martes, 5 de septiembre de 2023

SANTA TERESA DE CALCUTA

 




 

(UskubImperio otomano —actual Skopie

 

Macedonia del Norte—; 26 de agosto de 1910

 

CalcutaIndia5 de septiembre de 1997


6º  ANIVERSARIO

 


De  nombre secular Agnes Gonxha Bojaxhiu

 

(AFI: [aɡˈnɛs ˈɡɔndʒa bɔjaˈdʒiu]) y también conocida como Santa Teresa de CalcutaMadre Teresa de Calcuta, fue una monja católica de origen albanés naturalizada india, que fundó la congregación de las Misioneras de la Caridad en Calcuta en 1950.

 

 Durante más de 45 años atendió a pobres, enfermos, huérfanos y moribundos, al mismo tiempo que guiaba la expansión de su congregación, en un primer momento en la India y luego en otros países del mundo.

 

Tras su muerte, fue beatificada por el papa Juan Pablo II. ​

 

Su canonización fue aprobada por el papa Francisco en diciembre de 2015, después de que la Congregación para las Causas de los Santos reconociera como extraordinaria la curación de un brasileño enfermo en estado terminal.

 

El acto oficial de canonización tuvo lugar en Roma en la mañana del domingo 4 de septiembre de 2016.

 

Agnes descubrió su vocación desde temprana edad, y para 1928 ya había decidido que estaba destinada a la vida religiosa.

 

Fue entonces cuando optó por cambiar su nombre a «Teresa» en referencia a la santa patrona de los misioneros, Teresa de Lisieux.

 

Si bien dedicó los siguientes 20 años a enseñar en el convento irlandés de Loreto, comenzó a preocuparse por los enfermos y por los pobres de la ciudad de Calcuta.

 

Esto la llevó a fundar una congregación con el objetivo de ayudar a los marginados de la sociedad, primordialmente enfermos, pobres y personas que no tenían hogar.

 

En la década de 1970 era conocida internacionalmente y había adquirido reputación de persona humanitaria y defensora de los pobres e indefensos, en parte por el documental y libro Something Beautiful for God, de Malcolm Muggeridge.

 

Obtuvo el Premio Nobel de la Paz en 1979 y el más alto galardón civil de la India, el Bharat Ratna, en 1980, por su labor humanitaria.

 

A ellos se sumaron una decena de premios y reconocimientos de primer nivel, tanto nacionales como internacionales.

 

Recibió elogios de muchas personas, gobiernos y organizaciones.

 

Sin embargo, afrontó también una serie de críticas, como las objeciones de Christopher HitchensMichael ParentiAroup Chatterjee y el Consejo Mundial Hindú, que le achacaron una mentalidad reaccionaria y criticaron la deficiente atención en sus centros.

 

En 2010, en el centenario de su nacimiento, fue homenajeada alrededor del mundo, y su trabajo elogiado por la presidenta india Pratibha Patil.

 

Categoría: RECUERDO

 

RELIGIÓN CATÓLICA

 

 

Estas oraciones, son las oraciones que

 

debemos de orar cada vez que entremos

 

en cada casa que hay por todo el mundo

 

 

ORACIONES DE LAS MISIONERAS DE LA

 

CARIDAD

 



ORACIÓN PARA IRRADIAR A CRISTO

(Del Cardenal Newman)

¡Oh Jesús! Ayúdame a esparcir tu fragancia dondequiera que vaya.


Inunda mi alma de tu espíritu y vida.


Penetra en mí y aduéñate tan por completo de mí que toda mi vida no sea más que una irradiación de la tuya.


Resplandece a través de mí y permanece en mí de tal manera que cada alma con la que entre en contacto pueda sentir tu presencia en mí.


Que, al verme, no vean a mí, sino a Ti en mí.


Permanece en mí, de suerte que resplandezca con tu mismo resplandor y que mi resplandor sirva de luz para los demás.


Que mí luz venga toda de Ti, oh Jesús: y que ni el rayo más leve sea mío.

 

Sé Tú el que iluminas a otros por mi medio.


Pon en mis labios la alabanza que más te agrada iluminando a otros a mí alrededor.

 

Que, más que con palabras, te pregone con los hechos, con el destello visible del amor que de Ti viene a mí corazón.

 

Amén.


ORACIÓN DE SAN FRANCISCO DE ASÍS

Haz de mí, Señor, un instrumento de tu paz.


Que donde hay odio, ponga yo amor;

 

 Donde  hay ofensa, ponga yo perdón;

 

Donde  hay discordia, ponga yo armonía;

 

Donde  hay error, ponga yo verdad;

 

Donde   hay duda, ponga yo fe;

 

Donde  hay desesperación, ponga yo esperanza;

 

Donde  hay oscuridad, ponga yo luz;

 

Donde  hay tristeza, ponga yo alegría.


Haz, Señor, que más busque yo dar que recibir consuelo;

 

Ofrecer, que recibir comprensión;

 

Amar, que ser amado:

 

Porque sólo olvidándose de sí se encuentra uno a sí mismo, sólo en la muerte nos despertamos a la vida.

 

Amén.

ORACIÓN DE SAN IGNACIO DE LOYOLA

Alma de Cristo, santifícame;

 

Cuerpo de Cristo, sálvame;

 

Sangre de Cristo, embriágame;

 

Agua del costado de Cristo, lávame;

 

Pasión de Cristo, confórtame;

 

Oh buen Jesús, óyeme;

 

Dentro de tus llagas escóndeme.

 

No permitas que me aparte de Tí.

 

Del maligno enemigo defiéndeme.

 

En la hora de mi muerte, llámame y mándame ir a Ti, para que con tus santos te alabe por los siglos de los siglos.

 

Amén.



ORACIÓN DE PABLO VI

Haznos dignos, Señor, De servir a nuestros hermanos que viven y mueren en hambre y pobreza. Dales hoy, por nuestras manos, el pan de cada día, y, por nuestra caridad, la paz y la alegría.



IMMACULATE HEART OF MARY Cause of our joy, Bless your own Missionaries of Charity Help us to do all the good we can Keep us in your most puré Heart So that we may please Jesús Through You, in You and with You.


OH MOST PURE AND LOVING HEART Of my Mother and my Queen! Grant that I may love Thee, love Thee daily more and more; rant that I may love Thee, ve Thee daily more and more.


ORACIÓN DEL PAPA JUAN PABLO II
A LA VIRGEN DE LAS GRACIAS DE ALTÖTTING

 

¡Dios te salve, "Madre de las Gracias" de Altötting!

1. Desde hace algunos días, como peregrino por estas tierras alemanas cargadas de historia, mis caminos me conducen sobre las huellas de un cristianismo que se remonta ya al tiempo de los romanos. San Bonifacio, apóstol de Alemania, extendió eficazmente la fe cristiana entre los jóvenes pueblos de entonces, sellando con el martirio su trabajo misionero.

Mi paso es rápido y el programa del peregrinaje me impide visitar todos los lugares a los que su importancia histórica y la inclinación del corazón quisieran conducirme. ¡Hay tantos lugares tan importantes y distinguidos!

Hoy, día en que por unas pocas horas puedo permanecer en Altötting, tomo conciencia una vez más de la estrecha trabazón existente entre mi peregrinación y la confesión de la fe, confesión que constituye la tarea fundamental de Pedro y de sus Sucesores. Cuando yo proclamo a Cristo, el Hijo de Dios vivo, "Dios de Dios" y "Luz de Luz", "de la misma naturaleza que el Padre", confieso también con toda la Iglesia que El se ha hecho hombre por obra del Espíritu Santo y que ha nacido de la Virgen María. Tu nombre, María, va unido inseparablemente al suyo. Tu llamada y tu sí pertenecen para siempre, y de manera indisoluble, al misterio de la Encarnación.

2. Junto con toda la Iglesia, confieso y proclamo que Jesucristo es en este misterio el único mediador entre Dios y los hombres; pues su encarnación ha traído la redención y justificación a los hijos de Adán, sometidos al poder del pecado y de la muerte. Pero al mismo tiempo estoy plenamente convencido de que nadie ha sido incorporado de una manera tan profunda como Tú, la Madre del Redentor, a este misterio divino, misterio eficaz y soberano; igualmente estoy convencido también de que nadie se encuentra en mejor situación que Tú, Tú sola, María, para introducirnos en él a nosotros de un modo cada vez más sencillo y claro, a nosotros que lo anunciamos y que participamos incluso de él

En esta convicción de fe, vivo yo desde hace mucho. Con ella hago desde el principio esta peregrinación como Obispo de esa Iglesia local fundada por el Apóstol Pedro en Roma y cuya misión esencial ha sido y sigue siendo la de servir de communio, es decir, de unidad en el amor entre las diversas Iglesias locales y todos los hermanos y hermanas en Cristo.

Con esta misma convicción vengo hoy también aquí, ante tu imagen milagrosa en Altötting, Madre de las Gracias, rodeado de la veneración y del amor de tantos creyentes alemanes, austríacos y de otras regiones de lengua alemana. Permíteme corroborar una vez más esta convicción y dirigirme a Ti con esta oración:

3. Quisiera también aquí confiarte a ti, Madre nuestra, la Iglesia entera, pues tú estabas presente en el Cenáculo cuando, mediante la venida del Espíritu Santo sobre los Apóstoles, la Iglesia se manifestó públicamente. Hoy te confío ante todo la Iglesia que desde hace muchos siglos vive en este país y que forma una gran comunidad de creyentes entre los pueblos que hablan una misma lengua. A ti, Madre, te encomiendo toda la historia de esta Iglesia y su misión en el mundo actual: sus múltiples iniciativas y su incesante servicio en favor de todos los hombres de este país y en favor también de tantas comunidades e Iglesias del mundo entero, a quienes los cristianos de Alemania saben ayudar tan generosa y cordialmente.

María, tú que eres bienaventurada porque has creído (cf. Lc 1, 45), a ti te confío lo que parece ser más importante en el ministerio de la Iglesia en este país: el testimonio vigoroso de la fe frente a la generación actual de hombres y mujeres de este pueblo que vive ante un creciente materialismo e indiferencia religiosa. Que este testimonio hable siempre el claro lenguaje del Evangelio y que encuentre así una puerta de entrada ante todo en el corazón de las jóvenes generaciones. Que él seduzca a la juventud y la llene de ilusión por una vida según la imagen del "hombre nuevo" y por los distintos servicios posibles en la viña del Señor.

4. Madre de Cristo, el cual antes de su pasión rezó: "Padre... que todos sean uno" (Jn 17, 11. 21). Mi caminar por estas tierras alemanas, precisamente en este año, estrechamente ligado al deseo ardiente y humilde de la unidad entre los cristianos, separados desde el siglo XVI. ¿Puede tener alguien un deseo más profundo que el que tú tienes de que se cumpla la oración de Cristo en el Cenáculo? Debiendo reconocer nuestra parte de culpabilidad en esta división, al pedir hoy por una nueva unidad en el amor y en la verdad, ¿no podremos esperar que con nosotros reces también tú, Madre de Cristo? ¿No podremos esperar que el fruto de esta oración sea una vez más en un momento determinado el don de aquella "comunicación del Espíritu Santo" (2 Cor 13, 13), comunicación imprescindible "para que el mundo crea" (Jn 17, 21)?

A ti, Madre, te confío yo el futuro de la fe en este país de vieja tradición cristiana; y, recordando los lamentables desastres de la última guerra, que tan profundas heridas causaron sobre todo en los pueblos de Europa, te confío también la paz del mundo entero. Que entre estos pueblos surja un nuevo orden; un orden basado en el respeto total de los derechos de cada nación y de cada hombre en su nación; un verdadero orden moral, en el que los pueblos puedan convivir como en una ¡familia mediante esa armonía necesaria entre justicia y libertad.

A ti, Reina de la Paz y Espejo de la Justicia, te dirijo esta oración yo, Juan Pablo II, Obispo de Roma y Sucesor de San Pedro. En tu santuario de Altötting la dejo como recuerdo perpetuo. Amén.

 

PLEGARIA DE JUAN PABLO II
ANTE LA TUMBA DE SAN ALBERTO MAGNO


Iglesia de San Andrés, Colonia
Sábado 15 de noviembre de 1980

 

¡Oh Dios, eres admirable en tus santos!

Constituido por Ti Supremo Pastor de la Iglesia de Jesucristo, humildemente doblo la rodilla hoy como peregrino ante la tumba de San Alberto, para enaltecerte con todos los creyentes en la celebración del VII centenario de su muerte y agradecerte las obras de su vida por las que Tú lo has erigido en maestro de la fe y ejemplo de vida cristiana para tu Iglesia.

Oh Dios, creador nuestro, autor y luz del espíritu humano, tú has enriquecido a San Alberto en el fiel seguimiento de Jesucristo, nuestro Señor y Maestro, con un profundo conocimiento de la fe. La creación misma era para él revelación de tu omnipotente bondad, mientras iba aprendiendo a conocerte y a amarte más profundamente en las criaturas. Asimismo investigó las obras de la sabiduría humana, como también los escritos de los filósofos no cristianos, que le abrieron paso hacia un encuentro con tu gozoso mensaje. Especialmente lo capacitaste con el don del discernimiento para defenderse del error, profundizar en la verdad y difundirla entre los hombres. Por eso, lo has constituido en maestro de la Iglesia y de todos los hombres.

Hermanados en la intercesión de San Alberto, imploramos tu misericordia:

— Envía a tu Iglesia, también en nuestro tiempo, maestros de la verdad, capaces de interpretar y anunciar oportunamente a los hombres tu alegre mensaje con la palabra y el testimonio de una vida santa: Te rogamos, óyenos.

— Abre los corazones de los hombres con la gracia de una fe viva, para que descubran la presencia de Dios en la creación y en sus propias vidas, y correspondan plenamente a su santa voluntad: Te rogamos, óyenos.

— Acompaña e ilumina con tu Santo Espíritu el servicio de los investigadores y profesores, presérvalos del orgullo y vanidad, y da a los estudiosos de la naturaleza responsabilidad en el contacto con los dones de tu creación: Te rogamos, óyenos.

— Da a los responsables de los Estados y de la sociedad inteligencia y conciencia de responsabilidad a fin de que utilicen las conquistas de la ciencia y de la técnica para la paz y el progreso de los pueblos, y no para su perjuicio o completa aniquilación: Te rogamos, óyenos.

— Ayúdanos a todos a encontrar siempre la verdad en medio de los múltiples peligros y errores de nuestro tiempo y a servirte con fidelidad por medio de una atrayente vida de fe: Te rogamos, óyenos.

— Bendice, por la intercesión de San Alberto, a todos los ciudadanos de este país, da paz y unidad al pueblo alemán y haz que siempre tenga presente su responsabilidad en la comunidad internacional: Te rogamos, óyenos.

Acompaña con especial bendición y asistencia esta mi visita pastoral a la República Federal Alemana, fortalece a todos los creyentes en su amor a Cristo y a su Iglesia, para que a través de su testimonio de vida cristiana en la verdad sea también glorificado tu nombre en el mundo de hoy: Te rogamos, óyenos.

San Alberto, ruega por nos, para que seamos dignos de las promesas de Cristo.

Oremos: Oh Dios, consuelo y fortaleza nuestra, Tú has dado a San Alberto, Obispo y Doctor de la Iglesia, el coraje para subordinar el humano saber a la sabiduría eterna. Fortalece y protege con su intercesión nuestra fe en la desorientación espiritual de nuestros días. Danos la grandeza de su alma, para que el progreso de las ciencias nos ayude también a nosotros a conocerte más profundamente y a acercarnos más a ti. Haznos crecer en el conocimiento de la verdad, que eres Tú mismo, para que un día en unión con todos los santos podamos contemplarte cara a cara. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.

Amén.

 

ORACIÓN DEL PAPA JUAN PABLO II
A SAN BENITO

Monasterio de Santa Escolástica
Domingo 20 de septiembre de 1980

 

Al final de esta peregrinación que he realizado juntamente con los obispos de Europa a estos lugares tan cargados de espiritualidad y consagrados por la presencia de San Benito, deseo elevar al Santo Patrono de Europa una ferviente invocación:

1. ¡Oh San Benito abad! El humilde Sucesor de Pedro y los obispos de Europa, a la que tú amaste tanto, hemos venido a este lugar, en el que, de joven estudiante, buscaste y encontraste el significado más verdadero de tu existencia; en este lugar, en el cual, ayudado por el silencio, por la reflexión, por la oración, por la penitencia, te preparaste a ser instrumento dócil de la misericordia de Dios, que quería hacer de ti un guía y un maestro para Europa, para la Iglesia, para el mundo.

Hemos venido en peregrinación a fin de expresar, ante todo, nuestra inmensa gratitud a la Trinidad Santísima por el don que hace XV siglos hizo a la Iglesia; y, además, a fin de manifestarte, Santo Patrono de Europa, nuestra fervorosa admiración por tu plena correspondencia a la gracia y escuchar ese mensaje que tú viviste en ti y has transmitido además a las generaciones futuras, arraigado en la fuerza liberadora del Evangelio, que es "poder de Dios para salud de todo el que cree" (Rom 1, 16).

|Oh Santo Patriarca! Tú que no enseñaste de manera distinta a como viviste (cf. Gregorio, Diál. II, 36), haznos sentir a todos, en esta circunstancia singular, la actualidad perenne de tu enseñanza, para que continúes siendo inspirador de bien para el hombre contemporáneo.

2. Tú nos has enseñado que Dios, Creador y Padre, debe ser el "primer servido", mediante la fe viva, el culto digno, la adoración devota, la plegaria asidua, la obediencia alegre a su santísima voluntad.

Tú nos has enseñado que la vida del hombre es digna de ser vivida, sin superficial optimismo utópico ni pesimismo desesperado, porque es don del amor de Dios y debe ser una continua, perenne, constante búsqueda de Dios, el único verdadero y auténtico valor absoluto.

Tú nos has enseñado que el cristiano, para ser realmente tal, debe "servir en la milicia de Cristo Señor, verdadero rey" (Regla, pról.), haciendo de Cristo el centro de la propia vida y de los propios intereses.

Tú nos has enseñado que juntamente con el alejamiento interior de los bienes caducos de la tierra, debemos poseer una gozosa y activa apertura de espíritu y de corazón hacia todos los hombres, hermanos en Cristo, hijos del mismo Padre celestial.

Tú nos has enseñado que para el hombre, el trabajo —no sólo el de quien se inclina sobre los libros, sino también el de quien se inclina con la frente empapada de sudor y con las manos doloridas para roturar la tierra— no es humillación ni alienación, sino elevación, exaltación, más aún, participación en la obra creadora de Dios; es aportación consciente y meritoria a la construcción de la ciudad terrena, en espera de la definitiva y eterna.

Tú nos has enseñado que la fe cristiana, lejos de ser elemento de división o de disgregación, es matriz de unidad, de solidaridad, de fusión también en el orden temporal, social, cultural, y que, por lo tanto, la libertad religiosa es uno de los derechos inalienables del hombre.

3. Por esto, oh Santo Patriarca, te invocamos esta tarde: eleva tus amplios, paternales brazos a la Trinidad Santísima y ruega por el mundo, por la Iglesia y, en particular, por Europa, por tu Europa, de la cual eres celeste Patrono; que no olvide, no rechace, no renuncie al extraordinario tesoro de la fe cristiana que, durante siglos, ha animado y fecundado la historia y el progreso moral, civil, cultural, artístico de cada una de sus naciones; que, en virtud de esta matriz "cristiana", sea portadora y generadora de unidad y de paz entre los pueblos del continente y de los de todo el mundo; garantice a todos sus ciudadanos la serenidad, la paz, el trabajo, la seguridad, los derechos fundamentales, como los que conciernen a la religión, a la vida, a la familia, al matrimonio.

Con tu oración, oh Santo Patrono de Europa, invocamos suplicantes la intercesión de tu querida hermana.

Oh Santa Escolástica, te confiamos en particular a las muchachas, a las jóvenes, a las religiosas, a las madres, para que, mirando tu ejemplo, sepan vivir hoy su dignidad de ser mujeres, según el designio de Dios.

San Benito y Santa Escolástica, rogad por nosotros.

Amén.

 

PLEGARIA
COMPUESTA POR EL PAPA JUAN PABLO II
PARA REZAR POR LA VI ASAMBLEA SINODAL

LA MISIÓN DE LA FAMILIA CRISTIANA

 

Oh Dios,
de quien procede toda paternidad
en el cielo y en la tierra.
Padre, que eres Amor y Vida,
haz que cada familia humana sobre la tierra se convierta,
por medio de tu Hijo, Jesucristo, "nacido de Mujer",
y mediante el Espíritu Santo, fuente de caridad divina,
en verdadero santuario de la vida y del amor
para las generaciones que siempre se renuevan.

Haz que tu gracia
guíe los pensamientos y las obras
de los esposos hacia el bien de sus familias
y de todas las familias del mundo.

Haz que las jóvenes generaciones
encuentren en la familia
un fuerte apoyo para su humanidad
y su crecimiento en la verdad y en el amor.

Haz que el amor
corroborado por la gracia del sacramento del matrimonio,
se demuestre más fuerte que cualquier debilidad
y cualquier crisis,
por las que a veces pasan nuestras familias.

Haz finalmente, te lo pedimos
por intercesión de la Sagrada Familia de Nazaret,
que la Iglesia en todas las naciones de la tierra
pueda cumplir fructíferamente su misión
en la familia y por medio de la familia.

Por Cristo nuestro Señor
que es el camino, la verdad y la vida,
por los siglos de los siglos.

Amén. 

 

ORACIÓN DEL SANTO PADRE JUAN PABLO II
EN LA FIESTA LITÚRGICA
DE LA NATIVIDAD DE LA VIRGEN MARÍA

 

¡Oh Virgen naciente,

esperanza y aurora de salvación para todo el mundo, vuelve benigna tu mirada materna hacia todos nosotros, reunidos aquí para celebrar y proclamar tus glorias!

¡Oh Virgen fiel,

que siempre estuviste dispuesta y fuiste solícita para acoger, conservar y meditar la Palabra de Dios, haz que también nosotros, en medio de las dramáticas vicisitudes de la historia, sepamos mantener siempre intacta nuestra fe cristiana, tesoro precioso que nos han transmitido nuestros padres!

¡Oh Virgen potente,

que con tu pie aplastaste la cabeza de la serpiente tentadora, haz que cumplamos, día tras dÍa, nuestras promesas bautismales, con las cuales hemos renunciado a Satanás, a sus obras y a sus seducciones, y que sepamos dar en el mundo un testimonio alegre de esperanza cristiana!

¡Oh Virgen clemente,

que abriste siempre tu corazón materno a las invocaciones de la humanidad, a veces dividida por el desamor y también, desgraciadamente, por el odio y por la guerra, haz que sepamos siempre crecer todos, según la enseñanza de tu Hijo, en la unidad y en la paz, para ser dignos hijos del único Padre celestial!

Amén.

 

ORACIONES DEL SANTO PADRE JUAN PABLO II
DURANTE SU VISITA APOSTÓLICA

 

·                     Bendición del túnel del Gran Sasso

·                     Santuario de Nuestra Señora de la Cruz, de Roio

·                     Plegaria en la Basílica de San Bernardino de Siena

 

Bendición del túnel del Gran Sasso

Oh Dios creador, que dominas en el cielo y la tierra, te damos gracias por la feliz conclusión de este túnel grandioso del Gran Sasso de Italia y por haber ayudado en sus fatigas a cuantos han trabajado en él. Con este túnel se abre el camino del progreso y la comunicación fraterna entre todos los hombres. No falte tu protección paterna en el camino de la vida a cuantos lo atraviesen. Te lo pedimos en el Nombre Santísimo de Jesús, camino, verdad y vida, que vive y reina por los siglos de los siglos.

* * * * * *

 

Santuario de Nuestra Señora de la Cruz, de Roio

Virgen Santísima, que elegisteis como lugar de predilección la colina de Roio de Aquila para vuestra imagen, encontrada y traída devotamente a los Abruzos por vuestros pastores emigrados de Pulla, y en este bello templo erigido por la piedad de nuestros mayores abristeis un manantial de dones celestes: Acoged el homenaje que os rinden vuestros hijos cercanos y lejanos, renovad vuestra providencial alianza con ellos y confortadlos con vuestra bendición. Amén.

 

* * * * * *

 

Plegaria en la Basílica de San Bernardino de Siena

Oh Dios que nos has dado en San Bernardino de Siena un modelo de predicador de tu Palabra: Concede que en todos los lugares a donde va a volver renazca, con su presencia, la vida cristiana, se aplaquen las violencias y sea acogido el «Evangelio de la paz». Te lo pedimos en el Nombre Santísimo de Jesús, Redentor del hombre, que vive y reina por los siglos de los siglos.

ORACIONES DEL SANTO PADRE JUAN PABLO II
DURANTE SU VISITA APOSTÓLICA

 

·                     Bendición del túnel del Gran Sasso

·                     Santuario de Nuestra Señora de la Cruz, de Roio

·                     Plegaria en la Basílica de San Bernardino de Siena

 

Bendición del túnel del Gran Sasso

Oh Dios creador, que dominas en el cielo y la tierra, te damos gracias por la feliz conclusión de este túnel grandioso del Gran Sasso de Italia y por haber ayudado en sus fatigas a cuantos han trabajado en él. Con este túnel se abre el camino del progreso y la comunicación fraterna entre todos los hombres. No falte tu protección paterna en el camino de la vida a cuantos lo atraviesen. Te lo pedimos en el Nombre Santísimo de Jesús, camino, verdad y vida, que vive y reina por los siglos de los siglos.

* * * * * *

 

Santuario de Nuestra Señora de la Cruz, de Roio

Virgen Santísima, que elegisteis como lugar de predilección la colina de Roio de Aquila para vuestra imagen, encontrada y traída devotamente a los Abruzos por vuestros pastores emigrados de Pulla, y en este bello templo erigido por la piedad de nuestros mayores abristeis un manantial de dones celestes: Acoged el homenaje que os rinden vuestros hijos cercanos y lejanos, renovad vuestra providencial alianza con ellos y confortadlos con vuestra bendición. Amén.

 

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Plegaria en la Basílica de San Bernardino de Siena

Oh Dios que nos has dado en San Bernardino de Siena un modelo de predicador de tu Palabra: Concede que en todos los lugares a donde va a volver renazca, con su presencia, la vida cristiana, se aplaquen las violencias y sea acogido el «Evangelio de la paz». Te lo pedimos en el Nombre Santísimo de Jesús, Redentor del hombre, que vive y reina por los siglos de los siglos.

 

ORACIÓN DEL SANTO PADRE JUAN PABLO II
EN LA LEPROSERÍA DE MARITUBA
 

 

¡Señor: con la fe que nos disteis, os confesamos
Dios Todopoderoso, nuestro Creador y Padre providente,
Dios de esperanza, en Jesucristo, Nuestro Salvador,
Dios de amor, en el Espíritu Santo, nuestro consolador!

Señor: confiando en vuestras promesas que no pasan,
queremos vivir siempre en Vos, buscar alivio en el dolor.
Con todo, discípulos de Jesús como somos; ¡no se haga lo que queremos,
hágase vuestra voluntad, en todo nuestro vivir!

Señor: agradecidos por la predilección de Cristo,
por los leprosos que tuvieron la dicha de entrar en contacto con El,
viéndonos en ellos... os agradecemos también los favores
en todo lo que nos ayuda, alivia y conforta:
os damos gracias por la medicina y los médicos,
por la asistencia y los enfermeros, por las condiciones de vida,
por los que nos consuelan y por los que son consolados por nosotros,
por los que nos comprenden y aceptan, y por los demás.

Señor: concedednos paciencia, serenidad y valor;
haced que vivamos una caridad alegre, por vuestro amor,
para con quien sufre más que nosotros y para con otros que,
aun no sufriendo, no tienen claro el sentido de la vida.

Señor: queremos que nuestra vida pueda ser útil, servir:
para alabar, agradecer, reparar e impetrar, con Cristo,
por los que os adoran y por los que no os adoran, en el mundo,
y por vuestra Iglesia, extendida por toda la tierra.

Señor: por los méritos infinitos de Cristo, en la cruz,
"siervo doliente" y hermano nuestro, al cual nos unimos,
os pedimos por nuestras familias, amigos y bienhechores,
por el buen resultado de la visita del Papa y por Brasil.

Amén.

PLEGARIA DEL SANTO PADRE JUAN PABLO II
A NUESTRA SEÑORA APARECIDA

 

Señora Aparecida, un hijo vuestro
que os pertenece sin reserva —totus tuus!—
llamado por misterioso designio de la Providencia
a ser Vicario de Vuestro Hijo en la tierra,
quiere dirigirse a Vos, en este momento.

El recuerda, con emoción, por el color moreno
de esa vuestra imagen, otra representación vuestra,
¡la Virgen Negra de Jasna Góra!

Madre de Dios y nuestra,
proteged a la Iglesia, al Papa, a los obispos, a los sacerdotes
y a todo el pueblo fiel; ¡acoged bajo vuestro manto protector
a los religiosos, religiosas, a las familias,
a los niños, a los jóvenes y a sus educadores!

Salud de los enfermos y Consoladora de los afligidos,
sed consuelo de los que sufren en el cuerpo o en el alma;
sed luz de los que buscan a Cristo,
Redentor del hombre; todos los hombres
mostradles que sois la Madre de nuestra confianza.

Reina de la paz y Espejo de justicia,
¡alcanzad para el mundo la paz,
haced que Brasil tenga paz duradera,
que los hombres convivan siempre como hermanos,
como hijos de Dios!

Nuestra Señora Aparecida
bendecid este vuestro santuario y a quienes en él trabajen,
bendecid a este pueblo que aquí reza y canta,
bendecid a todo vuestros hijos,
bendecid a Brasil.

Amén.

 

 PLEGARIA DEL SANTO PADRE JUAN PABLO II
A NUESTRA SEÑORA APARECIDA

 

Señora Aparecida, un hijo vuestro
que os pertenece sin reserva —totus tuus!—
llamado por misterioso designio de la Providencia
a ser Vicario de Vuestro Hijo en la tierra,
quiere dirigirse a Vos, en este momento.

El recuerda, con emoción, por el color moreno
de esa vuestra imagen, otra representación vuestra,
¡la Virgen Negra de Jasna Góra!

Madre de Dios y nuestra,
proteged a la Iglesia, al Papa, a los obispos, a los sacerdotes
y a todo el pueblo fiel; ¡acoged bajo vuestro manto protector
a los religiosos, religiosas, a las familias,
a los niños, a los jóvenes y a sus educadores!

Salud de los enfermos y Consoladora de los afligidos,
sed consuelo de los que sufren en el cuerpo o en el alma;
sed luz de los que buscan a Cristo,
Redentor del hombre; todos los hombres
mostradles que sois la Madre de nuestra confianza.

Reina de la paz y Espejo de justicia,
¡alcanzad para el mundo la paz,
haced que Brasil tenga paz duradera,
que los hombres convivan siempre como hermanos,
como hijos de Dios!

Nuestra Señora Aparecida
bendecid este vuestro santuario y a quienes en él trabajen,
bendecid a este pueblo que aquí reza y canta,
bendecid a todo vuestros hijos,
bendecid a Brasil.

Amén.

PLEGARIA A  LA VIRGEN MARÍA

 

¡Santa María, Virgen y Madre!
El Señor te ha bendecido
más que a todas las mujeres de la tierra:
nuestro pueblo, lleno de alegría, celebra tu gloría.

Tú has concebido primero en tu corazón, por medio de la fe
y luego en tu seno virginal, al Hijo del Altísimo
y lo has dado a luz por obra del Espíritu Santo,
convirtiéndote en Madre de Dios.

Tú, al pie de la cruz de tu Hijo,
mientras el dolor traspasaba tu alma,
mostrando tu esperanza inquebrantable,
has cooperado en nuestra restauración en la gracia,
y eres Madre nuestra.

Tú, que nos has dado ejemplo en tu hogar de Nazaret,
haz que en el santuario de nuestras familias
sea siempre bendecida y respetada la vida concebida
y que reine en ellas la concordia y el amor cristiano.

Tú, que eres signo de esperanza y consuelo para todos,
ayúdanos a renovar espiritualmente nuestro país,
amando y respetando a nuestros hermanos,
haciéndonos promotores de verdad, de justicia, de libertad y de paz.

Tú, a quien todas las generaciones llaman bienaventurada,
concede a todos los hombres caminar juntos,
sin desfallecer y superando obstáculos,
hasta encontrarnos unidos en la casa del Padre.

Santa María, Virgen y Madre,
recibe la alabanza y el agradecimiento
de este pueblo argentino que a lo largo de su historia
ha experimentado eficazmente tu valiosa intercesión.

Amén.


Oración por la Canonización de la Madre Teresa y para pedirle un favor

 

Jesús, tú hiciste de la Madre Teresa un ejemplo inspirador de Fe firme y Caridad ardiente, un testigo extraordinario del camino de la infancia espiritual y una gran maestra del valor y dignidad de toda vida humana.

 

Concédenos que ella sea venerada e imitada como uno de los santos canonizados de la Iglesia.

 

Escucha las súplicas de todos aquellos que buscan su intercesión, especialmente la petición que en este momento imploro...

 

(mencione aquí la gracia que desea obtener con la intercesión de la beata Madre Teresa de Calcuta).

 

Haz que sigamos su ejemplo atendiendo a tu grito de sed desde la cruz y te amemos bajo las apariencias
de los más pobres de los pobres, especialmente los menos amados y menos aceptados.

 

Te pedimos esto por la intercesión de María, tu Madre y Madre de todos nosotros.

 

Amén.


Oración a la Beata Madre Teresa de Calcuta

 

Beata Teresa de Calcuta, deseando ardientemente amar a Jesús como nunca antes había sido amado, te entregaste completamente a Él, sin negarle nada.

 

En unión con el Corazón Inmaculado de María, aceptaste la llamada de Jesús para saciar su infinita sed de amor y de almas y así ser portadora de su amor por los más pobres entre los pobres.

 

Con confianza llena de amor y abandono total cumpliste su voluntad, testimoniando la alegría de pertenecerle a Él totalmente.

 

Te uniste tan íntimamente a Jesús, tu Esposo crucificado, que Él, suspendido en la Cruz, se dignó compartir contigo la agonía de su Corazón.

 

Beata Teresa, tu que prometiste traer continuamente la luz del amor a aquellos que viven en la tierra, intercede para que también nosotros deseemos saciar la ardiente sed de Jesús amándole apasionadamente, compartiendo sus sufrimientos con alegría y sirviéndole de todo corazón en nuestros hermanos y hermanas, especialmente en aquellos que, más de todos, son “no amados” y “no deseados.”

 

Amén.

 

Madre de los Pobres (de Alejandra Darú)

 

Capullo de Albania, niña bendecida,
madre de los pobres por Dios elegida.


Regalo del cielo envuelta en un sari,
sandalias de Pablo, incansable viajera.


Madre de los pobres entre los más pobres,
multiplicando amor desde una moneda,
para repartirlo entre seres hambrientos,
enfermos y solos, en unas literas.
Madre de Calcuta, ejemplo de todos,

¿Qué calle no conoció tu amor y fortaleza?

¿Qué niño no sintió tu ternura al recibirlo?

¿Quién no aprendió tu oración de Misionera?


Beata en el Cielo que amaste en la Tierra
a cada mendigo que diste la mano,
Madre de los pobres entre los más pobres,
hazme descubrir a Jesús en cada hermano.

 

Amén.

 

Se ruega comuniquen las gracias recibidas por medio de la intercesión de la beata Teresa de Calcuta a una de estas direcciones:

The Postulator
54A A. J. C. Bose Road,
Calcutta
700 016
INDIA.

Postulation of Mother Teresa
2498 Roll Drive
PMB 733 San Diego, CA 92154
USA

 

Oración por la Familia

 

Padre Celestial, nos has dado un modelo de vida en la Sagrada Familia de Nazaret. Ayúdanos, Padre amado, a hacer de nuestra familia otro Nazaret, donde reine amor, la paz y la alegría.

Que sea profundamente contemplativa, intensamente eucarística y vibrante con alegría. Ayúdanos a permanecer unidos por la oración en familia en los momentos de gozo y de dolor. Enséñanos a ver a Jesucristo en los miembros de nuestra familia especialmente en los momentos de angustia.

Haz que el corazón de Jesús Eucaristía haga nuestros corazones mansos y humildes como el suyo y ayúdanos a sobrellevar las obligaciones familiares de una manera santa.

Haz que nos amemos más y más unos a otros cada día como Dios nos ama a cada uno de nosotros y a perdonarnos mutuamente nuestras faltas como Tú perdonas nuestros pecados.

Ayúdanos, oh Padre amado, a recibir todo lo que nos das y a dar todo lo que quieres recibir con una gran sonrisa. Inmaculado Corazón de María, causa de nuestra alegría, ruega por nosotros.

Santos Angeles de la Guarda permaneced a nuestro lado, guiadnos y protegednos. Amén

-Madre Teresa de Calcuta M.C.


Oración para Aprender a Amar

 

Señor, cuando tenga hambre, dame alguien que necesite comida;
Cuando tenga sed, dame alguien que precise agua;
Cuando sienta frío, dame alguien que necesite calor.
Cuando sufra, dame alguien que necesita consuelo;
Cuando mi cruz parezca pesada, déjame compartir la cruz del otro;
Cuando me vea pobre, pon a mi lado algún necesitado.
Cuando no tenga tiempo, dame alguien que precise de mis minutos;
Cuando sufra humillación, dame ocasión para elogiar a alguien; Cuando esté desanimado, dame alguien para darle nuevos ánimos.
Cuando quiera que los otros me comprendan, dame alguien que necesite de mi comprensión;
Cuando sienta necesidad de que cuiden de mí, dame alguien a quien pueda atender;
Cuando piense en mí mismo, vuelve mi atención hacia otra persona.

Haznos dignos, Señor, de servir a nuestros hermanos;
Dales, a través de nuestras manos, no sólo el pan de cada día, también nuestro amor misericordioso, imagen del tuyo.

-Madre Teresa de Calcuta M.C.

 

Oración para Sonreír

 

Señor, renueva mi espíritu y dibuja en mi rostro
sonrisas de gozo por la riqueza de tu bendición.

Que mis ojos sonrían diariamente
por el cuidado y compañerismo
de mi familia y de mi comunidad.

Que mi corazón sonría diariamente
por las alegrías y dolores que compartimos.

Que mi boca sonría diariamente
con la alegría y regocijo de tus trabajos.

Que mi rostro dé testimonio diariamente
de la alegría que tú me brindas.

Gracias por este regalo de mi sonrisa, Señor.

Amén.

-Madre Teresa de Calcuta M.C.


De todas maneras

Las personas son irrazonables, ilógicas y centradas en si mismas,
AMALAS DE TODAS MANERAS

Si haces el bien, te acusarán de tener motivos egoístas,
HAZ EL BIEN DE TODAS MANERAS

Si tienes éxito ganarás falsos y verdaderos enemigos,
TEN EXITO DE TODAS MANERAS

El bien que hagas se olvidará mañana,
HAZ EL BIEN DE TODAS MANERAS

La honestidad y la franqueza te hacen vulnerable,
SE HONESTO Y FRANCO DE TODAS MANERAS

Lo que te tomó años en construir puede ser destruido en una noche,
CONSTRUYE DE TODAS MANERAS

La gente de verdad necesita ayuda pero te podrían atacar si lo haces,
AYUDALES DE TODAS MANERAS

Dale al mundo lo mejor que tienes y te patearán en los dientes,
DALE AL MUNDO LO MEJOR QUE TIENES DE TODAS MANERAS

Amén

-Madre Teresa de Calcuta M.C.




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