jueves, 20 de octubre de 2022

20 OCTUBRE

 








Categoría: NO DEBEMOS OLVIDAR

 

 

 

20  octubre  1983

 

39º ANIVERSARIO

 

 

Un  día después de la aparición del cadáver del capitán de Farmacia Alberto Martín Barrios, ETA asesinaba a tiros en Rentaría-Guipúzcoa-PAÍS VASCO-ESPAÑA al

 

 

 

panadero 

 

CÁNDIDO CUÑA GONZÁLEZ








 

 

 

 

 

Cándido estaba en el Bar Tres Cepas, un bar de la calle Zubiaurre al que iba habitualmente, jugando en la máquina tragaperras.

En ese momento se encontraban en el local el hijo del dueño y la madre de éste.

A las 18:45 2 terroristas le llamaron desde la puerta, y le dispararon a bocajarro.

Dos de sus hijos, de 22 y 19 años, fueron de los primeros en llegar al lugar del crimen.

El asesinato de Cándido hay que enmarcarlo, una vez más, en la campaña de la banda contra los supuestos o reales colaboradores de las Fuerzas de Seguridad, campaña que le sirvió a ETA para realizar una auténtica limpieza étnica, una caza de brujas contra todos aquellos vascos no nacionalistas que, a la larga, les ha permitido tener un censo a la medida.

 

Para ETA y su entorno, tan culpable como la banda, cualquier vasco no nacionalista era tachado de ser antivasco y pasaba a convertirse en objetivo potencial de los pistoleros.

 

En el caso de Cuña González la acusación se basaba, como tantas otras veces, en un dato absurdo y ridículo.

 

La "colaboración" de Cándido con la Policía había consistido en vender pan a los agentes de la Guardia Civil del cuartel de Pasajes, igual que hacía con otros muchos clientes.

 

Por vender pan a miembros de las Fuerzas de Seguridad durante una huelga general, Cuña González había tenido problemas unos años antes con el entorno proetarra, preludio del atentado de la banda que sufrió el 21 de abril de 1979.

Ese día, fue tiroteado cuando salía de su domicilio a las seis de la mañana y alcanzado por ocho proyectiles.

Quedó gravemente herido y permaneció varios meses en el hospital, aunque consiguió salvar la vida.

Tras este primer intento de asesinato, en círculos políticos de Rentería se comentó que Cándido colaboraba con la Policía.

 

la Audiencia Nacional condenó en 1981 a

   José María Zubiaurre Portugal a 17 años de prisión.

Pese a esos rumores y al atentado sufrido, vecinos de la víctima declararon que Cándido Cuña no tomaba especiales medidas de precaución.

 "Era muy alegre, andaba tranquilamente por los bares de la zona.

En ocasiones iba solo, y en ningún momento trataba de esconderse o de adoptar actitudes de especial cautela".

Sin embargo, el segundo intento de asesinarlo sí tuvo éxito.

Tras ser tiroteado en el Bar Tres Cepas, Cándido fue trasladado gravemente herido al Hospital de la Cruz Roja, donde los médicos sólo pudieron certificar su muerte a causa de dos impactos de bala recibidos en la cabeza.

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