domingo, 12 de octubre de 2025

DE ESPAÑA

 




El descubrimiento de América en 1492 fue trascendental y el 12 de octubre se ha considerado como un día memorable porque a partir de entonces se inició el contacto entre América y Europa, que culminó con el llamado «encuentro de dos mundos», que transformó las visiones del mundo y las vidas tanto de europeos como de americanos, ya que se inició la colonización europea de América.

 

Sin embargo, el 12 de octubre de 1492 no se reveló la existencia de América. Cristóbal Colón siempre creyó que había llegado a las Indias sin sospechar que se había topado con el continente americano.

 

Después de Colón, se organizaron otros viajes financiados por la Corona española, como los de Núñez de Balboa que cruzó a pie el istmo de Panamá y encontró el océano Pacífico (1513); y el de Francisco Hernández de Córdoba (1517) y Juan de Grijalva (1518) que recorrieron las costas mexicanas.

 

El florentino Américo Vespucio (1451-1512), al que el rey Fernando el Católico concedió carta de ciudadanía castellana en Toro el 24 de abril de 1505, recorrió la costa norte de América del Sur, los litorales de Brasil y el sur de la Patagonia, y se le considera el primer europeo en comprender y anunciar que esas tierras eran en realidad un nuevo continente; por este motivo, el cartógrafo Martin Waldseemüller les dio en su mapa de 1507 el nombre de América, que se usa desde entonces.

 

El 23 de septiembre de 1892, la reina regente María Cristina de Habsburgo-Lorena promulgó un Real Decreto en San Sebastián, a propuesta del presidente Antonio Cánovas del Castillo, en el que se declaraba fiesta nacional el 12 de octubre de 1892, en conmemoración del descubrimiento de América.[7]

 

Dicho Real Decreto fue firmado por la reina regente en nombre de su hijo Alfonso XIII y en presencia del presidente del Consejo de Ministros el 12 de octubre de 1892 en el monasterio de La Rábida, con motivo de su visita a HuelvaPalos de la Frontera y Moguer para la celebración de los actos del IV centenario del descubrimiento de América.[8]

 

Hispanidad es un término del español clásico, que a principios del siglo XX había ya caído en desuso.

 

Pero en 1926 el sacerdote español Zacarías de Vizcarra propuso, en un artículo que publicó en Buenos Aires, que «Hispanidad» debiera sustituir a «Raza» en las celebraciones del doce de octubre.

 

La celebración del doce de octubre como Fiesta de la Raza Española había sido propuesta en 1913 por Faustino Rodríguez-San Pedro desde la organización Unión Ibero-Americana, y en 1918 alcanzó en España el rango de fiesta nacional con esa denominación.

 

Denominación ampliamente utilizada de hecho en distintas repúblicas americanas que habían reconocido también el 12 de octubre como fiesta nacional, sin nombre alguno o bajo otros rótulos.

 

El 15 de diciembre de 1931, Ramiro de Maeztu, que había sido embajador de España en Argentina en 1928 y 1929, abrió la revista Acción Española con un artículo titulado La Hispanidad, que se inicia así: «El 12 de octubre, mal titulado el Día de la Raza, deberá ser en lo sucesivo el Día de la Hispanidad».

 

Con estas palabras encabezaba su extraordinario del 12 de octubre último un modesto semanario de Buenos Aires, El Eco de España.

 

La palabra se debe a un sacerdote español que reside en Argentina, Zacarías de Vizcarra.

 

Si el concepto de «Cristiandad» comprende y a la vez caracteriza a todos los menciona rótulo alguno), pronunció el arzobispo de Toledo y primado de EspañaIsidro Gomá Tomás, un importante discurso, Apología de la Hispanidad, en el que la máxima autoridad de los católicos españoles, creado al año siguiente cardenal de la Iglesia de Roma, se convertía en apologista de la idea de la hispanidad defendida por Ramiro de Maeztu.

 

La Virgen de Guadalupe ostenta el título de Reina de la Hispanidad desde el 12 de octubre de 1928, cuando el cardenal primado de España, Pedro Segura, como legado del papa Pío XI, y en presencia del rey Alfonso XIII, coronó canónicamente a Santa María de Guadalupe como «Hispaniarum Regina».[9]

 

La razón del nombramiento se encuentra en el hecho de que los Reyes Católicos se reunieron con Cristóbal Colón en el Real Monasterio de Santa María de Guadalupe en junio de 1492 desde donde dieron las primeras instrucciones para dotar al marino genovés de lo necesario para emprender el primer viaje y adonde Colón, tras su éxito, regresó en 1493 para dar gracias a la Virgen.[10]

Catedral-Basílica del Pilar en Zaragoza

Por otro lado, al coincidir la fecha del Descubrimiento con la festividad de la Virgen del Pilar, cuyo culto se remonta a principios del siglo XIII y es patrona de Aragón y de su capital, Zaragoza, desde el siglo XVII, el papa Juan Pablo II la nombró "Patrona y Madre de la Hispanidad" en las dos ocasiones que visitó la ciudad de Zaragoza y la Catedral-Basílica del Pilar. Junto a Santiago de Compostela, la Virgen del Pilar ha centrado la espiritualidad de la Cristiandad en la península ibérica durante siglos y representa un símbolo indisociable con la Hispanidad, de unidad de los españoles y éstos con América

 

El 12 de octubre de 1935 ya fue celebrado en Madrid el Día de la Hispanidad. A la española hora de las cinco de la tarde Ramiro de Maeztu pronunció un discurso en la Academia Española, sobre el Descubrimiento y la colonización de América.

 

Y con el título El Día de la Hispanidad publicó un artículo en el número inaugural de Hispanidad, revista quincenal cuyo primer número está fechado precisamente el 12 de octubre de 1935.

 

En el segundo número de esa revista puede leerse: «La conmemoración de la fiesta de la Hispanidad.

 

Con gran brillantez se ha celebrado este año el día de la Hispanidad.

 

Toda España se ha sumado a su conmemoración.

 

Y no solamente en España.

 

En América, ni qué decir.

 

En cuanto al extranjero, allí donde existe un núcleo de españoles se han reunido y han brindado por la raza española». (Hispanidad, n.º 2, 1 de noviembre de 1935, pág. 26.)

 

Ese mismo día de la raza, en Sevilla, se inauguró el XXVI Congreso Internacional de Americanistas.

 

Un año después, en octubre de 1936, Ramiro de Maeztu fue asesinado.

 

Pero su Defensa de la Hispanidad volvió a publicarse en 1938, en plena guerra civil española, y sus ideas se convirtieron en uno de los principales soportes ideológicos de los falangistas.

 

No debe extrañar, por tanto, que incluso antes de alcanzarse la paz en España, en las celebraciones del doce de octubre se fuese generalizando en medios oficiales, desde muy pronto, la denominación Día de la Hispanidad o Fiesta de la Hispanidad, aunque, sobre el papel, el decreto de 1918, de Antonio Maura y el rey Alfonso XIII, que denominaba Fiesta de la Raza a la Fiesta Nacional Española, conmemorativa del Descubrimiento de América, se mantuviera en vigor durante cuarenta años.

 

El 12 de octubre de 1939, tras poco más de seis meses de posguerra, la celebración oficial del día de la Raza, presidida por Francisco Franco, tuvo lugar en Zaragoza, como símbolo de la nueva política interior y exterior que se propugnaba:

 

En 1943 la celebración oficial en España del Día de la Hispanidad coincidió con la reinauguración de la Ciudad Universitaria de Madrid, destruida durante la guerra civil: «Hoy, Día de la Hispanidad», «Con la solemne inauguración de la Ciudad Universitaria y el curso académico 1943-44, se celebra el Día de la Hispanidad».[14]

Aunque, legalmente, el Día de la Hispanidad no alcanzó reconocimiento en la España del franquismo hasta 1958, cuando un decreto de la Presidencia del Gobierno de 9 de enero de 1958 estableció: «Dada la enorme trascendencia que el 12 de octubre significa para España y todos los pueblos de América hispana, el 12 de octubre será fiesta nacional, bajo el nombre de Día de la Hispanidad».

 

 

 

 

FIESTA  DE  LA  HISPANIDAD

 

La Fiesta de la Hispanidad se celebra cada 12 de octubre desde 1928.

 

Desde entonces se conmemora en Guadalupe (Extremadura, España) la coronación canónica de la Virgen de Guadalupe como Reina de la Hispanidad (también denominada "Reina de las Españas"), por el Primado de España, el Cardenal Pedro Segura (legado especial de S.S. Pío XI), en presencia del rey Alfonso XIII, cuya inscripción latina, con el correspondiente título, está grabada en la lustrina de la imperial Corona, siendo la única portadora con dicha distinción oficial, firmada por el Papa en Roma en el Decreto de Coronación de Santa María de Guadalupe (de Extremadura, España) el 12 de agosto de 1928[1]

 

Esto se debe a que Colón bautizó una isla con este nombre en 1493[3]​ y a que, desde el siglo XVI, se extendió por Hispanoamérica la devoción a una representación diversa de la Virgen de Guadalupe, por ser el mayor símbolo de la evangelización en América (celebrándose el Día de la Virgen de Guadalupe de México el 12 de diciembre).[4]

 

El 12 de octubre de 1978 ("Día de la Hispanidad") el rey Juan Carlos I y toda la familia real acudieron al Real Monasterio de Santa María de Guadalupe para un acto conmemorativo de los 50 años de la Coronación canónica de la Virgen de Guadalupe como Reina de la Hispanidad.[5]

 

En 1993 la Unesco declaró a todo el conjunto del Monasterio y la Basílica de Guadalupe (ExtremaduraEspaña) como Patrimonio de la Humanidad, destacando la íntima vinculación del santuario de Guadalupe, tanto con el descubrimiento de América como con su colonización y evangelización, mencionando la importancia de "la célebre estatua de la Virgen de Guadalupe, que se convirtió en un poderoso símbolo de la cristianización de gran parte del Nuevo Mundo". 

 

La Fiesta Nacional de España es la denominación oficial actual que recibe el día nacional de España, que coincide con la celebración canónica del "Día de la Hispanidad",[8]​ declarada en 2007 Fiesta de Interés Turístico en Extremadura, siendo una de las de mayor dimensión hispanoamericana y de gran atractivo turístico, a través de los lazos intercurturales, coincidiendo en el calendario con otros eventos importantes, como las Fiestas del Pilar, dando lugar a errores en la atribución del título de "Reina de la Hispanidad", cuyo título sólo ostenta la Virgen de Guadalupe de manera oficial. La Virgen de Guadalupe es Patrona de Extremadura y Reina de la Hispanidad.

 

La Fiesta de la Hispanidad, celebrada cada 12 de octubre, en conmemoración de la Coronación canónica de la Reina de la Hispanidad (1928), se hizo coincidir con la llegada de las naves de Colón al Nuevo Mundo, que tuvo lugar un 12 de octubre de 1492.

 

En Guadalupe (España) Cristóbal Colón se entrevistaría con los Reyes Católicos antes de su partida, llegando a bautizar una de las islas con el nombre de Guadalupe (1493), y a su regreso los primeros indios fueron bautizados en el Real Monasterio de Santa María de Guadalupe (1496), por los fuertes vínculos que hicieron de la advocación mariana de la Virgen de Guadalupe la que más se expandió por la América Hispana, de la mano de conquistadores, misioneros y colonizadores.

 

En 1929 se funda la Guardia de Honor, conocida actualmente como Real Asociación de Caballeros de Santa María de Guadalupe, que se comprometen a preservar la tradición de la Fiesta de la Hispanidad en honor a su patrona, la Virgen de Guadalupe (Extremadura, España), Coronada un 12 de octubre de 1928.

 

Desde 1987 la Fiesta Nacional de España es la denominación oficial actual que recibe el Día Nacional de España, cuya fiesta estatal coincide con la celebración canónica del "Día de la Hispanidad", manteniendo su denominación tradicional.

 

El 12 de octubre de 1978 ("Día de la Hispanidad") los Reyes de España acudieron Guadalupe para un acto conmemorativo de los 50 años de la Coronación canónica de la Reina de la Hispanidad.

 

En 2007 la fiesta es declarada Fiesta de Interés Turístico en Extremadura.[15]

 

 

 

 

VIRGEN  DEL  PILAR

 

La historia sobre sus orígenes se remonta al año 40, cuando, de acuerdo con la tradición cristiana, el 2 de enero la Virgen María se apareció a Santiago Apóstol en Cesaraugusta. María llegó a Zaragoza «en carne mortal» —antes de su Asunción— y como testimonio de su visita habría dejado una columna de jaspe conocida popularmente como «el Pilar». Se cuenta que Santiago y los siete primeros convertidos de la ciudad edificaron una primitiva capilla de adobe a orillas del Ebro.[2]

 

Este testimonio es recogido por un manuscrito de 1297 de los Moralia, sive Expositio in Job, de Gregorio Magno, que se custodia en el Archivo del Pilar.

 

La devoción mariana comenzó en los albores del siglo XIII, cuando comenzaron las primeras peregrinaciones a Santa María la Mayor.

 

Sobre la iglesia mozárabe preexistente, se erige el templo románico del Pilar poco después de la conquista de Zaragoza por Alfonso I el Batallador (1118) que fue culminado en el siglo XIII.[3]

 

En esta época se documenta en el templo una capilla primitiva para alojar el Pilar, según transmite Diego de Espés en 1240.[4]

 

Para 1293 el templo se encontraba en tan mal estado que el obispo Hugo de Mataplana promovió la restauración del templo y su conversión en la colegiata gótico-mudéjar de Santa María la Mayor con recursos de una bula de Bonifacio VIII que por vez primera menciona la advocación «del Pilar».

 

​Actualmente el único vestigio conservado del templo románico del Pilar es el tímpano de la iglesia, que ha sido colocado en la fachada sur de la basílica barroca.

 

 

La Virgen del Pilar es una de las advocaciones marianas de la Iglesia católica, que data desde el año 40 a Santiago Apóstol en Zaragoza, cuya imagen tiene su principal centro de culto en la Catedral Basílica del Pilar de Zaragoza (España).

 

El 20 de mayo de 1642, el municipio de Zaragoza proclamó a la Virgen del Pilar patrona de la ciudad, patronazgo que se extendió a todo el Reino de Aragón en las Cortes aragonesas de 1678.

 

Acumula otros patronazgos, como el del Cuerpo de la Guardia Civil (1913), el del Cuerpo de Correos y Telégrafos (1916), el del Cuerpo de Secretarios, Interventores y Depositarios de Administración Local (1928), el de la Sociedad Mariológica (1940), el del Consejo Superior de Misiones (1948) y del Arma Submarina de la Armada Española (1946).

 

En 1908 mediante un Real Decreto se declara capitán general del Ejército español. El 24 de junio de 1948 se eleva a categoría de basílica el Pilar por Pio XII (1948).

 

 

 

DÍA  DE  LA  RAZA

 

Día de la Raza es una de las denominaciones que se le da al 12 de octubre, día en que se conmemora la llegada a América del navegante Cristóbal Colón en 1492.

 

Este día se celebra en la mayoría de los países hispanoamericanos y en los Estados Unidos, entre otros países. Fue creado a inicios del siglo XX, por iniciativa del exministro español Faustino Rodríguez-San Pedro.

 

Sin embargo, desde fines del siglo XX han surgido movimientos que critican esta festividad por considerar que conmemora el sometimiento y eliminación de los pueblos indígenas y sus culturas.

 

La denominación fue creada por el exministro español Faustino Rodríguez-San Pedro, como presidente de la Unión Ibero-Americana, que en 1913 pensó en una celebración que uniese a España e Iberoamérica, eligiendo para ello el día 12 de octubre.[7]

 

En 1914 se celebra el 12 de octubre por primera vez como fiesta de la Raza.[8]​ En 1915 pasa a llamarse Día de la Raza:

 

La Unión celebró por primera vez la «Fiesta de la Raza Española» en 1914 y en 1915 se celebró como «Día de la Raza» en la Casa Argentina de Málaga, y de la «Fiesta de la Raza» en la capital de España. Se transforma en fiesta nacional por ley de Alfonso XIII del 15 de junio de 1918.[9]

En 1917, Hipólito Yrigoyen, presidente de la República Argentina, declaró ese día fiesta nacional.[10]

 

Aunque el decreto no le da un nombre específico, la prensa y la costumbre impusieron el de Día de la Raza, «aunque no todos los que allí aplaudíamos la sustancia de la fiesta estábamos de acuerdo con el nombre con que se la designaba», en palabras del periodista argentino Ernesto Mario Barreda.

 

El nombre Día de la Hispanidad y el propio vocablo hispanidad fue propuesto a fines de los años 20 por Mons. Zacarías de Vizcarra (sacerdote español, residente en Buenos Aires) al periodista Ramiro de Maeztu -por entonces embajador de España en Buenos Aires-, ya que consideraba «poco feliz y algo impropia» la denominación Día de la Raza.

 

El nuevo nombre fue paulatinamente reemplazando al antiguo en España,[12]​ hasta que el 10 de enero de 1958 es oficializado por decreto de la Presidencia del Gobierno.

 

 

 

GUARDIA  CIVIL

 

En 1476 los Reyes Católicos crearon un nuevo reglamento para las hermandades policiales de España, que habían existido durante la Edad Media, para mantener la seguridad en los campos. Este nuevo reglamento las unificó y las puso bajo la autoridad de los reyes. Fue conocida como la Hermandad General y, posteriormente, como la Santa Hermandad.[21]​ Estaba organizada en capitanías y puede considerarse el precedente de la Guardia Civil.[22]​ A principios del siglo XIX era una organización prácticamente testimonial.[22][23]​ Fue disuelta en 1835.[22]

Tras la guerra de la Independencia (1808-1814), aumentaron las bandas de delincuentes.[24]​ Esto fue conocido como el bandolerismo. La Milicia Nacional, que había servido para combatir al invasor francés durante la guerra, fue reinstaurada en el Trienio Liberal, entre 1820 y 1823, pero estaban desorganizados y eran poco profesionales.[24]

Primera fotografía conocida tomada a un Guardia Civil, en Reinosa entre 1855 y 1857.

En 1820 Pedro Agustín Girón, teniente de la Guardia Real, propuso la creación de una organización policial con estructura militar pero al servicio del poder civil, llamada Legión de Salvaguardias Nacionales. Finalmente, este proyecto no se llevó a cabo y tuvo que marcharse al exilio con su hijo, Francisco Javier Girón Ezpeleta, en 1822.[25]

En 1824 Fernando VII creó la Policía General del Reino.[26]​ Sin embargo, esta se ocupó sobre todo de las ciudades y quedó desvirtuada por Francisco Tadeo Calomarde al convertirse en una policía política que reprimía a enemigos del absolutismo.[27]​ En 1827 esta organización fue reformada y el superintendente Juan José Recacho huyó al extranjero.[28]​ La reforma hizo que, obligatoriamente, fuesen agentes al servicio de miembros de la judicatura y de los alcaldes mayores de las provincias.[29]

Para el control de fronteras y evitar el contrabando, en 1829 Fernando VII creó el Real Cuerpo de Carabineros de Costas y Fronteras, completado por el Resguardo Civil, que ejercía un control en el interior. En 1842 se reorganizó como el Cuerpo de Carabineros del Reino, a cargo del mariscal de campo Martín José de Iriarte. Este dependía del Ministerio de Hacienda.[30]

En noviembre de 1843 el presidente del gobierno, Salustiano Olózaga, consideró que la policía de entonces no era lo suficientemente eficaz y quiso reinstaurar la Milicia Nacional, pero el proyecto no se llevó a cabo y terminó dejando el gobierno.[31]

El 5 de diciembre pasó a ser presidente Luis González Bravo. El 31 de diciembre de 1843 el ministro de la Guerra, Manuel de Mazarredo, escribió una solicitud al ministro de la Gobernación, el marqués de Peñaflorida,[32]​ para que crearse una fuerza pública que librase al Ejército de tener que perseguir a delincuentes.[33]​ Según algunos autores, la creación del cuerpo no tiene que ver con la protección del campo y el control de la delincuencia, sino con la desconfianza de la clase gobernante hacia el Ejército, tanto en su obediencia a Isabel II (declarada mayor de edad el 8 de noviembre de 1843) como en su capacidad para contener desórdenes civiles. El real decreto de su fundación indicaba que "la fuerza civil sirve para evitar la intervención del Ejército en los actos populares".[34]

El subsecretario de Gobernación, Patricio de la Escosura, redactó el Real Decreto del 26 de enero de 1844, para la reorganización de la seguridad pública en España.[33]​ El 30 de enero de 1844 se publicó un reglamento desarrollando este Real Decreto, en cuyo artículo 10 se decía que el ministro de la Gobernación organizaría "una fuerza especial destinada a proteger eficazmente a las personas y las propiedades, cuyo amparo es el principal objeto del ramo de protección y seguridad".[33]

El ministro de la Gobernación se dedicó a la elaboración de un decreto para la creación de esta fuerza de seguridad. El 10 de marzo presentó al Gobierno un borrador completo, que fue modificado por el Consejo de Ministros en algunos aspectos, dando lugar a un nuevo documento el 14 de marzo.[33]​ Los que redactaron este decreto fueron Patricio de la Escosura y Manuel Beltrán de Lis y Ribes. La reina Isabel II firmó el Real Decreto el 28 de marzo de 1844.[nota 7]

El Real Decreto del 12 de abril de 1844 estableció que el Ministerio de la Guerra se encargaría de la organización inicial de la Guardia Civil, pero que posteriormente estaría a cargo de las autoridades civiles.[31]​ La organización de este cuerpo le fue encargada al mariscal de campo Francisco Javier Girón Ezpeleta.[31]​ Este Real Decreto le fue enviado, junto con una comunicación oficial de su encargo, a Cataluña, en donde se encontraba, el 15 de abril.[35]

Francisco Javier Girón Ezpeleta, II duque de Ahumada y V marqués de Las Amarillas, fue un militar isabelino que sirvió a las órdenes del general Leopoldo O'Donnell en la primera guerra carlista, contra el general Ramón Cabrera. En 1843 fue nombrado jefe militar en la región de Cataluña. Allí conoció la formación de los Mozos de Escuadra, que le agradó y del cual tomó ideas para la formación de la Guardia Civil. En aquel entonces existían otras organizaciones de seguridad en España: rondas volantes extraordinarias en Cataluña, compañías de miñones y de migueletes en Valencia, escopeteros en SevillaToledo y Ciudad Real, escuadras de gendarmes en Pamplona, celadores en las provincias de Castellón de la Plana y Jaén, entre otras, salvaguardias en Santander, la compañía de faletís en Cádiz, el tercio rural de migueletes en Salamanca y muchas otras. En estas organizaciones había unos 4 000 efectivos en total.[36]

Canarias se encargaban de esto batallones y secciones de militares. En 1877 se crearon las Compañías de Guardias Provinciales, formadas por militares que realizaban una función similar a la de la Guardia Civil.[37]

El duque de Ahumada propuso la creación de un cuerpo de seguridad profesional, estable y bien organizado. Le dio mucha importancia a que la tropa tuviera un buen sueldo, para evitar la corrupción, y también que fuese gente de conocida honradez y alfabetizada.[38]​ También propuso que hubiera más oficiales subalternos, para que hubiese una mayor vigilancia. Redactó siete puntos para la organización, que fueron aceptados por el presidente Narváez y recogidos en el Real Decreto del 13 de mayo de 1844.[39]

El uniforme quedó establecido por Real Decreto del 15 de junio de 1844.[40]

El verano de 1844 se recibió a los aspirantes en los cuarteles de LeganésVicálvaro y Alcalá de Henares.[41][42]

El 1 de septiembre el presidente y ministro de la Guerra, Narváez, pasó revista a la Guardia Civil por primera vez, a las afueras de la Puerta de Atocha. Había 1500 guardias de infantería y 370 de caballería.[43]​ Ese día el duque de Ahumada fue nombrado inspector general de la Guardia Civil.[41]

El Reglamento para el Servicio de la Guardia Civil, aprobado por el Real Decreto del 9 de octubre de 1844, estableció las obligaciones y facultades de la Guardia Civil, su dependencia orgánica, vinculada en lo referido a su servicio peculiar al Ministerio de la Gobernación.

 

El artículo dice que el objetivo de la Guardia Civil es: «la conservación del orden público, la protección de las personas y las propiedades (…) y el auxilio que reclame la ejecución de las leyes».

 

El artículo 31 dice: «En los caminos, en los campos y despoblados, toda unidad o individuo de la Guardia Civil cuidará de proteger a cualquier persona que se vea en algún peligro o desgracia, ya prestando el auxilio de la fuerza, ya facilitando el socorro que tuviese a su alcance».[44]

 

El 10 de octubre de 1844 la reina Isabel II pasó a ser mayor de edad, conforme a la legislación de entonces, al cumplir 14 años.[45]

 

Ese día, fue desde el Palacio Real a inaugurar las nuevas Cortes.[46]

 

En el recorrido, fue escoltada por la Guardia Civil.[47]

 

El Reglamento Militar de la Guardia Civil, aprobado por el Real Decreto del 15 de octubre, fue elaborado por el Ministerio de la Guerra bajo la égida del duque de Ahumada y es por tanto más conforme con su doctrina y carácter.

 

Determina la organización con arreglo a criterios castrenses, los ascensos, dependencia, obligaciones, disciplina y estatuto del personal del Cuerpo.[48]

 

El duque de Ahumada quería poner a la Guardia Civil a resguardo de la contienda política, dotándola de una filosofía autónoma que le permitiera prestar un servicio civil sin menoscabo de la estructura militar.[49]​ Por ello, el 16 de enero de 1845 redactó una circular sobre esto.[49][50]

 

Fue aprobada por Real Orden el 20 de diciembre de 1845. Es conocida como la «Cartilla o el Código Moral de la Guardia Civil».[50]

 

Este manual es fundamental para comprender a la Guardia Civil en la actualidad.[49]

 

El artículo 1 dice: «el honor es la principal divisa del guardia civil; debe, por consiguiente, conservarlo sin mancha.

 

Una vez perdido, no se recobra jamás». El artículo 4 dice que debe ser: «siempre fiel a su deber, sereno en el peligro, y desempeñando sus funciones con dignidad, prudencia y firmeza».

 

El artículo 5 dice que debe ser: «prudente sin debilidad, firme sin violencia, y político sin bajeza».

 

El artículo 6 dice: «procurará ser siempre un pronóstico feliz para el afligido, y que a su presentación el que se creía cercado de asesinos, se vea libre de ellos; el que tenía su casa presa de las llamas, considere su incendio apagado; el que veía a su hijo arrastrado por la corriente de las aguas, lo vea salvado; y por último siempre debe velar por la propiedad y la seguridad de todos».

 

El artículo 3 dice: «Será muy atento con todos».[51]

 

En los cuarteles, el comandante del puesto pasó a ser una auténtica institución en los pueblos rurales y actuaba también como consejero jurídico de la gente humilde.[52][53]

 

La Guardia Civil (GC) es un instituto armado español y una de las dos fuerzas de seguridad de ámbito nacional, junto con el Cuerpo Nacional de Policía. Como gendarmería, es de naturaleza militar y cumple, entre otras, funciones de policía, dependiendo de los Ministerios de Interior y de Defensa.[nota 3]

 

Fue creada el 28 de marzo de 1844 mediante real decreto,[8]​ y reformada el 13 de mayo de 1844 por Francisco Javier Girón y Ezpeletaii duque de Ahumada, que fue el primer director general de la Guardia Civil.[9]

 

Nace debido a la necesidad de disponer de un cuerpo de seguridad pública de ámbito nacional, fuerte, profesional y de amplio despliegue territorial, que respondiera de manera eficiente a las necesidades de seguridad de la España de la primera mitad del siglo XIX, lo cual lleva a cabo con gran éxito.[10]

 

Sus 180 años de historia continuada, sin alterar su denominación, le otorgan la consideración de cuerpo policial más antiguo de España, independientemente de su ámbito (nacional o regional).[11]

 

Popularmente también conocida como la Benemérita, forma parte de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, junto con el Cuerpo Nacional de Policía.[7]

 

Como tal, la Constitución, en su artículo 104, le fija la misión primordial de proteger el libre ejercicio de los derechos y libertades de los españoles y garantizar la seguridad ciudadana, bajo la dependencia del Gobierno de España.[12]

 

Dada su naturaleza militar, sus componentes tienen la consideración de militares de carrera, y el cuerpo tiene encomendadas también misiones de carácter militar, descritas en el Real Decreto 1438/2010.

 

Para cumplir con el cometido que la Constitución le encomienda, entre sus principales competencias se encuentran velar por el cumplimiento de las leyes y disposiciones generales, mantener y restablecer, en su caso, el orden y la seguridad ciudadana, prevenir la comisión de actos delictivos, investigando los delitos para descubrir y detener a los presuntos culpables, así como de manera exclusiva le compete la vigilancia del tráfico en las vías públicas interurbanas —salvo en Cataluña, País Vasco y Navarra, que actualmente se negocia[13]​ —, el transporte interurbano de presos, la seguridad de infraestructuras como puertos y aeropuertos de interés general, la seguridad y vigilancia de las fronteras y las costas, así como todo lo relativo a la normativa sobre armas y explosivos.

 

Realiza sus competencias en todo el territorio nacional y su mar territorial, a excepción de las capitales de provincia y los términos municipales y núcleos urbanos que el Gobierno determine que le corresponden al Cuerpo Nacional de Policía.

 

Así, se puede encontrar a la Guardia Civil en núcleos rurales como en núcleos urbanos de gran población.

 

Todo ello la convierte, en una de las unidades policiales más versátiles del mundo.

 

Asimismo, la Guardia Civil es el cuerpo policial con mayor número de agentes de España.

 

Cuenta también con el mayor despliegue territorial y número de competencias policiales, entre las que se encuentran tanto las compartidas con el CNP u otros cuerpos policiales autonómicos (policía judicial, terrorismo, orden público, seguridad ciudadana, etc.), como las exclusivas (normativa de armas y explosivos, aguas territoriales, resguardo fiscal, seguridad aeroportuaria, fronteras, tráfico (excepto en País Vasco, Navarra y Cataluña), conducción de presos, protección del medio ambiente, rescates, etc.).

 

Una parte (entre un tercio y dos quintos) de sus agentes viven en las llamadas casas cuartel, acuartelamientos (de los que la Guardia Civil dispone de más de 2000 en toda España, debido a su amplísimo despliegue territorial) que pueden alojar tanto las dependencias policiales como viviendas de los agentes (denominados "pabellones"), con el objetivo de aumentar su inmediata disponibilidad y facilitar la movilidad geográfica de los mismos en los diferentes destinos.

 

Sin embargo, en los últimos años, debido a la despoblación de ciertas zonas rurales se ha procedido al cierre de unos 1000 de los más de 3000 acuartelamientos de los que se llegó a disponer.




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En 1476 los Reyes Católicos crearon un nuevo reglamento para las hermandades policiales de España, que habían existido durante la Edad Media, para mantener la seguridad en los campos. Este nuevo reglamento las unificó y las puso bajo la autoridad de los reyes. Fue conocida como la Hermandad General y, posteriormente, como la Santa Hermandad.[21]​ Estaba organizada en capitanías y puede considerarse el precedente de la Guardia Civil.[22]​ A principios del siglo XIX era una organización prácticamente testimonial.[22][23]​ Fue disuelta en 1835.[22]

Tras la guerra de la Independencia (1808-1814), aumentaron las bandas de delincuentes.[24]​ Esto fue conocido como el bandolerismo. La Milicia Nacional, que había servido para combatir al invasor francés durante la guerra, fue reinstaurada en el Trienio Liberal, entre 1820 y 1823, pero estaban desorganizados y eran poco profesionales.[24]

Primera fotografía conocida tomada a un Guardia Civil, en Reinosa entre 1855 y 1857.

En 1820 Pedro Agustín Girón, teniente de la Guardia Real, propuso la creación de una organización policial con estructura militar pero al servicio del poder civil, llamada Legión de Salvaguardias Nacionales. Finalmente, este proyecto no se llevó a cabo y tuvo que marcharse al exilio con su hijo, Francisco Javier Girón Ezpeleta, en 1822.[25]

En 1824 Fernando VII creó la Policía General del Reino.[26]​ Sin embargo, esta se ocupó sobre todo de las ciudades y quedó desvirtuada por Francisco Tadeo Calomarde al convertirse en una policía política que reprimía a enemigos del absolutismo.[27]​ En 1827 esta organización fue reformada y el superintendente Juan José Recacho huyó al extranjero.[28]​ La reforma hizo que, obligatoriamente, fuesen agentes al servicio de miembros de la judicatura y de los alcaldes mayores de las provincias.[29]

Para el control de fronteras y evitar el contrabando, en 1829 Fernando VII creó el Real Cuerpo de Carabineros de Costas y Fronteras, completado por el Resguardo Civil, que ejercía un control en el interior. En 1842 se reorganizó como el Cuerpo de Carabineros del Reino, a cargo del mariscal de campo Martín José de Iriarte. Este dependía del Ministerio de Hacienda.[30]

En noviembre de 1843 el presidente del gobierno, Salustiano Olózaga, consideró que la policía de entonces no era lo suficientemente eficaz y quiso reinstaurar la Milicia Nacional, pero el proyecto no se llevó a cabo y terminó dejando el gobierno.[31]

El 5 de diciembre pasó a ser presidente Luis González Bravo. El 31 de diciembre de 1843 el ministro de la Guerra, Manuel de Mazarredo, escribió una solicitud al ministro de la Gobernación, el marqués de Peñaflorida,[32]​ para que crearse una fuerza pública que librase al Ejército de tener que perseguir a delincuentes.[33]​ Según algunos autores, la creación del cuerpo no tiene que ver con la protección del campo y el control de la delincuencia, sino con la desconfianza de la clase gobernante hacia el Ejército, tanto en su obediencia a Isabel II (declarada mayor de edad el 8 de noviembre de 1843) como en su capacidad para contener desórdenes civiles. El real decreto de su fundación indicaba que "la fuerza civil sirve para evitar la intervención del Ejército en los actos populares".[34]

El subsecretario de Gobernación, Patricio de la Escosura, redactó el Real Decreto del 26 de enero de 1844, para la reorganización de la seguridad pública en España.[33]​ El 30 de enero de 1844 se publicó un reglamento desarrollando este Real Decreto, en cuyo artículo 10 se decía que el ministro de la Gobernación organizaría "una fuerza especial destinada a proteger eficazmente a las personas y las propiedades, cuyo amparo es el principal objeto del ramo de protección y seguridad".[33]

El ministro de la Gobernación se dedicó a la elaboración de un decreto para la creación de esta fuerza de seguridad. El 10 de marzo presentó al Gobierno un borrador completo, que fue modificado por el Consejo de Ministros en algunos aspectos, dando lugar a un nuevo documento el 14 de marzo.[33]​ Los que redactaron este decreto fueron Patricio de la Escosura y Manuel Beltrán de Lis y Ribes. La reina Isabel II firmó el Real Decreto el 28 de marzo de 1844.[nota 7]

El Real Decreto del 12 de abril de 1844 estableció que el Ministerio de la Guerra se encargaría de la organización inicial de la Guardia Civil, pero que posteriormente estaría a cargo de las autoridades civiles.[31]​ La organización de este cuerpo le fue encargada al mariscal de campo Francisco Javier Girón Ezpeleta.[31]​ Este Real Decreto le fue enviado, junto con una comunicación oficial de su encargo, a Cataluña, en donde se encontraba, el 15 de abril.[35]

Francisco Javier Girón Ezpeleta, II duque de Ahumada y V marqués de Las Amarillas, fue un militar isabelino que sirvió a las órdenes del general Leopoldo O'Donnell en la primera guerra carlista, contra el general Ramón Cabrera. En 1843 fue nombrado jefe militar en la región de Cataluña. Allí conoció la formación de los Mozos de Escuadra, que le agradó y del cual tomó ideas para la formación de la Guardia Civil. En aquel entonces existían otras organizaciones de seguridad en España: rondas volantes extraordinarias en Cataluña, compañías de miñones y de migueletes en Valencia, escopeteros en SevillaToledo y Ciudad Real, escuadras de gendarmes en Pamplona, celadores en las provincias de Castellón de la Plana y Jaén, entre otras, salvaguardias en Santander, la compañía de faletís en Cádiz, el tercio rural de migueletes en Salamanca y muchas otras. En estas organizaciones había unos 4 000 efectivos en total.[36]

Canarias se encargaban de esto batallones y secciones de militares. En 1877 se crearon las Compañías de Guardias Provinciales, formadas por militares que realizaban una función similar a la de la Guardia Civil.[37]

El duque de Ahumada propuso la creación de un cuerpo de seguridad profesional, estable y bien organizado. Le dio mucha importancia a que la tropa tuviera un buen sueldo, para evitar la corrupción, y también que fuese gente de conocida honradez y alfabetizada.[38]​ También propuso que hubiera más oficiales subalternos, para que hubiese una mayor vigilancia. Redactó siete puntos para la organización, que fueron aceptados por el presidente Narváez y recogidos en el Real Decreto del 13 de mayo de 1844.[39]

El uniforme quedó establecido por Real Decreto del 15 de junio de 1844.[40]

El verano de 1844 se recibió a los aspirantes en los cuarteles de LeganésVicálvaro y Alcalá de Henares.[41][42]

El 1 de septiembre el presidente y ministro de la Guerra, Narváez, pasó revista a la Guardia Civil por primera vez, a las afueras de la Puerta de Atocha. Había 1500 guardias de infantería y 370 de caballería.[43]​ Ese día el duque de Ahumada fue nombrado inspector general de la Guardia Civil.[41]

El Reglamento para el Servicio de la Guardia Civil, aprobado por el Real Decreto del 9 de octubre de 1844, estableció las obligaciones y facultades de la Guardia Civil, su dependencia orgánica, vinculada en lo referido a su servicio peculiar al Ministerio de la Gobernación. El artículo dice que el objetivo de la Guardia Civil es: «la conservación del orden público, la protección de las personas y las propiedades (…) y el auxilio que reclame la ejecución de las leyes». El artículo 31 dice: «En los caminos, en los campos y despoblados, toda unidad o individuo de la Guardia Civil cuidará de proteger a cualquier persona que se vea en algún peligro o desgracia, ya prestando el auxilio de la fuerza, ya facilitando el socorro que tuviese a su alcance».[44]

El 10 de octubre de 1844 la reina Isabel II pasó a ser mayor de edad, conforme a la legislación de entonces, al cumplir 14 años.[45]​ Ese día, fue desde el Palacio Real a inaugurar las nuevas Cortes.[46]​ En el recorrido, fue escoltada por la Guardia Civil.[47]

El Reglamento Militar de la Guardia Civil, aprobado por el Real Decreto del 15 de octubre, fue elaborado por el Ministerio de la Guerra bajo la égida del duque de Ahumada y es por tanto más conforme con su doctrina y carácter. Determina la organización con arreglo a criterios castrenses, los ascensos, dependencia, obligaciones, disciplina y estatuto del personal del Cuerpo.[48]

El duque de Ahumada quería poner a la Guardia Civil a resguardo de la contienda política, dotándola de una filosofía autónoma que le permitiera prestar un servicio civil sin menoscabo de la estructura militar.[49]​ Por ello, el 16 de enero de 1845 redactó una circular sobre esto.[49][50]​ Fue aprobada por Real Orden el 20 de diciembre de 1845. Es conocida como la «Cartilla o el Código Moral de la Guardia Civil».[50]​ Este manual es fundamental para comprender a la Guardia Civil en la actualidad.[49]

El artículo 1 dice: «el honor es la principal divisa del guardia civil; debe, por consiguiente, conservarlo sin mancha. Una vez perdido, no se recobra jamás». El artículo 4 dice que debe ser: «siempre fiel a su deber, sereno en el peligro, y desempeñando sus funciones con dignidad, prudencia y firmeza». El artículo 5 dice que debe ser: «prudente sin debilidad, firme sin violencia, y político sin bajeza». El artículo 6 dice: «procurará ser siempre un pronóstico feliz para el afligido, y que a su presentación el que se creía cercado de asesinos, se vea libre de ellos; el que tenía su casa presa de las llamas, considere su incendio apagado; el que veía a su hijo arrastrado por la corriente de las aguas, lo vea salvado; y por último siempre debe velar por la propiedad y la seguridad de todos». El artículo 3 dice: «Será muy atento con todos».[51]

En los cuarteles, el comandante del puesto pasó a ser una auténtica institución en los pueblos rurales y actuaba también como consejero jurídico de la gente humilde.[52][53]

 

La Guardia Civil (GC) es un instituto armado español y una de las dos fuerzas de seguridad de ámbito nacional, junto con el Cuerpo Nacional de Policía. Como gendarmería, es de naturaleza militar y cumple, entre otras, funciones de policía, dependiendo de los Ministerios de Interior y de Defensa.[nota 3]​ Fue creada el 28 de marzo de 1844 mediante real decreto,[8]​ y reformada el 13 de mayo de 1844 por Francisco Javier Girón y Ezpeletaii duque de Ahumada, que fue el primer director general de la Guardia Civil.[9]​ Nace debido a la necesidad de disponer de un cuerpo de seguridad pública de ámbito nacional, fuerte, profesional y de amplio despliegue territorial, que respondiera de manera eficiente a las necesidades de seguridad de la España de la primera mitad del siglo XIX, lo cual lleva a cabo con gran éxito.[10]​ Sus 180 años de historia continuada, sin alterar su denominación, le otorgan la consideración de cuerpo policial más antiguo de España, independientemente de su ámbito (nacional o regional).[11]

Popularmente también conocida como la Benemérita, forma parte de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, junto con el Cuerpo Nacional de Policía.[7]​ Como tal, la Constitución, en su artículo 104, le fija la misión primordial de proteger el libre ejercicio de los derechos y libertades de los españoles y garantizar la seguridad ciudadana, bajo la dependencia del Gobierno de España.[12]​ Dada su naturaleza militar, sus componentes tienen la consideración de militares de carrera, y el cuerpo tiene encomendadas también misiones de carácter militar, descritas en el Real Decreto 1438/2010.

Para cumplir con el cometido que la Constitución le encomienda, entre sus principales competencias se encuentran velar por el cumplimiento de las leyes y disposiciones generales, mantener y restablecer, en su caso, el orden y la seguridad ciudadana, prevenir la comisión de actos delictivos, investigando los delitos para descubrir y detener a los presuntos culpables, así como de manera exclusiva le compete la vigilancia del tráfico en las vías públicas interurbanas —salvo en Cataluña, País Vasco y Navarra, que actualmente se negocia[13]​ —, el transporte interurbano de presos, la seguridad de infraestructuras como puertos y aeropuertos de interés general, la seguridad y vigilancia de las fronteras y las costas, así como todo lo relativo a la normativa sobre armas y explosivos. Realiza sus competencias en todo el territorio nacional y su mar territorial, a excepción de las capitales de provincia y los términos municipales y núcleos urbanos que el Gobierno determine que le corresponden al Cuerpo Nacional de Policía. Así, se puede encontrar a la Guardia Civil en núcleos rurales como en núcleos urbanos de gran población. Todo ello la convierte, en una de las unidades policiales más versátiles del mundo.

Asimismo, la Guardia Civil es el cuerpo policial con mayor número de agentes de España. Cuenta también con el mayor despliegue territorial y número de competencias policiales, entre las que se encuentran tanto las compartidas con el CNP u otros cuerpos policiales autonómicos (policía judicial, terrorismo, orden público, seguridad ciudadana, etc.), como las exclusivas (normativa de armas y explosivos, aguas territoriales, resguardo fiscal, seguridad aeroportuaria, fronteras, tráfico (excepto en País Vasco, Navarra y Cataluña), conducción de presos, protección del medio ambiente, rescates, etc.).

Una parte (entre un tercio y dos quintos) de sus agentes viven en las llamadas casas cuartel, acuartelamientos (de los que la Guardia Civil dispone de más de 2000 en toda España, debido a su amplísimo despliegue territorial) que pueden alojar tanto las dependencias policiales como viviendas de los agentes (denominados "pabellones"), con el objetivo de aumentar su inmediata disponibilidad y facilitar la movilidad geográfica de los mismos en los diferentes destinos. Sin embargo, en los últimos años, debido a la despoblación de ciertas zonas rurales se ha procedido al cierre de unos 1000 de los más de 3000 acuartelamientos de los que se llegó a disponer.

 

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