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OLVIDAR
A
última hora de la noche del
2
octubre 1978
44º
ANIVERSARIO
ETA asesinaba en Lizarza-Guipúzcoa-PAÍS VASCO-ESPAÑA al
guarda forestal
RAMIRO QUINTERO ÁVILA
Previamente, desde el mes de julio de ese año
varios miembros del grupo Uzturre de ETA habían sometido a vigilancia los
movimientos de su víctima, lo que les permitió conocer que solía frecuentar el
Bar Leku Alai de la localidad, situado justo debajo de su domicilio, en la
llamada Casa de Zubiaurre.
Con esta
información, el 2 de octubre robaron un coche a mano armada como siempre en
Villafranca de Ordicia con el que los asesinos de la banda se
trasladaron al puente de Larraenea sobre el río Araxes, a ocho
kilómetros de Tolosa, y muy próximo al bar que solía frecuentar la víctima.
Esa noche, Ramiro
salió del bar acompañado por unos amigos, entre ellos José Antonio
Olano Ormaechea, entonces alcalde de Lizarza, que contó que
"antes de subir a su casa, al salir del bar, solía asomarse al río Araxes,
sobre el puente Larraenea, que está al lado justo del bar" (ABC, 03/10/1978).
En ese momento, los
etarras, que estaban esperando en las inmediaciones del puente dentro del coche
, arrancaron el vehículo y uno de ellos descendió rápidamente y disparó a
bocajarro varios tiros que acabaron con la vida de Ramiro Quintero.
En 1981 la Audiencia
Nacional condenó a
José Manuel Arzallus Eguiguren, alias Casero
Como autor del atentado a 23 años de prisión mayor.
Este terrorista se
benefició en 1977 de la generosa Ley de Amnistía, lo que no evitó que volviera
a asesinar.
Pocos meses después,
en abril de 1978, se hizo cargo del grupo Uzturre de ETA, participando ese año
en el asesinato de Ramiro Quintero y del guardia civil Heliodoro Arriaga el 27
de noviembre.
En junio de 1979 huyó
a Francia y de ahí pasó a Bélgica, donde recibió un cursillo sobre el manejo de
armas y explosivos.
Detenido en ese país,
fue extraditado a España en mayo de 1980.
Arzallus Eguiguren
fue, además, uno de los 150 etarras que se benefició de las primeras medidas de
reagrupamiento de presos en cárceles del País Vasco promovidas por Jaime Mayor
Oreja un mes después de tomar posesión en el Ministerio del Interior en 1996,
cuando José
Antonio Ortega Lara permanecía secuestrado por la banda
asesina.
En marzo de 2006 el Tribunal Supremo de Justicia
de Venezuela negó su extradición a España.
En el escrito de denegación se recoge que el
Gobierno español solicita su extradición por una serie de atentados, citándose
el auto del 13 de febrero de 1981, por el que se inició el sumario nº 27/81 del
Juzgado Central de Instrucción nº 2 de la Audiencia Nacional, contra el etarra
Martín Sansebastián Aguirre, en el que se puede leer que: "... el día dos
de octubre de 1.978, después de haber realizado vigilancias,
que inicia en julio de dicho año Martin Sansebastian Aguirre, y despues los
restantes miembros del comando denominado Üzturre, deciden
llevar a cabo la ejecución de Ramiro Quintero Avila, Guarda
Forestal de la piscifactoria de Lizarza y para ello reunidos Pedro Goñi
Lizarza, Jose Manuel Arzallus Eguiguren, Martín
Sansebastian Aguirre y Miguel
Lopetegui Larrarte, integrantes del comando armado, se dirigen
a Villafranca de Ordicia, donde Goñi y Sansebastián roban un vehículo, dejando
a su propietario en el monte de Larraiz atado y sustrayéndole el D.N.I.
trasladándose seguidamente a Lizarza, Arzallus, Goñi y Sansebastián y al ver el
guarda le disparan y le causan la muerte". A día de hoy, Martín
Sansebastián sigue sin rendir cuentas con la justicia española.
De Pedro María Goñi
Lizarza se sabe poco.
En cuanto a Miguel
Lopetegui Larrarte, fue detenido en marzo 1981 en una operación de la Policía
de la que consiguió huir Ignacio Aracama Mendía, alias Makario, y en la que resultó muerto, al enfrentarse a tiros
con las fuerzas de seguridad, el etarra José Aristimuño Mendizábal, alias Pana, por entonces novio de Soledad Iparragirre, Anboto.
Miguel Lopetegui, que fue condenado a penas que
sumaban 220 años por diversos delitos, entre ellos cinco asesinatos, se suicidó
en la cárcel de Herrera de la Mancha en marzo de 1988 colgándose de la cisterna
del servicio de su celda con un trozo de sábana.
2
octubre 1980
42º ANIVERSARIO
Fallecía
RAMÓN COTO ABAD
Jubilado que no pudo superar las graves heridas
sufridas cuando fue tiroteado por miembros de la banda terrorista ETA en Bilbao
tres días antes, el 29 de septiembre.
Como hacía casi todas las mañanas, Ramón Coto se
dirigió el 29 de septiembre a un estanco, que hacía las veces de administración
de loterías, situado en la calle Navarra de Bilbao.
Ramón, que ya estaba jubilado, tenía amistad con
los propietarios del establecimiento y les ayudaba haciendo algunos recados
para sacar algún dinero.
Hacia las 13:30 horas varios miembros del grupo
Orbaiceta de ETA acudieron al estanco.
Coto Abad se encontraba sentado en un taburete,
detrás del mostrador, hablando con la propietaria y una empleada del
establecimiento, y fue alcanzado por varios disparos que efectuó uno de los
etarras, mientras el otro vigilaba en la puerta del local.
Una de las balas le atravesó la axila izquierda
y le salió por la región lumbar.
En 1988 fue condenado
por la Audiencia Nacional el arrepentido
Sabino Onaindia Sojo
A seis años de prisión mayor como cómplice del
asesinato de Ramón Coto. Onaindia realízó funciones de vigilancia y apoyo, pero
no fue el autor material del asesinato.
Tras reinsertarse, no
hizo frente a las indemnizaciones a la viuda de Ramón, por lo que en 1993 la
Asociación de Víctimas del Terrorismo, entonces presidida por Ana María Vidal
Abarca, le envió una carta, junto a otros doce miembros de la banda, para que
pagase los quince millones de pesetas que la Audiencia Nacional había fijado
como indemnización por el asesinato de Coto Abad (ABC 24/09/1993).
En
1992 fue condenado
Aitor
Zumarraga Casas como autor material del asesinato a 28 años de prisión mayor.
El etarra, que se desvinculó de la banda y en 1986
pidió la reinserción social, había sido detenido en abril de 1991 por la
Ertzaintza.
Finalmente, en junio de 1997 fue condenado
Vicente
Antonio Sagredo Rivas a 26 años de prisión mayor, también como autor del
atentado.
Un mes después de ser sentenciado, fue uno de los
etarras que condenó el asesinato de Miguel Ángel Blanco.
Por este motivo, y porque se desvinculó de la
banda al día siguiente de asesinar a Ramón Coto Abad, la Audiencia Nacional
solicitó al Gobierno su indulto en diciembre de 1997.
En el escrito de la Sala de lo Penal se dice
sobre Sagredo Rivas que "merece la pena tener un tratamiento de favor en
su condena, ya que cometió el crimen con 17 años y al día siguiente de
perpetrarlo se desvinculó de la banda terrorista".
ETA justificó el
asesinato de Ramón Coto acusando a la víctima de ser
"guerrillero de Cristo Rey".
Por otra parte, y
desde el primer momento, se barajó la hipótesis de que ETA se había
confundido de objetivo, porque el estanco había sido propiedad
de José Luis Ramos, próximo a Alianza Popular, y amenazado por la banda
terrorista en numerosas ocasiones.
José Luis Ramos,
según informaba ABC en
su edición del 30 de septiembre de 1980, era hermano del que fuera dirigente de
Fuerza Nueva en Vizcaya, e hijo de un capitán fusilado por los republicanos en
Bilbao en 1937.
Por consejo de la
Policía, José Luis Ramos había abandonado el País Vasco después de que le
incendiasen el coche y lanzasen cócteles molotov contra su comercio durante una
manifestación.
No obstante, en la
sentencia de la Audiencia Nacional por la que fue condenado Sagredo Rivas se
afirma que ETA decidió asesinar a Coto Abad "bien porque la organización
sospechara que era confidente de la Policía, bien porque
entendiera que se mostraba agresivo contra las manifestaciones de los abertzales", lo que añade aún más confusión sobre los
motivos por los que fue cometido el atentado, motivos que, por otra parte, no
añaden nada al hecho brutal del asesinato de un anciano jubilado.
2
octubre 1980
42º ANIVERSARIO
El mismo día que
fallecía Ramón Coto, la banda terrorista ETA secuestraba y asesinaba en
Rentaría-Guipúzcoa-país vasco-españa
al
taxista
BENITO MORALES FABIÁN
Fue encontrado
muerto en el maletero de su taxi después de que en la comisaría de Policía de
San Sebastián se recibiese una llamada de alguien que dijo hablar en nombre de
ETA avisando de que "el cadáver de un hombre llamado Benito" se
encontraba en el taxi aparcado frente a una tienda de deportes de Rentería ubicada
en la carretera Nacional I que atraviesa la localidad guipuzcoana. Un aviso
similar se recibió en el diario Egin.
Miembros de la Policía se trasladaron al lugar
citado y comprobaron la veracidad del aviso: en el maletero del vehículo estaba
el cuerpo sin vida de Benito, que presentaba dos impactos de bala en la cabeza.
En el interior del coche se encontraron varios
casquillos de bala del calibre
Eso, unido a que no se encontraron restos de
tierra en la ropa de la víctima, hizo pensar que Benito fue asesinado dentro
del propio taxi.
Hacia las nueve de la noche el juez de guardia
ordenó el levantamiento del cadáver, que fue trasladado al depósito del
cementerio de Rentería.
Como en otros casos de asesinatos de
taxistas, no se sabe con precisión cómo se produjo el
mismo, aunque muy posiblemente los etarras solicitaron los servicios de Benito
Morales y lo asesinaron durante el trayecto.
Taxistas de la localidad de Rentería, que
hicieron un paro en señal de duelo por su compañero asesinado, manifestaron que
la víctima llevaba trabajando muchos años en dicha zona y que no se le conocía
ideología ni actividad política alguna.
El 9 de octubre la banda terrorista ETA asumió
el asesinato de Benito, además de otros asesinatos recientes de guardias
civiles y policías, que justificaron, con su retórica habitual, como "una
presión armada" encaminada a "demostrar al
Gobierno español que solamente existe una salida de compromiso para evitar el
grave conflicto generalizado en que puede desembocar la insatisfactoria
solución del proceso autonómico vasco".
A
las 12:30 del
2
octubre 1987
35º aniversario
Fallecía en el Hospital de Cruces de Baracaldo-VIZCAYA-PAÍS
VASCO-ESPAÑA el
policía nacional
VICENTE MONTOYA SALAZAR
Que había
resultado herido muy grave siete días antes, el 25 de septiembre, al estallarle
una bomba-lapa colocada en los bajos de su vehículo por la banda terrorista
ETA.
El vehículo del agente estaba aparcado en las
inmediaciones de su domicilio, en el barrio de La Paz de Baracaldo.
Hacia las 23:00 horas del 25 de septiembre
Vicente Montoya se montó en su coche, para dirigirse al trabajo.
La bomba estalló cuando el agente accionó el
contacto del coche. Su mujer, que se encontraba en el balcón del domicilio
familiar despidiéndose de su marido, resultó herida por la metralla y la onda
expansiva.
Según fuentes del Ministerio del Interior, uno de los etarras que participó en el asesinato de Vicente Montoya Salazar fue Félix Ignacio Esparza Luri, detenido en Francia el 3 de abril de 2004 en una operación conjunta de la Policía francesa y la Guardia Civil. Fue entregado temporalmente a España en el año 2010 para ser juzgado por una veintena de atentados, delitos de asesinato, pertenencia a banda armada, tenencia ilícita de armas con fines terroristas y falsificación de documentos.
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