El champiñón común, champiñón de París —cuyo nombre científico es Agaricus bisporus—[1] es una especie de hongo basidiomiceto de la familia Agaricales nativo de Europa y América del Norte, cultivado extensamente para su uso en gastronomía.
Es
la especie de hongo comestible más comúnmente usada para la cocina.
En
la naturaleza, crece sobre todo en bosques.
Agaricus bisporus tiene
un sombrero redondeado y ligeramente aplanado en la parte superior.
Durante su crecimiento
este sombrero está unido al pie por un anillo simple, es decir, vuelto solo
hacia la base.
Hacia el final de su
desarrollo se abre, exponiendo las laminillas típicas de las agaricáceas.
Estas laminillas no
están sujetas al pie, y cambian gradualmente de un color rosado a pardo oscuro.
El sombrero puede
alcanzar los 18 cm de diámetro, y el pie hasta 8 cm de largo y
3 cm de diámetro.
El rasgo distintivo
de A. bisporus es
microscópico: sus esporas (que miden de
5,5 a 8,5 µm por 4 a 6,5 µm), de forma elíptica, se presentan dos por
cada basidio, en lugar de cuatro como es habitual en
otros Agaricus.
La variedad cultivada
más frecuentemente, A. bisporus var hortensis, es de color blanco en toda
su superficie; la carne presenta algunos matices rosados.
Esta variedad,
originaria de Pensilvania —donde
un granjero la obtuvo mediante una mutación al azar— ha desplazado
virtualmente del mercado, debido a su mejor adaptación a la conserva, a la
original A. bisporus var brunnescens.
Dependiendo del punto
de maduración con el que se comercializa, esta última se vende bajo el nombre
de portobello —más
grande y desarrollado— o crimini —en
etapa juvenil—; suelen presentar un mayor tamaño que el mutante blanco, y su
sombrero es más ancho y aplanado, destinándose sobre todo al consumo inmediato.
No hay comentarios:
Publicar un comentario