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OLVIDEMOS
ASESINADO POR ETA
20
de octubre de 1983
42º
ANIVERSARIO
Un día después de la aparición del cadáver del
capitán de Farmacia Alberto Martín Barrios,
ETA asesinaba a tiros en Rentaría-Guipúzcoa-PAÍS
VASCO-ESPAÑA al
Panadero
CÁNDIDO CUÑA GONZÁLEZ
Cándido estaba en el Bar Tres Cepas, un bar de
la calle Zubiaurre al que iba habitualmente, jugando en la máquina tragaperras.
En ese momento se encontraban en el local el
hijo del dueño y la madre de éste.
A las 18:45 dos terroristas le llamaron desde la
puerta, y le dispararon a bocajarro.
Dos de sus hijos, de 22 y 19 años, fueron de los
primeros en llegar al lugar del crimen.
El asesinato de
Cándido hay que enmarcarlo, una vez más, en la campaña de la
banda contra los supuestos o reales colaboradores de las
Fuerzas de Seguridad, campaña que le sirvió a ETA para realizar una auténtica limpieza
étnica, una caza de brujas contra todos aquellos vascos no
nacionalistas que, a la larga, les ha permitido tener un censo a la medida.
Para ETA y su
entorno, tan culpable como la banda, cualquier vasco no nacionalista era
tachado de ser antivasco y pasaba a convertirse en objetivo potencial de los
pistoleros.
En el caso de Cuña
González la acusación se basaba, como tantas otras veces, en un dato absurdo y
ridículo.
La
"colaboración" de Cándido con la Policía había
consistido en vender pan a los agentes de la Guardia Civil del cuartel de
Pasajes, igual que hacía con otros muchos clientes.
Por vender pan a miembros de las Fuerzas de
Seguridad durante una huelga general, Cuña González había tenido problemas unos
años antes con el entorno proetarra, preludio del atentado de la banda que
sufrió el 21 de abril de 1979.
Ese día, fue tiroteado cuando salía de su
domicilio a las seis de la mañana y alcanzado por ocho proyectiles.
Quedó gravemente herido y
permaneció varios meses en el hospital, aunque consiguió
salvar la vida.
Tras este primer intento de asesinato, en
círculos políticos de Rentería se comentó que Cándido colaboraba con la
Policía.
la Audiencia Nacional
condenó en
José
María Zubiaurre Portugal a 17 años de prisión.
Pese a esos rumores y al atentado sufrido,
vecinos de la víctima declararon que Cándido Cuña no tomaba especiales medidas
de precaución.
"Era
muy alegre, andaba tranquilamente por los bares de la zona.
En ocasiones iba solo, y en ningún momento
trataba de esconderse o de adoptar actitudes de especial cautela".
Sin embargo, el segundo
intento de asesinarlo sí tuvo éxito.
Tras ser tiroteado en el Bar Tres Cepas, Cándido fue trasladado gravemente herido al Hospital de la Cruz Roja, donde los médicos sólo pudieron certificar su muerte a causa de dos impactos de bala recibidos en la cabeza.
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