Es uno de los cánceres tumorales que se conoce
desde antiguas épocas.
La descripción más
antigua del cáncer (aunque sin utilizar el término «cáncer») proviene de Egipto, del 1600 a. C.
aproximadamente.
El papiro Edwin Smith[6] describe 8 casos de tumores o
úlceras del cáncer que fueron tratados con cauterización, con una herramienta
llamada "la horquilla de fuego".
El escrito dice sobre
la enfermedad: «No existe tratamiento» cuando el tumor es sangrante, duro e
infiltrante.
A lo mínimo un caso
descrito es de un hombre.
También se hacen
descripciones en el antiguo Egipto y
en el papiro Ebers.[7][8]
Más tarde Hipócrates describe varios casos y apunta
que las pacientes con el cáncer extendido y profundo no deben ser tratadas pues
viven por más tiempo.[7]
En su obra Enfermedades de la mujer, Hipócrates prestó atención al karkinoma de mama avanzado.[9]
El médico Galeno fue el primero en utilizar el
término «cáncer», del latín cancrum, por la asociación con los cangrejos.[9]
Las ideas de Galeno
eran diferentes de las de Hipócrates y los egipcios.
Aulo Cornelio Celso en
el siglo I y Galeno en
el siglo II refirieron
la extirpación de los tumores mamarios y el uso del cauterio para la cirugía mamaria.[9]
Celso creía que una
intervención imprudente sobre el cáncer podría ser dañina y exasperar el tumor.[8]
Se atribuye a Leónidas
de Alejandría, médico griego, el primer procedimiento quirúrgico registrado
para el cáncer de mama, antecedente de la moderna mastectomía.[9]
Con eso se distanciaba
de los tratamientos o medicaciones usadas comúnmente hasta entonces, como baños
tibios o aceite de ricino,
entre otros.
Además, Leónidas señaló
la retracción del pezón como signo de malignidad para un tumor mamario.[8]
En el siglo VI, Aecio de Amida señaló la posibilidad de que
en el cáncer de mama coexistan tumefacciones satélites en el hueco axilar.[8]
En el siglo VII, el cirujano bizantino Pablo de Egina buscó perfeccionar la
técnica de extirpación del cáncer de mama mediante el raspado de los ganglios
de la axila.[8]
Existen diferentes
tipos de cáncer de mama, que se clasifican según el lugar donde se originan y
cómo se comportan. Algunos de los tipos más comunes incluyen:
Carcinoma ductal
invasivo: Es el tipo más común de cáncer de mama. Comienza en los conductos de
la mama y puede diseminarse a tejidos cercanos.
Carcinoma lobulillar
invasivo: Se origina en los lóbulos de la mama y puede propagarse a otras áreas
del cuerpo.
Además de estos tipos
principales, existen otros menos comunes, como el carcinoma inflamatorio de
mama y el carcinoma medular de mama.
Los factores de riesgo
para el cáncer de mama incluyen antecedentes familiares de la enfermedad, edad
avanzada, exposición prolongada a hormonas femeninas, obesidad, consumo de
alcohol, entre otros.
Sin embargo, muchas
mujeres diagnosticadas con cáncer de mama no presentan ninguno de estos
factores de riesgo conocidos.
El diagnóstico temprano
es fundamental para el tratamiento exitoso del cáncer de mama.
Se recomienda que las
mujeres se realicen autoexámenes regulares de las mamas y se sometan a
mamografías periódicas, especialmente después de los 40 años.
Otros métodos de
diagnóstico incluyen ecografías mamarias, resonancias magnéticas y biopsias.
El tratamiento del
cáncer de mama puede incluir cirugía, radioterapia, quimioterapia, terapia hormonal y
terapias dirigidas.
El enfoque de
tratamiento depende del tipo y estadio del cáncer, así como de otros factores
individuales.
Por siglos los médicos
han descrito casos similares, todos teniendo una triste conclusión.
No fue sino hasta que
la ciencia médica logró mayor entendimiento del sistema circulatorio en el
siglo XVII que se
lograron felices avances.
En este siglo se pudo
determinar la relación entre el cáncer de mama y los nódulos linfáticos
axilares.
El cirujano
francés Jean Louis Petit (1674-1750),
con su remoción de los nódulos linfáticos, y posteriormente el cirujano Alfredo
Velpeau (1795-1867), abrieron el camino a la mastectomía moderna.[10]
Alfredo Velpeau es el
autor de la obra más importante en esta materia de su época: Tratado de las enfermedades del seno y de la
región mamaria.[10]
Su senda de comprensión y avance fue seguida por William Stewart Halsted que inventó la operación conocida como "mastectomia radical de Halsted", procedimiento popular hasta fines de la década de 1970.
Conocido también
como cáncer de seno o cáncer de las glándulas mamarias, es
una proliferación
maligna de las células epiteliales que
revisten los conductos o conductos.
Es una enfermedad
clonal; donde una célula
individual producto de una serie de mutaciones somáticas o de
línea germinal adquiere la capacidad de dividirse sin control, ni orden,
haciendo que se reproduzca hasta formar un tumor.
El tumor resultante,
que comienza como anomalía leve, pasa a ser grave, invade tejidos vecinos y
finalmente, se propaga a otras partes del cuerpo.
El cáncer no tratado a tiempo produce el fallecimiento de la víctima.
Existen dos tipos principales
de cáncer de mama.
El carcinoma ductal
infiltrante, que comienza en los conductos que llevan leche desde la
mama hasta el pezón, es por mucho el más
frecuente (aproximadamente el 80 % de los casos).
El segundo lugar lo
ocupa el carcinoma
lobulillar infiltrante (10 a 12 % de los casos), que
comienza en partes de las mamas llamadas lobulillos, que producen la leche materna.[1]
Los restantes tipos de cáncer de mama no
superan en conjunto el 10 % de los casos.
Los principales
factores de riesgo de contraer cáncer de mama incluyen ser mujer (aunque
también puede darse en hombres), una edad avanzada, la primera menstruación a temprana edad, edad
avanzada en el momento del primer parto o
nunca haber dado a luz, antecedentes familiares de cáncer de mama, el hecho de
consumir hormonas tales como estrógeno y progesterona.[2]
Estudios recientes
demuestran la asociación del cáncer de mama con la sobreproducción de zonulina en el intestino y el
consiguiente aumento de la
permeabilidad intestinal.[3][4] Entre 5 a 10 % de los casos,
el cáncer de mama es causado por mutaciones genéticas heredadas.
Para detectar el cáncer
de mama, se utilizan diferentes pruebas como la mamografía, ultrasonido mamario con
transductores de alta resolución (ecografía), o imágenes por resonancia
magnética.
El diagnóstico de cáncer de mama solo puede
adoptar el carácter definitivo por medio de una biopsia mamaria.
Del total de los
carcinomas de mama, menos del 1 % ocurren en varones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario