos pertenecían al grupo Sega de la banda terrorista ETA. El 27 de septiembre de 1982 un tercer miembro de este grupo, Fernando Barrio Olano, resultó muerto en un enfrentamiento a tiros con la Policía en San Sebastián. Fuentes de la lucha antiterrorista le consideran también implicado, presuntamente, en el asesinato de Fernández Pernas.

 

Poco antes de las 11:00 del

 

13  junio  1990

 

33º ANIVERSARIO

 

 

 

ETA asesina en el Paseo de La Concha de San Sebastián-PAÍS VASCO-ESPÀÑA de un disparo en la cabeza al

 

 

coronel de Infantería DEL EJERCITO DE ESPAÑA,  retirado 

 

JOSÉ LASANTA MARTÍNEZ.

 

 

El etarra disparó al coronel a la altura del Hotel Londres y, a continuación, salió corriendo hacia la calle Zubieta.

 

La víctima presentaba un orificio de entrada por el ojo y otro de salida por la nuca, con pérdida de masa encefálica.

 

El militar, trasladado inmediatamente al Hospital de la Cruz Roja, falleció una hora después.

En un comunicado recordaron que no se puede olvidar a aquellos que con su silencio o apoyo alimentan la violencia.

 

 

Los autores materiales del asesinato de José Lasanta no han sido juzgados.

 

 

Sí fue condenado en 1995 como cómplice a 23 años de reclusión mayor Francisco Javier Balerdi Ibarguren, que en este atentado actuó como informador de la banda terrorista realizando varios seguimientos de la víctima que propiciaron su asesinato.

 

Cuando fue detenido, en junio de 1992, el etarra trabajaba en el seno del grupo municipal de Herri Batasuna en el Ayuntamiento de San Sebastián.

 

 

 

Hacia las 17:00 del

 

13  junio  1991

 

32º  ANIVERSARIO

 

 

ETA asesina al

 

 

guardia civil 

 

RICARDO COUSO RÍOS

 

 

En  la localidad vizcaína de Valle de Trápaga. Ricardo había estacionado su coche frente al colegio Franciscanas de Montpellier y permanecía dentro del mismo mientras esperaba a que su hijo pequeño saliera del colegio.

 

Carolina, que tenía catorce años, había salido antes y se dirigió a casa. 

 

El niño se entretuvo un poco más en la salida y, justo cuando subía al coche de su padre, un miembro del grupo Vizcaya de ETA se acercó al vehículo y disparó 6 tiros a través de la luna delantera.

 

El guardia civil se desplomó sin vida dentro de su automóvil en presencia del pequeño de 9 años.

 

"Pero nadie tuvo el valor, ni la decencia, de coger a ese niño de nueve años y acercarse a darle un mimo después de haber visto el asesinato de su padre.

 

El autor de los disparos se montó en un taxi, robado previamente a punta de pistola, donde le esperaban otros terroristas.

El propietario del taxi fue abandonado atado a un árbol en el mismo término municipal donde se cometió el atentado.

El vehículo fue localizado poco después en Portugalete.

El funeral oficial por Ricardo Couso se celebró en la Iglesia de los Padres Agustinos de Bilbao, presidido por el gobernador civil de Vizcaya, Daniel Vega, y por el director general de la Guardia Civil, Luis Roldán.

La hija mayor, de 14 años, tuvo que ser llevada en volandas, pues no cesaba de llorar y apenas podía caminar.

En Galicia se ofició un segundo funeral al día siguiente en la Iglesia de San Francisco de Santiago de Compostela.

Después del acto religioso, el féretro con los restos mortales del guardia civil fue portado por sus compañeros hasta el cementerio de Boisaca, donde fue enterrado.

Las investigaciones policiales determinaron que los autores del asesinato de Ricardo Couso fueron los etarras:

Jesús Mendinueta Flores

Juan Carlos Iglesias Chouzas, alias Gadafi

Juan Manuel Ormazábal Ibarguren, alias Turco.

 

Este último no pudo ser juzgado, pues resultó muerto en un tiroteo con agentes de la Ertzaintza en Bilbao en agosto de 1991.

 

En 1996, la Audiencia Nacional condenó a 28 años de cárcel por su participación en el asesinto del guardia civil al etarra

 

   Mendinueta Flores.

 

En 2006, y por los mismos hechos, fue condenado

 

   Iglesias Chouzas a 29 años.

 

Según declaración policial del primero, cuando fue detenido en 1991, el autor de los disparos que acabaron con la vida de Ricardo fue Ormazábal Ibarguren, el muerto.


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