ETA
VUELVE A ASESINAR
Categoría:
NO DEBEMOS OLVIDAR
A
las 19:20 del
14 junio 1984
39º aniversario
guardia civil
ÁNGEL ZAPATERO ANTOLÍN
Moría en el Paseo de Larracho de San Sebastián
destrozado por la explosión de una bomba colocada por ETA, que estalló en el
momento en que accionaba la llave de contacto de su coche.
La
onda expansiva despidió el vehículo del guardia civil a varios metros de
distancia, envuelto en una columna de humo y fuego.
Ángel
falleció en el acto y su cuerpo, calcinado por las llamas, quedó atrapado en el
amasijo de chatarra en que quedó convertida la estructura de su vehículo, un
Citroën GS con matrícula de Madrid.
El
cadáver tuvo que ser extraído por los bomberos, que llegaron al lugar minutos
después de la explosión.
La explosión pulverizó los
cristales de las viviendas de los alrededores y ocasionó serios desperfectos en
los coches aparcados en las inmediaciones.
Un niño de nacionalidad
portuguesa de 14 años de edad, José Evangelista Matías,
también resultó herido por la deflagración, y fue trasladado a la Residencia
Sanitaria Nuestra Señora de Aránzazu.
El chaval, que paseaba a
varios metros del lugar donde se produjo la explosión, fue alcanzado en la
pierna derecha por un neumático del coche del guardia civil asesinado que salió
despedido por la explosión.
Precisamente, el artefacto
explosivo estaba adosado a la rueda delantera, dispuesto para explotar en el
momento en que el guardia civil accionara el contacto.
El ministro del Interior,
José Barrionuevo, presidió el funeral por el alma de Ángel Zapatero, que se
celebró al día siguiente en la parroquia donostiarra de San Luis.
Con el ministro, que
acompañaba a la viuda, se encontraba el teniente general, José Antonio Sáenz de
Santa María.
Entre las autoridades
presentes estaban también los gobernadores civil y militar de Guipúzcoa, el
viceconsejero de Interior del Gobierno vasco, Eli Galdós, y los parlamentarios
vascos Txiki Benegas y Jaime Mayor, así como el alcalde de San Sebastián, Ramón
Labayen.
El furgón fúnebre llegó a la
iglesia a las 18:30 horas, precedido por siete coronas de flores.
El féretro fue llevado a
hombros por los compañeros del guardia civil asesinado.
En 1988 la Audiencia Nacional condenó:
A los hermanos Antonio y Domingo Troitiño Arranz
a 29 años de reclusión por el asesinato de Ángel Zapatero Antolín.
Los hermanos Troitiño acumulan
un largo historial de asesinatos: Antonio supera la treintena de asesinatos,
mientras que a su hermano Domingo, captado por el primero, se le atribuyen una
veintena de víctimas mortales.
En 1990 fue condenado por el
mismo atentado, y a las mismas penas que los hermanos Troitiño Arranz, el
etarra Ángel Zabaleta Mendía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario