Categoría: NO DEBEMOS OLVIDAR
4
mayo 1983
39º ANIVERSARIO
ETA intentó secuestrar al
teniente de la Policía
Nacional
JULIO SEGARRA BLANCO
Con el
objetivo de canjearlo por presos de la banda. Para ello robaron un coche a
punta de pistola y se introdujeron en el interior de un garaje situado en la
plaza del Carmelo del barrio de Santuchu en Bilbao.
Ahí sorprendieron los terroristas al policía,
que bajó en torno a las 8:00 horas a recoger su automóvil para trasladarse al
cuartel de Basauri.
Lo ataron de pies y manos con alambres y lo
amordazaron con esparadrapo.
Cuando estaban a punto de meterlo en el maletero
de un vehículo, entraron en el garaje
cabo de la Policía
Nacional
PEDRO BARQUERO GONZÁLEZ
su mujer, embarazada de
casi siete meses
MARÍA DOLORES LEDO GARCÍA
Pedro sacó su arma, pero los terroristas se
adelantaron y dispararon contra el policía y su mujer.
A continuación, hicieron lo mismo con Julio, que
estaba atado y amordazado.
El triple asesinato se produjo cuatro días
antes de las elecciones municipales.
Julio y Pedro, destinados en el acuartelamiento
de Basauri, solían ir juntos a trabajar en el coche del primero.
Aquel día Pedro libraba y tenía previsto
acompañar a su mujer, en avanzado estado de gestación, al ginecólogo.
Dentro del garaje la escena era
terrorífica. Julio Segarra muerto, amordazado y atado de pies y
manos, y a unos cinco metros, en medio de sendos charcos de sangre, los cuerpos
sin vida de Pedro Barquero y María Dolores Ledo.
El cabo sostenía en la mano derecha su pistola
reglamentaria, mientras ella yacía a su lado con un brazo recogido hacia el
regazo y el otro extendido.
La madre de María Dolores fue el primer familiar
en llegar al lugar.
Vivía con su marido, obrero de la empresa
siderúrgica Echevarría, en el barrio de Arabella.
condenados en 1995
Enrique Letona Viteri, alias Masillas
José Félix Zabarte Jainaga, alias Juan Luis
A sendas penas de 29 años como autores de un
delito de atentado con resultado de muerte, a 29 años por un delito de
asesinato, en concurso ideal con uno de aborto, y a 17 años por un delito de
homicidio.
El 8 de abril de
2011 se celebró un nuevo juicio por este atentado.
En el banquillo se
sentaron Juan Manuel Inciarte Gallardo, alias Jeremías, y Félix
Ignacio Esparza Luri, alias Iñaki.
Inciarte Gallardo negó su participación en los
hechos, alegando encontrarse en esos momentos trabajando en un mercado de
Managua (Nicaragua) de donde sólo regresó a mediados de los 80 cuando su madre
enfermó. Esparza Luri aseguró ante el juez que podía acreditar
documentalmente dónde estaba, porque registró en esas fechas la petición de
"asilo político" en el País Vasco francés por "la fuerte
represión policial y las torturas cometidas" en España.
En la vista declararon dos policías que han
contado cómo el ya condenado Letona Viteri se enfrentó al "dilema
moral" de haber asesinado a una mujer a punto de dar a luz.
Los testigos relataron que, según contó Letona
en el interrogatorio, tras los crímenes se desató "una fuerte discusión"
entre él y Esparza Luri.
Letona se había mostrado dispuesto a
"cumplir, y pegar un tiro en la nuca al teniente", pero "no
encontraba ningún sentido a matar a una mujer en muy avanzado estado de
gestación, que además no suponía ningún peligro" para Esparza Luri.
Después de la "ejecución" de
Maria Dolores Ledo, que el etarra calificó de
"salvajada", Letona admitió que había abandonado las filas
terroristas.
El representante del Ministerio Público pidió a
la Sala que valorase este testimonio que da cuenta de cómo Esparza Luri
"remata de forma absolutamente innecesaria y gratuita" a la mujer
embarazada.
En su declaración el 8 de abril, sin embargo,
Letona Viteri negó la participación de Inciarte Gallardo y Esparza Luri en el
atentado.
En la vista también declaró un testigo de los
hechos.
Según explicó al tribunal, aquel día entró en el
garaje de la plaza del Carmelo de Bilbao donde aparcaba su coche.
El testigo protegido notó "una cierta
oscuridad que no era la de todos los días" y escuchó lo
que le pareció "un sollozo, un lamento".
Al girarse, pudo ver al cabo de la Policía
Nacional Pedro Barquero González y a su esposa, María Dolores Ledo García.
Ya en el coche, dio marcha atrás y enseguida
reconoció los "destellos" de varios tiros.
Pudo observar por el espejo retrovisor a uno de
los pistoleros empuñando un arma y disparando a "una distancia corta"
a los cuerpos del cabo y de su mujer.
Según explicó, uno de los asesinos estaba
agachado y "estaba rematando" a las víctimas.
"Me puse a cien, salí temblando de allí", indicó el testigo, que
añadió que cuando salió del turismo uno de los terroristas le enseñó una placa
de Policía.
Audiencia
Nacional condenó a 85 años de prisión a
Esparza
Luri por el triple asesinato.
Juan
Manuel Inciarte Gallardo
Fue absuelto del asesinato de uno de los agentes y del de María Dolores, por lo que sólo ha sido condenado a 39 años de prisión.
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