Annelies
Marie Frank,
Fue una
niña alemana con ascendencia judía, mundialmente conocida
gracias al Diario de Ana Frank, la edición de su diario íntimo, donde
dejó constancia de los casi dos años y medio que pasó ocultándose, con su
familia y cuatro personas más, de
los nazis en Ámsterdam (Países Bajos) durante
la Segunda Guerra Mundial.
Su
familia fue capturada y llevada a distintos campos de
concentración alemanes.
El
único sobreviviente de los ocho escondidos fue Otto Frank, su padre.
Ana
fue enviada al campo de concentración nazi de Auschwitz el 2 de
septiembrede 1944 y, más tarde, al campo de concentración
de Bergen-Belsen, donde murió de tifus en marzo de 1945,
pocos días antes de que éste fuera liberado.
En
1947, apenas dos años después de terminada la guerra, Otto publicó el diario
bajo el título La casa de atrás (en neerlandés, Het
Achterhuis).
El
9 de julio de 1942, la familia se mudó al escondite preparado y su antiguo
apartamento fue dejado en desorden para hacer pensar que había sido abandonado
de manera súbita. Otto Frank dejó una nota de la que se podía deducir que
habían logrado escapar hacia Suiza.
Como
los judíos no podían utilizar los transportes públicos debieron caminar varios
kilómetros desde su casa hasta el refugio, portando cada uno todas las
vestimentas que pudieron, dado que no podían correr el riesgo de ser vistos con
equipajes.
La achterhuis (en neerlandés huis significa
'casa' y achter, 'atrás' o 'detrás'), era un espacio de tres pisos en la
parte posterior del edificio con acceso a un patio detrás de las oficinas de
Opekta.
En
el primer nivel había dos pequeñas habitaciones, con un baño adjunto sobre el
que se encontraba una gran habitación, con otra más pequeña adosada.
Desde
esa habitación más pequeña se subía hacia el ático. La puerta de
la achterhuis quedó disimulada tras una estantería para que no se la
pudiera ver.
Ana
se referiría más tarde a este espacio como el anexo secreto.
El
edificio principal, situado a una manzana de Westerkerk, era un edificio
banal, típico de los barrios del oeste de Ámsterdam.
Víctor
Kugler (en ediciones antiguas nombrado como Kraler), Johannes
Kleiman(Koophuis), Miep Gies y Elisabeth ''Bep''
Voskuijl eran los únicos empleados que sabían del escondite y, junto con
Jan, el esposo de Gies y Johannes Hendrik Voskuijl, el padre
de Bep Voskuijl, eran quienes ayudaban a los Frank a sobrevivir
durante su confinamiento.
Ellos
eran el único contacto entre el exterior y los ocupantes de la casa, y los
mantenían informados de las noticias de guerra y de los eventos políticos.
Eran
también los proveedores de todo lo necesario para la seguridad y supervivencia
de la familia; el abastecimiento de comida resultaba cada vez más difícil a
medida que el tiempo transcurría.
Ana
escribió sobre la dedicación y sobre los esfuerzos para levantarles el ánimo
durante los momentos más peligrosos. Todos eran conscientes de que dar refugio
a judíos se penaba en aquel momento con la muerte.
A
finales de julio, se les unió la familia Van Pels (Van Daan): Hermann, Auguste,
y Peter de 16 años, y más tarde, en noviembre, llegó Fritz
Pfeffer (Albert Dussel), dentista y amigo de la familia.
Ana
escribió sobre lo bueno que era tener otras personas con quienes hablar, pero
las tensiones rápidamente se presentaron en este grupo de personas que debían
convivir confinados en este escondite. Luego de compartir su habitación con
Pfeffer, Ana terminó por considerarlo insoportable, y se peleó con Auguste van
Pels, a quien consideraba fuera de sus cabales.
Su
relación con su madre se hizo difícil también y Ana escribió que sentía tener
poco en común con ella por ser su madre demasiado abstraída.
Algunas
veces discutió con Margot, y escribió sobre un lazo inesperado que se había
desarrollado entre ellas, aunque a quien se sentía más cercana era a su padre.
Tiempo
más tarde, también comenzó a apreciar la gentileza de Peter van Pels, y
hasta llegaron a tener sentimientos románticos.
Ana
pasaba la mayor parte de su tiempo leyendo y estudiando, al tiempo que
continuaba escribiendo en su diario.
Además
de narrar los eventos transcurridos, Ana escribía sobre sus sentimientos,
creencias y ambiciones, temas de los que no hablaba con los demás.
Al
sentirse más segura sobre su forma de escribir, al mismo tiempo que crecía y
maduraba, escribía sobre temas más abstractos, como sus creencias en Dios,
o sobre cómo definía ella la naturaleza humana.
Escribió
regularmente hasta su anotación final, el 1 de agosto de 1944.
La
mañana del 4 de agosto de 1944 la Grüne Polizei (o Gestapo)
asaltó la achterhuis.
Originalmente
se creyó que un informador de la Gestapo dio aviso sobre el escondite, pero
investigaciones recientes mencionan que es posible que el descubirimiento se
haya dado de manera casual.
Conducido
por el sargento del Cuerpo de Protección (SS) Karl Silberbauerde
la Sección IVB4 del Servicio de Seguridad (SD), el grupo contaba
con al menos tres miembros de la Policía de Seguridad.
Los
inquilinos fueron introducidos en camiones y trasladados para someterlos a
interrogatorio.
Victor
Kugler y Johannes Kleiman fueron encarcelados, pero a Miep
Gies y Bep Voskuijl les permitieron marcharse. Más tarde
regresarían a la achterhuis, donde encontraron las anotaciones de Ana
desparramadas por el suelo. Las recogieron, así como varios álbumes de fotos de
la familia, y Gies se propuso devolvérselos a Ana cuando la guerra hubiese
terminado.
Llevaron
a los miembros de la casa a un campo en Westerbork.
Siendo
aparentemente un campo de tránsito por el que hasta ese momento habían pasado
más de 100 000 judíos, el 2 de septiembre el grupo fue deportado, en el
que sería su último traslado, desde Westerbork hasta el campo de
concentración de Auschwitz.
Tras
tres días de viaje llegaron a su destino, y los hombres y mujeres fueron
separados según su sexo, para no volverse a ver más. De los 1019 recién
llegados, 549 –incluyendo niños menores de 15 años– fueron seleccionados y
enviados directamente a las cámaras de gas, en las que fueron asesinados.
Ana había cumplido 15 años tres meses antes y se libró, y aunque todos los de
la achterhuis sobrevivieron a la selección, Ana creyó que su padre
había sido asesinado.
Junto
con las otras mujeres no seleccionadas para la muerte inmediata, Ana fue
obligada a permanecer desnuda para desinfectarla, le raparon la cabeza y
le tatuaron un número de identificación en el brazo. Durante el día
empleaban a las mujeres en realizar trabajos forzados y por la noche las
hacinaban en barracones frigoríficos. Las enfermedades se propagaban velozmente
y en poco tiempo Ana terminó con la piel cubierta de costras.
El
28 de octubre comenzó la selección para reubicar a las mujeres
en Bergen-Belsen.
Más
de 8000 mujeres, Ana Frank, Margot Frank y Auguste van Pels incluidas, fueron
trasladadas, pero Edith Frank se quedó atrás. Se levantaron tiendas para acoger
la afluencia de prisioneros, entre ellos Ana y Margot.
Con
el aumento de la población, se incrementó rápidamente la tasa de
mortalidad debido a enfermedades. Ana pudo juntarse por un breve periodo
con dos amigas, Hanneli Goslar (llamada «Lies» en el diario)
y Nanette Blitz, quienes sobrevivieron a la guerra. Contaron cómo Ana,
desnuda salvo por un trozo de manta, les explicó que, infestada de piojos, se había despojado de sus ropas. La describieron como calva, demacrada
y temblorosa, pero a pesar de su enfermedad les dijo que estaba más preocupada
por Margot, cuyo estado parecía más grave. Goslar y Blitz no llegaron a ver a
Margot, que permaneció en su litera, demasiado débil. Asimismo, Ana les dijo
que estaban solas, y que sus padres habían muerto.
En
marzo de 1945, una epidemia de tifus se propagó por todo el
campo; se estima que terminó con la vida de 17 000 prisioneros. Los
testigos contaron más tarde que Margot, debilitada como estaba, se cayó de su
litera y murió como consecuencia del golpe, y que pocos días después Ana también
murió.
Pocas
semanas después el campo sería liberado por tropas británicas, el 15
de abril de 1945.
Tras
la guerra, de los aproximadamente 110 000 judíos que fueron
deportados desde los Países Bajos durante la ocupación nazi, solo
5000 sobrevivieron. De los ocho inquilinos de la achterhuis, solo el padre
de Ana sobrevivió. Herman van Pels fue gaseado justo tras la llegada del grupo
a Auschwitz-Birkenau, el 6 de septiembre de 1944. Su esposa
Auguste murió entre el 9 de abril y el 8 de mayo de 1945, en Alemania o
en Checoslovaquia.
Su
hijo Peter murió el 5 de mayo de 1945 en el campo de concentración
de Mauthausen, en Austria, después de ser trasladado andando desde
Auschwitz.
El
Dr. Friedrich Pfeffer ( O Sr. Dussel) murió el 20 de diciembre de 1944 en el
campo de concentración de Neuengamme.
La
madre de Ana, Edith Hollander, murió el 6 de enero de 1945,
en Birkenau. Johannes Kleiman y Victor Kugler, socios
comerciales de Otto Frank que ayudaron a los anteriores mientras permanecieron
escondidos, fueron arrestados por ayudar a la familia Frank. Ambos fueron
sentenciados a realizar un Arbeitseinsatz (servicio de trabajo)
en Alemania, y sobrevivieron a la guerra
El
3 de mayo de 1957 un grupo de ciudadanos, incluido Otto Frank, establecieron la
Fundación Ana Frank en un esfuerzo por salvar el edificio de
la achterhuis en Prinsengracht de la demolición, y para hacerlo
accesible al público. Otto Frank insistió en que el propósito de la fundación
sería el de fomentar el contacto y la comunicación entre jóvenes de diferentes
culturas, religiones y razas, y oponerse a la intolerancia y a
la discriminación racial.
La Casa
de Ana Frank abrió sus puertas el 3 de mayo de 1960. Consiste en el
almacén Opekta, las oficinas y la achterhuis, sin amueblar, para que los
visitantes pudiesen caminar libremente por todas las habitaciones. Se conservan
algunas reliquias personales de sus antiguos inquilinos, por ejemplo las
fotografías de estrellas de cine pegadas en la pared por Ana, una porción del
papel pintado sobre el que Otto Frank marcaba la altura de sus hijas mientras
crecían y un mapa en la pared sobre el que registró el avance de
las fuerzas aliadas, todo ello protegido ahora por láminas
de plexiglás.
Desde
la pequeña habitación que fuera una vez hogar de Peter van Pels, un pasillo
conecta el edificio con sus construcciones vecinas, también adquiridas por la
Fundación.
Estos
otros edificios guardan el Diario, así como exposiciones no permanentes
que describen diversos aspectos del Holocausto y muestras más contemporáneas de
la intolerancia racial en diversos lugares del mundo.
Se
ha convertido en una de las principales atracciones turísticas de los
Países Bajos, y cada año la visitan más de medio millón de personas.
En
1963 Otto Frank y su segunda mujer, Fritzi (Elfriede Markowitz-Geiringer),
establecieron el Anne Frank Fonds como una organización de
beneficencia, con base en Basilea, Suiza. El Fonds recauda
dinero para donarlo a las causas que lo necesitan.
Tras
su muerte, Otto legó los derechos sobre el Diario a esta institución,
con la cláusula de que los primeros 80 000 francos
suizos producidos como beneficio cada año se distribuyeran entre sus
herederos, y que cualquier ingreso por encima de esa cantidad se destinase
al Fonds para su uso en los proyectos que sus administradores
considerasen digno de ello.
Proporciona,
con carácter anual, financiación para el tratamiento médico de los Justos
entre las naciones. Se ha esforzado por educar a los jóvenes contra el racismo
y ha prestado algunos de los manuscritos de Ana Frank al Museo
Conmemorativo del Holocausto de los Estados Unidos en Washington,
D.C. para una exposición en 2003. Su informe anual para ese mismo año
dio cierta cuenta de su esfuerzo para realizar contribuciones a nivel global, con
su apoyo a proyectos en Alemania, Israel, India, Suiza, el Reino
Unido y los Estados Unidos.
Actualmente
la Casa de Ana Frank cuenta con cinco organizaciones asociadas: en
el Reino Unido, Alemania, Estados
Unidos, Austria y Argentina que además de funcionar como
facilitadores de las actividades educativas de la Casa de Ana
Frank (como la exposición itinerante «Ana Frank una historia vigente»)
llevan adelante actividades educativas propias.
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