domingo, 21 de agosto de 2022

21 AGOSTO

 




Categoría: NO DEBEMOS OLVIDAR

 

 

 

A las 07:30 del

21  agosto  1988

34º ANIVERSARIO

 

ETA asesinaba en Estella-Navarra-ESPAÑA, haciendo explotar un coche-bomba al paso de una patrulla de la

 

Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil

a los agentes

 

ANTONIO FERNÁNDEZ ÁLVAREZ


JOSÉ ANTONIO FERRI PÉREZ










El atentado se produjo a la altura del número 47 del paseo de la Inmaculada de la localidad navarra.

El coche-bomba, un Seat 1430 matrícula de Bilbao, estaba estacionado en un paso de cebra y contenía 25 kilos de amonal y otros 40 de metralla con fragmentos de acero.

Fue accionado a distancia por los terroristas al paso del Talbot Horizon en el que viajaban los dos guardias civiles, que murieron en el acto.

Los cuerpos de los dos agentes quedaron carbonizados por el incendio que se desencadenó tras la explosión.

El coche utilizado para el atentado había sido robado a sus propietarios a las dos y cuarto de la madrugada en las proximidades de Estella.

Los terroristas los dejaron encadenados a un árbol, al igual que al conductor de otro automóvil, un Renault 7 matriculado en Vitoria, que habían sustraído también a punta de pistola dos horas antes, y que se supone fue el que utilizaron los etarras en su huida.

La violenta explosión del coche bomba provocó también

Heridas

      María del Puy García Michelena

De  24 años, que en el momento de producirse el atentado preparaba el biberón para sus hijos gemelos de dos meses de edad en un primer piso del número 47 del paseo de la Inmaculada, lugar en el que se produjo la explosión.

La metralla alcanzó el domicilio de la joven madre, hiriendo a su hijo de dos meses

      Héctor Catalán.

Según testigos presenciales, la mujer salió a la calle gritando y con el bebé en los brazos lleno de sangre.

El asesinato de Antonio Fernández y José Antonio Ferri era el primer atentado mortal de ETA en Estella.

 

 

En 1992 la Audiencia Nacional absolvió al etarra

 

   Germán Rubenach Roig, alias Antxon, de su vinculación con el asesinato de los dos guardias civiles al considerar que no estaba probada su participación en los hechos que le imputaba la Fiscalía.

 

Rubenach había sido detenido el 25 de  junio de 1990 en la Foz de Lumbier (Navarra), tras asesinar al sargento de la Guardia Civil José Luis Hervás Mañas cuando procedía a identificarle junto a los también etarras

 

   Juan María Lizarralde Urreta

 

   María Susana Arregui Maiztegui.

 

Tras cometer el crimen se apropiaron de la pistola del sargento y entablaron un tiroteo con otros tres agentes de la Benemérita, en el que resultó herido grave el sargento José Domínguez Peris, mientras que Rubenach fue herido en una pierna.

 

Las Fuerzas de Seguridad cercaron el lugar, lo que llevó, esa misma tarde, a la localización de Rubenach, gravemente herido por un disparo en la cabeza.

 

Al día siguiente se encontraron los cadáveres de Lizarralde y Arregui.

 

Aunque diversas sentencias judiciales no lograron esclarecer completamente el episodio, en el hospital Rubenach declaró, en presencia de su abogado y de la juez de Aoiz (Navarra), que, al sentirse rodeados por las Fuerzas de Seguridad, Lizarralde se suicidó, mientras que él mismo disparó a Arregui con el arma del sargento Hervás y luego intentó suicidarse, si bien posteriormente cambió su versión de los hechos.

 

Hacia las 19:45 del

21  agosto  1994

28º  ANIVERSARIO

 

ETA asesinaba en Berango-Vizcaya-PAÍS VASCO-ESPAÑA de dos tiros en la cabeza al,

 

policía nacional 

JOSÉ SANTANA RAMOS 





Mientras  jugaba a las cartas con unos amigos en la sede social del Partido Nacionalista Vasco de la localidad.

En el mismo atentado resultaron heridos de carácter reservado, por el rebote de uno de los disparos, José Benedicto Herrero Hernández, de 71 años, una de las tres personas que jugaba a las cartas con el policía asesinado, y otras dos personas.

Herrero estuvo durante un tiempo ingresado en el Hospital de Cruces y tardó 143 días en restablecerse de sus fracturas de húmero y radio.

Según informaron testigos presenciales, José Santana se encontraba acompañado por una de sus hijas, de 8 años, que presenció el atentado mientras esperaba a su compañera, agente de la Ertzaintza.

Faltaban pocos minutos para las ocho de la tarde cuando el etarra José Luis Martín Carmona, acompañado de Lourdes Churruca Medinabeitia, se bajó de un taxi y entró a cara descubierta en el batzoki de Berango, en la calle Sabino Arana.

 

Acercándose a la mesa donde José Santana jugaba a las cartas, le disparó dos tiros en la cabeza, provocándole la muerte en el acto.

 

A continuación emprendió la huida junto a Lourdes Churruca, etarra que cubrió el asesinato desde la puerta del establecimiento.

 

Ambos se montaron en un taxi, conducido por un tercer terrorista, que había sido robado minutos antes en una parada de Guecho, y su propietario encerrado en el maletero.

 

El taxi, con el taxista, fue abandonado en Algorta, a unos cuatro kilómetros de Berango.

 

Según el testimonio del propietario del taxi que se utilizó en la acción, un Mercedes de color blanco, los terroristas habían solicitado un servicio normal de taxi en Algorta.

 

Después, uno de ellos le amenazó con una pistola y le obligó a introducirse en el maletero del vehículo.

 

Una vez cometido el atentado, los terroristas abandonaron el automóvil en la calle Nicolás de la localidad de Algorta.

 

Varias personas avisaron a la Ertzaintza, alertadas por los gritos de socorro del taxista, que permanecía encerrado en el interior del maletero del automóvil.

 

En 1997 la Audiencia Nacional condenó a 30 años de reclusión mayor a los terroristas

   José Luis Martín Carmona

   Lourdes Churruca Medinabeitia.

En 1999 se condenó a 14 años de reclusión a

   Aitor Bores Gutiérrez

Como  cómplice del atentado, siendo el etarra que consiguió información sobre los horarios, trayectos y lugares visitados por el policía nacional.

Además, la noche anterior al asesinato, los autores materiales durmieron en el domicilio de Bores Gutiérrez.

Por último, en 2003 la Audiencia Nacional condenó, también en concepto de cómplice, a

Jorge Martínez Aedo

A  17 años de reclusión menor. Este cómplice de asesinos dijo en el juicio que lo único que recordaba del asesinato del policía era que se rió "un montón viendo a Arzalluz en televisión con un rebote de la hostia" después de que "le dieran a un txakurra" (Efe, 24/04/2003). Martínez Aedo fue detenido en Francia en noviembre de 1997 y entregado a España en julio de 2002.

Estaba integrado en un grupo de apoyo al Vizcaya de ETA, el grupo Manguis, que se dedicaba a proveer de vehículos y matrículas falsas a los asesinos de la banda.

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